Título: Un trabajo para toda la vida Autora: Rachel Cusk
Páginas: 224 pág.
Editorial: Libros del Asteroide
Precio: 18,95 euros
Año de edición: 2023
Dos cosas llaman la atención sobre este título. La primera, que parece mentira que hayamos tenido que esperar nada menos que 22 años para que esta estupenda obra sobre la experiencia de ser madre, aparecida originalmente en inglés en 2001, se haya traducido al castellano y publicado en nuestro país de la mano de los Libros del Asteroide. No sé qué criterios manejan las editoriales, pero es un libro fenomenal, una apuesta segura condenada a ser un éxito.
La segunda, que haya habido quien se haya sentido ofendido por su contenido. Este libro te puede como mucho no gustar —no lo entiendo mucho, pero bueno, es posible, hay gente para todo—, pero ¿ofender? eso sí que es incomprensible. Cuando apareció en Reino Unido, desató cierta polémica y hubo quien tachó a la autora de «madre inepta y poco cariñosa».
Se trata de un texto a medio camino entre el ensayo y la novela, o mejor dicho, una autobiografía novelada escrita con un propósito muy claro: romper con el tópico de la maternidad feliz, plena y de color de rosa, y mostrar también su lado menos amable, la ambivalencia amor/rechazo que puede inspirar un bebé recién llegado, los miedos que despierta y todos los inconvenientes que acarrea esa relación. Es decir, esa mezcla de amor, pánico y extrañeza que siente una madre por su hija, especialmente al principio. Y todo hecho con grandes dosis de sinceridad y honestidad.
El resultado es una exploración interesantísima, una indagación profunda e inteligente, no exenta de humor y algo de ironía, sobre eso que se oculta habitualmente porque está mal visto: las desventajas de ser madre, en el más amplio sentido. Finalmente, el libro llega a construir una respuesta a la pregunta: «¿Qué significa para una mujer ser madre?».
Esta autobiografía-ensayo empieza ya en el embarazo y a lo largo de doce capítulos transita por las sensaciones que despierta ver cómo el propio cuerpo cambia a toda velocidad, el misterio que rodea al parto, los cambios que se producen en la personalidad inducidos por el hecho ser madre, el amor y el profundo miedo que inspira la figura del recién nacido, el infierno de los llantos incontrolables, los cólicos, los gases y otros horrores del infante, la brechaentreel yo y el ser madre, el insomnio crónico y muchos otros problemas y complicaciones.
Incluye también una divertida y detallada crítica de los libros y publicaciones sobre la maternidad, una larga descripción irónica de los mil y un consejos ridículos y contradictorios que todo el mundo está deseando dar a una madre, una enmienda a la totalidad del abismo patriarcal en el que caen todas las madres y un relato realista de lo difícil que es encontrar a un/a canguro/a simplemente normal.
En fin, un libro basado en la experiencia propia, experiencial, reflexivo y lúcido, enriquecido con citas jugosas y referencias literarias bien traídas. El estilo es ágil y ameno, muy entretenido, y el contenido te hace pararte a pensar en cada página y casi en cada línea. Una obra espléndida y necesaria —¿cómo no se le había ocurrido antes a nadie escribir un libro así?— con un planteamiento muy acertado y una ejecución impecable. Imprescindible para madres y padres, presentes y futuros, potenciales y por delegación, es decir: para todo el mundo.
La traducción del original en ingles está tan bien hecha que no se nota y hay que agradecérsela a la madrileña Catalina Martínez Muñoz, que ha vertido al castellano una larga lista de clásicos de la literatura inglesa.
Rachel Cusk (Saskatoon, 1967) es una escritora canadiense, hija de padres británicos. Pasó su niñez en Los Angeles y a los siete años, se mudó con su familia a Gran Bretaña, donde estudió Literatura inglesa en el New College de la Universidad de Oxford.
Publicó
su primera novela a los 26 años con bastante éxito y desde entonces ha
publicado novelas y ensayos sobre la feminidad en la sociedad actual y
sus memorias. Ha escrito diez novelas y cuatro ensayos, con los que ha
ganado el Whitbread First Novel Award, el Somerset Maugham Award y ha quedado finalista en otros once galardones.
Estuvo casada con el fotógrafo Adrian Clarke hasta que se divorció en el 2011. Convirtió su experiencia personal de divorcio en material literario y argumento de una trilogía de novelas. Actualmente está casada con el artista Siemon Scamell-Katz, vive entre Londres y Norfolk, y tienen dos hijas.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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