Título: Fuimos indómitas Autora: Victoria Gallardo Romera
Páginas: 134 pág.
Editorial: La Librería
Precio: 13,90 euros
Año de edición: 2021
Este libro, tan apasionante, entrañable e instructivo, subtitulado Los oficios desaparecidos de las mujeres de Madrid, recopila la historia de varias profesiones clave desempeñadas mayoritariamente por mujeres durante el siglo XIX y principios del XX. Se trata de quehaceres desempeñados por mujeres debido a su mayor destreza manual, a que se aceptaba que cobrasen sueldos más bajo que los hombres y al hecho de que al ser trabajos subalternos, de mano de obra en los que la fuerza no era necesaria, se daba por sentados que eran labores de chicas.
Los ocho trabajos considerados, uno por capítulo, son: lavanderas, aguadoras, verduleras, castañeras, modistas, cigarreras, telefonistas y taquilleras. Así que estamos ante una especie de reportaje histórico, rico y detallado, basado en una exhaustiva labor de documentación realizada en hemerotecas y bibliotecas, una especie de álbum colectivo basado en testimonios, entrevistas, noticias y anuncios. La autora ha encontrado incluso a descendientes de las trabajadoras del pasado y las ha entrevistado, hombre y mujeres ya mayores que a veces se sorprendían ellos mismos de todo lo que recordaban.
Por estas páginas desfilan: sufridas lavanderas a mano y por encargo en el río Manzanares, que empezaban a trabajar a los 12 y en invierno rompían el hielo con una pala para poder trabajar; abnegadas aguadoras que recorrían la capital con un botijo y un vaso a cuestas, ofreciendo agua, azucarillos y aguardiente —os suena ¿verdad?— durante más de diez horas al día; míseras verduleras ambulantes que revendían su mercancía en los alrededores del mercado de la Cebada y cuando se revolucionaban, paraban media ciudad; entrañables castañeras, como las que se ven en nuestras calles todavía hoy en día, que gritaban «¡Castaña de la Vera. La que bien se monda, la que bien se pela»; pintorescas modistillas, que cosían a las órdenes de un jefe en jornadas de hasta 14 horas al día; aguerridas cigarreras de la Tabacalera, que pusieron en fuga a más de un destacamento de la Guardia Civil cuando se rebelaron ante la llegadas de máquinas que les iban a quitar trabajo; jóvenes y fragantes telefonistas que conectaban a mano la línea del que llamaba con la del destinatario y que, si se casaban, perdían el trabajo, y taquilleras de Metro que también tenían que permanecer solteras o ser viudas, como si de una orden monacal se tratase.
Aquí nada se inventa, aquí nada se imagina. Toda lo que se cuenta está basado rigurosamente en fuentes escritas, que se detallan en una extensa bibliografía, y entrevistas. Así que se trata de un auténtico trabajo de historia, o mejor dicho de intrahistoria, que diría Unamuno, la historia de la gente de a pie, la que no tiene estatuas ni monumentos, ni suele ser considerada protagonista de la Historia, pero la vive y es testigo de ella. La redacción es ágil, amena y muy entretenida. El texto está lleno de historias, anécdotas, sucedidos y detalles atractivos. La autora es una buena periodista que conoce bien su trabajo y sabe cómo hacerlo para que la lectura sea d elo más agradable. El texto está ilustrado con fotos, grabados y dibujos de la época que contribuyen a transportar al lector a un pasado que resulta relativamente reciente y con el que todavía hay algunos vínculos en forma de canciones, dichos, historias y algún que otro detalle.
El título alude a que prácticamente en todos estos gremios hubo lucha social, huelgas, asociaciones, algaradas y movimientos reivindicativos duros y decididos. Hay que pensar que eran mujeres muy unidas y dispuestas a todo, pobres con trabajos durísimos en jornadas interminables, sin vacaciones, seguro ni ninguno de los derechos hoy reconocidos, que en ocasiones empezaban a trabajar antes de los 10 años y seguían haciéndolo hasta más allá de los 80 o incluso, los 90 años. Consiguieron muchas mejoras gracias a su lucha y fueron pioneras de los movimientos sindicales.
La edición está arropada por un prólogo de la escritora Marina Mayoral e incluye una introducción y un epílogo de la autora que sitúan toda la información en su contexto. En fin, un libro tan ameno como interesante, que no sumerge en una parte de nuestra historia más reciente y que se lee con sumo agrado. Porque no solo de novela y relato se alimenta el buen lector, sino de todo lo que sale de la imprenta, si es bueno y de calidad. Por eso os recomiendo este libro, porque es estupendo. Os encantará.
Victoria Gallardo Romera (Madrid, 1990) es una periodista española. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Hizo sus prácticas en el periódico El Mundo y como les gustó, ha seguido colaborando en ese diario desde entonces. Ha sido redactora en Metrópoli, Yo Dona y otros medios.
Siempre se ha interesado por el mundo editorial, la cultura y la historia íntima de las personas de a pie, más que de los grandes personajes de la Historia.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Si hubiese que hacer un reportaje parecido en España hoy en día, seguramente habría que hablar de las internas, las enfermeras, las cuidadoras, las limpiadoras y las kellys. Sufridas trabajadoras, a menudo en precario, que cumplen un papel insustituible y poco valorado.
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