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viernes, 21 de febrero de 2014

Ficciones - Jorge Luis Borges


Título: Ficciones 
Autor: Jorge Luis Borges 

Páginas: 224 

Editorial: Debolsillo 

Precio: 9,95 euros 

Año de Edición: 2011

Éste es probablemente el mejor libro de relatos de Borges, ese autor que hemos conocido como un viejecito ciego y sabio que dejó escrito aquello de «Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído». Publicado originalmente en 1944 se compone de diecesiete cuentos divididos en dos partes. Hay textos claramente policiacos, como La muerte y la brújula, otros sobre libros imaginarios, como «Tlön, Uqbar, Orbis Terius» y la mayoría son de tema fantástico, como «El sur», que él consideraba su mejor relato.

El estilo de Borges es sintético y cargado de ideas, profundo, casi conceptista, muy culto y a la vez dotado de cierta sencillez que lo aleja del lenguaje florido y barroco de otros autores. Sus textos dan la impresión siempre de estar flotando sobre un mundo de ideas, de conceptos filosóficos y poéticos del que se alimentan y en el que se basan. Borges supo crear un universo propio, lleno de resonancias poéticas y conceptuales, y lo hizo aflorar en pequeños textos. Es un autor recortado, de longitud corta, nunca escribió una novela, al menos que yo sepa.

Fué un poeta notable, que dejó muchos versos que vale la pena recordar, algunos también de carácter filosófico («El tiempo es un tigre que me devora, pero yo soy el tigre»), pero en lo que fué un maestro fué en el ensayo corto y en el relato. Es uno de mis autores favoritos, uno de esos escritores que te vuelve loco cuando lo descubres.

Para los que todavía no lo conozcan, si es que queda algún lector por ahí, aquí tenéis un ramillete de cuentos excepcionales, que proporcionan una inmersión directa en el mundo de este argentino universal. Mi favorito es «La lotería en Babilonia», cuyo texto completo podéis leer en este enlace.

 
Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-1986), de padre argentino y madre uruguaya, nació en una familia muy culta, descendiente de militares que lucharon en la guerra de la independencia y de poetas románticos. En su casa se hablaba tanto el inglés como el español, y Borges cereció en un ambiente bilingüe. Su padre era una famoso abogado, lector compulsivo y escritor aficionado que le enseño desde pequeño la magia de la poesía.

A los cuatro años ya sabía leer y escribir, a los siete escribió su primer cuento y a los nueve tradujo «El principe feliz» de Oscar Wilde para un diario porteño. Empezó recibiendo clases de una institutriz británica y a los nueve años comenzó a ir al colegio, en el que los chicos se burlaban de aquel niño tartamudo y sabelotodo.

Su padre se tuvo que jubilar debido a la ceguera progresiva y hereditaria que luego aquejaría a Borges; la familia viajó a Suiza para un tratamiento oftalmológico y al empezar la Primera Guerra Mundial se instaló en Ginebra. Aprendió francés, en un colegio en el que ya nadie se burlaba de él y todos le admiraban, y alemán con un diccionario y por su cuenta, fué un lector compulsivo y penetrante.

Acabada la guerra, Borges viajó a Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca, conoció a Rafael Cansinos-Assens, Ramón Gómez de la Serna, Valle Inclán y Gerardo Diego, luego volvió a su Buenos Aires querido. Durante varios años se dedicó a escribir poesía y fundar revistas literarias. No escribió su primer libro de relatos hasta los 36 años y no consiguió su primer trabajo, como bibliotecario, hasta los 39. De ese puesto fué ascendido de manera absurda por el peronismo a Inspector de Gallinas y Conejos. En 1955, el mismo año que se quedó ciego, fué nombrado Director de la Biblioteca Nacional de Argentina.

Hombre de una gran erudición y una vastísima cultura, fué un excelente traductor y produjo una de las obras en prosa más personales e importantes del siglo XX, en forma de cuentos. Nunca llegó a recibir el Premio Nobel, a pesar de ser candidato durante treinta años, debido a su opiniones políticas. Aunque fué anarquista en su juventud, dejó para la posteridad opiniones claramente racistas, algunas ideas poco edificantes y cierto apoyo a Pinochet (véase Cinco razones para aborrecer a Borges).

Sin embargo, como escritor está considerado como una de las grandes figuras del siglo XX, fué un gran lector, tocó varios géneros (poesía, ensayo, relato, crítica) y algunos de sus cuentos merecen estar en cualquier antología de los mejores relatos.

Ya la pusimos en este blog, paro vale la pena repetir la excelente entrevista que le hizo Joaquín Soler Serrano en 1976 para rtve: 


Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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