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viernes, 17 de noviembre de 2023

Umma. El integrismo en el Islam - Antonio Elorza

 

Título: Umma. El integrismo en el Islam                                                                                Autor: Antonio Elorza

Páginas: 416 pág.

Editorial: Alianza

Precio: 12,80 euros

Año de edición: 2002

El historiador Antonio Elorza aborda en este ensayo las bases teóricas del Islam radical con gran rigor conceptual. Estudia la configuración del integrismo islámico partiendo de los orígenes mismos de la religión musulmana. Para evitar cualquier acusación de manipulación, incluye en cada capítulo un apéndice con extensos fragmentos de los textos estudiados. Hay una cuestión esencial: el integrismo islámico es una de las formas posibles que puede adoptar el islam. Pero, naturalmente, no es la única. El mensaje islámico admite, como todas las religiones, una pluralidad de interpretaciones. Lo indudable es que, a partir del fracaso del nacionalismo árabe, el integrismo es un fenómeno de masas cada vez más pujante. Se trata de un problema global. Quienes más lo sufren son los propios musulmanes. Sus coletazos alcanzan también a Occidente. 

Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 acabaron con la vida de 3000 personas en Nueva York y Washington. Las torres gemelas fueron decapitadas. Los responsables estaban vinculados a Al Qaeda, la red terrorista dirigida por el saudí Osama Bin Laden. El terrorismo yihadista ha seguido golpeando de manera incesante. Sus responsables matan y mueren en nombre de Dios. Es una violencia sagrada que pretende destruir la impiedad moderna para establecer en su lugar un estado teocrático, regido por la sharía o ley islámica. El objetivo de los fanáticos es redimir un mundo que, según ellos, ha caído en la ignorancia religiosa. Una vez eliminado el mal, se instaurará un califato universal. Piadosa y reconciliada, la humanidad vivirá bajo una teocracia que ordena el bien y prohíbe el mal. El integrismo islámico trasciende las fronteras. A su manera, es universalista. 

Umma equivale a comunidad islámica. La primera umma fue fundada por Mahoma en Medina allá por el siglo VII. Mahoma fue un profeta y hombre de Estado. En el islam se advierte desde el principio una mezcla de religión y política. El Corán y la Sunna o tradición (reglas de conducta que se remontan al profeta) son fuente de derecho. La religión es ley. Sharía. Eso es crucial. El modelo es teocrático y comunitarista. Los individuos deben someterse al grupo. Las normas jurídicas emanan de la soberanía de Dios. Los gobernantes son lícitos siempre y cuando no desobedezcan los mandatos divinos. La verdad ha sido revelada de una vez y para siempre. No cabe ninguna innovación. No existe la perspectiva histórica. El hombre no puede burlar el poder absoluto de Dios.

Estamos ante un integrismo puro. El dogma revelado debe mantenerse incólume como perfecta manifestación de la voluntad divina. Los verdaderos creyentes imitan el ejemplo de los primeros musulmanes: austeros, guerreros y puritanos. A esta militancia salafista (salaf: piadosos antepasados) se le une la yihadista. La guerra santa o yihad extiende las fronteras del Islam a costa de los impíos. Los enemigos son infieles, politeístas, ateos. Ignoran la verdad. Esta es la ideología salafista-yihadista de las organizaciones terroristas. Aunque su base es religiosa, sería una injusticia identificarla sin más con el islam. El islamismo es la politización del islam. El yihadismo es el islamismo violento. 

Elorza repasa la historia del integrismo islámico desde la Arabia de la revelación coránica hasta la actualidad. Las circunstancias históricas y políticas cambian. El dogma integrista se mantiene sin cambios. Perfecta unicidad de Dios (uno y sin asociados), teocracia y yihad, entendida como guerra santa (no como pacífica perfección espiritual del creyente). No caben las interpretaciones racionales. La verdad está ya codificada de antemano, es un mandato divino indiscutible, se entiende literalmente y se aplica con una lógica belicista. Maniqueísmo total. Superioridad del creyente sobre el que no lo es o lo es tibiamente. Violencia como resultado. 

Personajes como el teólogo Ibn Taymiyya dejaron ya claro en el siglo XIV que el creyente es ante todo un guerrero. La comunidad es una, la fe ardiente y su expansión obligada. La confrontación resulta inevitable. Desde el siglo XVIII la alianza entre Ibn Wahhab, sabio intransigente, y la familia Saud, sientan las bases en Arabia, cuna del Islam, de una teocracia que aún pervive. Con los petrodólares se ha extendido el wahabismo, una versión tradicionalista del Islam. Quizá el semillero más importante del integrismo islámico han sido los Hermanos Musulmanes. Este movimiento religioso-político fue fundado en Egipto en 1928 por Hasan al-Banna. Los Hermanos Musulmanes tienen un lema muy sencillo, que lo explica todo: el Corán es nuestra constitución. Pasa el tiempo. Descolonización. Regímenes autoritarios en las naciones árabes. 1979: revolución islámica en Irán. Talibanes en Afganistán. Formación de Al Qaeda en 1988. Condena a muerte de Salman Rushdie. Atentados del 11 de septiembre. Masacres de París, Madrid y Londres. Estado islámico en Siria con miles de yihadistas reclutados en medio mundo (3300 europeos occidentales). Matanzas, matanzas por doquier. Que siguen. 

Para Elorza, son las bases textuales del islam interpretadas literalmente las que pueden llevar a justificar la violencia. Por supuesto, es posible lo contrario: una interpretación libre, razonada y contextualizada. Así se evitarían, por ejemplo, castigos aberrantes como la mutilación de miembros. La inmensa mayoría de los musulmanes son pacíficos. La violencia religiosa en nombre de Dios no es únicamente islámica (la cruzada es el correlato cristiano de la yihad). Pero la adaptación del mundo árabe a la modernidad está siendo traumática. El integrismo como respuesta anacrónica tiene raíces muy antiguas. Antonio Elorza las investiga, a mi juicio, con admirable honestidad intelectual. Un libro imprescindible.

Antonio Elorza

Antonio Elorza (1943) es un destacado historiador y ensayista español nacido en Madrid. El profesor Elorza ha sido catedrático de ciencia política en la Universidad Complutense. Desde fines de los años 60 se ha dedicado a estudiar diferentes corrientes políticas e ideológicas. Uno de sus primeros libros fue una investigación hoy clásica sobre la influencia de la ideología liberal en la Ilustración española. Sus trabajos acerca del nacionalismo vasco son decisivos. También se ha interesado por las religiones políticas en general y el fenómeno estalinista. Con «Umma. El integrismo en el Islam» (2002) comenzó una serie de estudios sobre las distintas manifestaciones del fundamentalismo islámico. La firma de Antonio Elorza es habitual en los medios de comunicación. Reside en Madrid

Publicado por Alberto.

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