Páginas

Bibliotecas digitales

miércoles, 26 de junio de 2024

Madre de corazón atómico - Agustín Fernández Mallo

Título: Madre de corazón atómico                                                                                         Autor: Agustín Fernández Mallo

Páginas: 240 pág.

Editorial: Seix Barral

Precio: 19,90 euros 

Año de edición: 2024

Cuando verdadero poeta, de esos para los que la poesía es una forma de vida y una manera de ver el mundo, pierde a una persona especialmente querida, como su padre y decide transformar el consiguiente duelo, que se extiende durante doce meses aunque hayan transcurrido ya doce años desde su desaparición, en obra literaria, el resultado puede ser un libro tan peculiar e interesante como éste. Una estupenda novela autobiográfica, que tiene mucho de ensayo e indagación personal en qué son la muerte y la pérdida, está empapada de poesía y ha sido para mí un verdadero descubrimiento.

No había leído nada de este autor y es posible que le haya conocido a través de su mejor novela. Una obra fascinante, sutil, original y sugerente, que no se parece mucho a nada que hayáis leído hasta ahora. Quizás pueda tomarse como referencia La insoportable levedad del ser de Kundera, pero en este caso el escritor toma la libertad para hibridar géneros del autor checo y la lleva hasta el extremo, en un libérrimo ejercicio de estilo y creatividad, en el que hace literalmente lo que le da la gana, manteniendo, eso sí, la coherencia formal de una narración, eso sí, y demuestra una creatividad exuberante y llena de posibilidades.

Hay que decir cuanto antes que se trata de un libro enormemente positivo. La muerte se pasea por el continuamente, pero no es oscuro ni agobiante, sino brillante y luminoso, y a pesar de ocuparse de un duelo no tiene ni un solo lamento, ni un momento de tristeza profunda, ni apenas un ápìce de nostalgia. Para empezar plantea que una muerte es un renacimiento, porque la persona que se ha ido aparece de manera misteriosa en la mente de us seres más queridos y permanece, no se va y va creciendo día a día, desarrollándose y trayendo recuerdos, ideas y sugerencias. Y es cierto que hay personas que piensan, por ejemplo, en su padre fallecido hace tiempo, varias veces al día y de alguna manera les hace compañía y hasta se puede entender que se comunican con él, o con su recuerdo.

También es notable cómo el autor hace dialogar a las ciencias, sobre todo las Matemáticas, pero también la Física y las ingenierías, con la literatura, a través de sugerencias y relaciones poéticas. Pero lo que más me llama la atención es la habilidad de Fernández Mallo para establecer analogías, para relacionar unas ideas con otras de manera que surgen chispas de brillante ingenio de esas correspondencias. El resultado es un texto muy ameno, entretenido de leer y divertido, en el que se recorren algunos hechos de la historia del siglo XX, la carrera espacial y la biografía del padre, un veterinario de profesión en un pueblo leonés que en los años 60 e embarcó en una aventura que tuvo que ser una auténtica odisea: fue a Estados Unidos a buscar, seleccionar, comprar y traerse en avión una veintena de vacas para introducirlas en Galicia. Cincuenta años después, su hijo vuelve a América y recorre los lugares por los que pasó su padre y rememora las increíbles peripecias de aquel viaje. Pero no creáis que el libro se ciñe nada más a recordar la expedición veterinaria, aborda multitud de temas relacionados, reflexiona sobre lo humano y lo divino, y lo poetiza todo, hasta componer un fascinante collage literario. El estilo es bastante coloquial, lo que parece claramente intencionado, pero no excesivamente sencillo. Mantiene la complejidad suficiente para expresar adecuadamente lo que se quiere contar en cada momento.

Una pequeña antología de citas puede ayudar a describir el tono y contenido del libro: «La muerte es una clase de resurrección. No es un final, sino un punto de partida. El muerto reaparecerá, se hará presente en tu vida muchas veces y de mil formas distintas», «El problema de la identidad es el único asunto sobre el que vale la pena pensar», «La muerte es sobre todo eso: todo lo que se ha visto, ha sido visto para nada», «Las malas narraciones cuentan una verdad a medias. Las buenas, verdad y media», «El padre y la madre son dos hemisferios incompatibles de recuerdos», «Si miras fijamente a un animal, terminas por creer que allí dentro hay un humano que se está burlando de tí» (Elías Canetti), «La última visión que tenemos de alguien suele ser la de su silueta atravesando el marco de una puerta», «Entonces, es verdad que solo el monstruo puede ver las cosas tal y como son, porque solo el monstruo está fuera de la realidad», «La nieve es una magnífica redundancia», «La prueba irrefutable de que los sueños son cuerpos vivos es que, cuando te despiertas, se van, se escapan, huyen de nosotros».

En fin, una novela originalísima, que creo que va a ser una de las sensaciones del año, un descubrimiento maravilloso. Una obra bella, serena y contenida, llena de creatividad y poesía. Una excelente lectura, que toca varios géneros con ternura. Porque en el fondo, no es otra cosa que larga carta de amor de un hijo a su padre.

Por último, mención aparte merece la foto de la portada, genial, sugerente y que tiene mucho que ver con el contenido del libro. Es una fotografía original de la artista rusa Helga Stenztel, titulada Smoothie.

Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) es un físico y escritor español, que vive en Palma de Mallorca. Es el pequeño de cuatro hermanos, todos chicas menos él. Estudió Ciencias Físicas, lo que está relacionado con su capacidad de observación y su interés por los fenómenos naturales. Ha trabajado como físico en radiaciones ionizantes nucleares aplicadas a la medicina.  

En el año 2000 acuñó el término poesía postpoética, que desarrolló luego en su ensayo Postpoesia (2009), en el que además, analiza las relaciones entre ciencia y arte. Entre 2006 y 2009 publicó una trilogía de novelas llamada Nocilla Project, título basado en el tema «Nocilla, ¡Qué merendilla!» de Siniestro Total y que sirvió a su vez para denominar Generación Nocilla a un grupo de autores nacidos entre 1960 y 1976, que incluye al propio Fernández Mallo.

Ha colaborado en diversas revistas y periódicos, formado un dúo musical que ha grabado un CD, rodado una serie de cortometrajes y protagonizado acciones artísticas varias. También ha publicado hasta ahora 6 libros de poesía, 8 novelas y 5 ensayos, que han sido acogidos muy bien por la crítica, han ganado 13 premios y se han traducidos a varias decenas de idiomas. Está considerado como uno de los nuevos escritores españoles en activo más interesantes.

Agustín Fernández Mallo

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario