Título: El amor de un hombre de cincuenta años
Autor: Anthony Trollope
Páginas: 288
Editorial: Funambulista
Precio: 23 euros
Año de edición: 2013
He leído en un blog que el que fuera primer ministro británico Harold MacMillan sostenía que no hay mayor placer que meterse en la cama pronto con una novela de Trollope. No había leído nada de ese autor y ante una opinión tan elogiosa, decidí hacer el experimento. Me fuí a la biblioteca, saque un título cualquiera de este hombre y...¡demostrado! Pasé un rato pero que muy agradable.
Me parece que el secreto está en el tono. Hay escritores distantes, otros que parece que se dirigen a un auditorio, algunos te hablan como su fueras su amigo, echándote el brazo por encima del hombro y luego,tenemos a Trollope que te cuenta una historia como te la contaría tu padre o tu hermano mayor, de un modo cálido, cercano y casi con cariño. Por eso es tan reconfortante.
Para describirlo como escritor, hay que decir que es un autor muy británico, realista, clásico, decimonónico, un poco circunspecto y con un toque de humor suave que lo hace más agradable todavía. La primera impresión es que avanza un poco lentamente y que se entretiene mucho, pero es engañosa, luego resulta que el texto no ocupa demasiadas páginas y va más al grano de lo que parece.
Creo que su punto fuerte es la caracterización de personajes, en esta novela, publicada en 1884, al final de su carrera, tenemos: el caballero cincuentón, tímido y vapuleado en el amor; la joven honesta y reservada; el señor Hall, que jamás en su vida había tenido un quebradero de cabeza; el clérigo anglicano, enamorado y algo cabeza de chorlito; el ama de llaves arrogante y dominadora, y una galería de personajes de lo más peculiar, que acaban por describir bastante bien la sociedad y la época victorianas.
Porque este autor consigue describir lo cotidiano de manera creíble, mete al lector en la cocina de una casa normal y le hace escuchar las conversaciones diarias con una habilidad envidiable. Tiene tambien la gracia de dirigirse al lector para interpelarlo y decirle que no hay nada más difícil que describir a una protagonista o que de este personaje hay una descripción en el próximo capítulo.
Abundan las frases divertidas, como «Un hombre siempre cena, por muy grande que sea su pesar» o «Un hombre que rebusca en la suciedad para encontrar diamantes, no puede amar a nadie».
En fin, una novela muy entretenida, admirable, bien escrita que os hará pasar muy buenos ratos, que trata temas tan trascendentes como la cuestión de si un cincuentón desengañado puede ser capaz de enamorar a una jovencita, si es una imprudencia dejar a la novia para ir a buscar diamantes a Sudáfrica, si leer a Horacio bajo las hayas puede aclarar las ideas o si los clérigos impertinentes pueden arreglar algun problema en alguna ocasión. Un libro estupendo y muy, muy recomendable.
Anthony Trollope (Londres, 1815-1882), escritor británico, era hijo de un magistrado y de la autora de novelas y libros de viajes Frances Trollope. No pudo completar sus estudios debido a las deudas de su padre y se hizo funcionario de Correos. En 1867 fué cofundador de la revista St. Paul Magazine, que luego publicaría varias de sus novelas por entregas. Viajó por Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Escribió libros de viajes, novelas y relatos cortos.
Reconocido como gran escritor en vida, es uno de los autores más típicamente decimonónicos, supo retratar las costumbres y usos sociales de la era victoriana de manera amena y con sentido del humor.
Está enterrado en el Kensal Green Cemetery, en el londinense barrio de Kensington, junto a su contemporáneo Wilkie Collins con quien compartía popularidad y una florida barba.
Anthony Trollope
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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