Título: Relatos de Kolimá I
Autores: Varlam Shalámov
Páginas: 350
Editorial: Minúscula
Precio: 18,50 euros
Año de Edición: 2012
Este primer volumen de relatos en los que al autor narra sus terribles experiencias en los campos de trabajo siberianos agrupa treinta y tres cuentos, escuetos y sobrios, tremebundos en su crudeza, escritos con una lucidez penetrante y gélida. Sus frases cortas y secas como latigazos van desgranando poco a poco los fundamentos de una manera de vivir difícil de imaginar: temperaturas de hasta 50 y 60 grados bajo cero; comida mala y escasa; trabajos agotadores; pelagra y escorbuto; presos que viven al día, sin esperanza; estándares de trabajo imposibles de cumplir; normas absurdas y una disciplina atroz...todo bajo el cruel lema de Stalin que corona la entrada al campo: «Honor y gloria al trabajo, ejemplo de entrega y heroísmo».
Varias cosas llaman la atención, especialmente la distorsión que convierte la existencia en algo completamente diferente bajo condiciones tan extremas. Por ejemplo, los tres mandamientos del preso: no creas, no temas y no pidas; que no haya manera de apartar la vista de un compañero que se mete algo en la boca; o que una pulmonía sea una bendición porque supone dormir caliente en el hospital. Aparte de lo valioso de una crónica tan profunda de una realidad tan lejana como el planeta Marte, estos textos son de una calidad altísima, leerlos es una auténtica delicia, a pesar de su tremendo contenido.
Varlam Shalámov (Vólogda, 1907-1982) fué un periodista, poeta y escritor ruso, superviviente del gulag, el terrible sistema de campos de trabajos forzados para presos políticos y comunes de la antigua Unión Soviética.
HIjo de un pope ortodoxo y una maestra, estudió Derecho y empezó a escribir siendo muy joven. Desde 1928 hasta 1951, cumplió tres condenas de tres, cinco y diez años de trabajos forzados, la mayoría en Kolimá, lugar conocido como la «tierra de la muerte blanca». Los delitos por los que le condenaron eran cosas como pertenecer a una organización trotskista, difundir textos de Lenin en los que criticaba a Stalin, gritar «Abajo Stalin» en una manifestación o dejar escrito que Iván Bunin era un clásico ruso.
Una vez liberado y después de la muerte de Stalin, fué rehabilitado como poeta y obtuvo una pensión de invalidez debido a que su salud había quedado muy quebrantada durante los duros años de internamiento. Durante diecinueve años estuvo trabajando en su colección de «Relatos de Kolimá», publicados como samizdat hasta que salieron clandestinamente del país y fueron editados en Londres en 1978 en seis volúmenes.
Al final de su vida Shalámov, presionado por el régimen, se retractó de esos relatos y murió sordo y ciego en 1978 en un hospicio psiquiátrico de Moscú. Se dice que en sus últimos años guardaba siempre un mendrugo de pan duro debajo de la almohada. Sus relatos no aparecieron en Rusia hasta la glásnost de Gorbachov en 1987. Hay un asteroide, el nº 3408, que lleva su nombre.
Varlam Shalámov
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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