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miércoles, 3 de abril de 2024

Un lugar tranquilo para gente sombría - Mariana Enríquez

Título: Un lugar tranquilo para gente sombría                                                                     Autora: Mariana Enríquez   

Páginas: 229 pág.

Editorial: Anagrama

Precio: 19,90 euros 

Año de edición: 2024

Ha sido muy llamativa la campaña que ha organizado la editorial Anagrama para la presentación del último libro de relatos de la escritora argentina MarianaEnríquez. Como si de una estrella de la canción se tratara, ha llenado de carteles las grandes ciudades con la portada del libro y la fecha de la presentación, que fue el pasado mes de marzo. Eso muestra el fenómeno curioso en que se ha convertido esta escritora, que ha pasado de ser una desconocida a ser una autora de gran éxito, sobre todo a raíz de su novela «Nuestra parte de la noche».

Pero, en mi opinión, Mariana Enríquez puede ser considerada como una de las mejores narradoras de relatos cortos de terror, que ya comenzó a inquietarnos seriamente con «Los peligros de fumar en la cama»  y  después con «Las cosas que perdimos en el fuego».

La originalidad de esta escritora radica, a mi parecer, en la forma de presentar el terror, dejando de lado los clichés típicos del género, y yendo a un terror que surge de las situaciones más cotidianas: la casa, el barrio, los vecinos. Diríamos que estamos ante un terror de «andar por casa», que quizá por ello hace que el lector se sienta más protagonista de las situaciones terroríficas que plantea en cada relato. En mi caso, en algún momento he tenido que detener la lectura, cerrar el libro y mirar a mi alrededor para tranquilizarme antes de continuar.

Es una colección insuperable de doce relatos, a cual más terrorífico, situados en la actualidad, aunque no haya muchas señales de en qué momento se desarrollan, a excepción de alguna mención al COVID o a las mascarillas, sin que esos detalles sean el motivo del terror, eso sería demasiado previsible. También hay alguna mención a la situación política y social de Argentina, pero solo de pasada, como situación del entorno de determinados relatos.

Sin querer desvelar al lector las tramas de estos doce cuentos, simplemente señalaré lo que me ha parecido más destacable de algunos de ellos.

  • En «Mis muertos tristes», la acción se sitúa en un barrio de clase media en el que se instaura entre los vecinos el miedo a que los pobres les invadan sus casas y esa situación produce que las víctimas de la pobreza o la delincuencia se transformen en fantasmas que recuerdan una y otra vez a los vecinos su penosa situación.
  • En la misma línea, «Ojos Negros», nos cuenta la peripecia de un grupo de voluntarios de una ONG que se dedican a llevar alimentos y ayuda sanitaria a los más desfavorecidos en la ciudad de Buenos Aires durante la noche, pero en una de esas incursiones tendrán un encuentro espantoso que dará lugar a uno de los momentos más terroríficos del libro.
  • En «La mujer que sufre», la escritora analiza la parte más oscura de la tecnología y redes sociales, pues la narradora empieza a recibir en su teléfono una serie de mensajes de una mujer desconocida sobre cómo va presenciando de forma extraña el deterioro de una mujer debido a un cáncer en su propia casa y a través de visiones en un espejo.
  • En «El artista local», una pareja decide pasar el fin de semana en un alojamiento rural en un pueblecito perdido en medio de la Pampa. Allí encontrarán a un extraño grupo de personas y unas pinturas realizadas por un pintor de la zona que irán convirtiendo su estancia en una auténtica tortura, en un ambiente totalmente de Lovecraft.
  • «Los recuerdos de la infancia», en concreto una travesura entre niños que acabó de forma trágica, son el trasfondo de uno de los relatos que más me ha gustado, “Cementerio de heladeras”, en el que los causantes de ese hecho luctuoso vuelven treinta años después al lugar y lo que se encuentran da lugar uno de los finales más escalofriantes del libro.
  • Por último, «Diferentes colores hechos de lágrimas» es un relato en el que la violencia soterrada de un marido hacia la mujer que le abandonó por otro, se muestra de forma terrorífica en los vestidos que ella dejó en la casa del matrimonio y que ahora han adquirido unos compradores de ropa vintage que se llevarán una gran sorpresa cuando se prueben esos ropajes.

En definitiva, Mariana Enríquez confirma con este libro de relatos que es una de las mejores escritoras en lengua castellana dentro del género de terror.

Mariana Enríquez

Mariana Enríquez nació en Buenos Aires, Argentina, en 1973. Se licenció en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Como periodista es subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y ha colaborado en las revistas TXT, La Mano, La Mujer de mi Vida y El Guardián. También ha hecho radio, en el programa Gente de a pie, de Radio Nacional.

Como escritora, publicó su primera novela, «Bajar es lo peor» (1995), a los 21 años. Le siguieron «Cómo desaparecer completamente» (2004), «Éste es el mar» (2017) y «Nuestra parte de la noche» (2019), y los libros de relatos «Los peligros de fumar en la cama» (2009) y «Las cosas que perdimos en el fuego» 82016).

También ha escrito ensayos como «Mitología celta» (2007), «Alguien camina sobre tu tumba: mis viajes a cementerios» (2013) y «La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo» (2014).

Inscrita dentro del grupo de la llamada «nueva narrativa argentina, Enríquez ha logrado un gran éxito con sus novelas y cuentos dentro del género de terror. Fue galardonada en 2017 con el Premio Ciutat de Barcelona en la categoría «Literatura en lengua castellana» por su libro «Las cosas que perdimos en el fuego». Y en 2019 se alzó como ganadora del Premio Herralde de la Editorial Anagrama con su última novela «Nuestra parte de la noche».

Publicado por Ana Domingo.

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