Perorata del apestado - Gesualdo Bufalino

Título: Perorata del apestado

Autor: Gesualdo Bufalino

 
Páginas: 168   

     

Editorial: Anagrama

  
Precio: 5,11 euros
        

Año de Edición: 1998

Esta novela fué para mí un descubrimiento. Cuando cayó en mis manos, hace ya unos cuantos años, no había oído nada de su autor, pero como era siciliano, tierra de estupendos escritores, me lo compré y acerté de pleno.

El libro está basado en la tuberculosis que sufrió el autor y en su estancia en un hospital para tísicos en la Sicilia de los años 40. La galería de personajes absurdos, que se mueven entre lo cómico y lo patético, en situaciones vitales extrañas, como personas aparcadas fuera de la vida indefinidamente es magistral. El estilo es intenso, barroco, muy cuidado, de una perfección que llama la atención y a la vez sencillo, en ningún momento llega a ser afectado. Es una novela espléndida que nada más aparecer ganó varios premios y fué un superventas en Italia. Sciascia, amigo de Bufalino, fué uno de sus primeros admiradores. 
                   

 Gesualdo Bufalino

Gesualdo Bufalino (Comiso, 1920-1991) fué un escritor siciliano atípico, que empezó a escribir a los 61 años de edad. Hijo de un obrero, estudió Filosofía y Letras, y trabajó durante muchos años como profesor de Instituto. Desde niño fué un devorador compulsivo de libros que, bastante tarde, en su madurez, escribió poemas, artículos, relatos...hasta que publicó su primera novela y tuvo un éxito extraordinario. En los diez últimos años de su vida, escribió siete estupendas novelas, ganó varios premios y alcanzó la fama. Su carrera se vió interrumpida bruscamente al fallecer en un accidente de circulación. Era un hombre humilde, tímido, de una cultura amplísima, admirado sin reservas por la crítica.

Bufalino es un valor seguro, las siete novelas que pudo escribir en sus últimos diez años de vida son oro puro. Desgraciadamente cuesta ya encontrar sus libros (véase cómo encontrar un libro), pero os recomiendo que las busquéis y las leáis. Un artista de la palabra.

                  

Publicado por Antonio F. Rodríguez.