Título: Iznogud el infame Autores: René Goscinny y Robert Tabary
Páginas: 44 pág.
Editorial: Grijalbo/Dargaud
Precio: 12,50 euros
Año de edición: 1969
Un buen amigo mío me ha regalado el otro día este volumen de las aventuras del inefable visir Iznogud porque lo tenía repetido y, sin saberlo, lo que me ha dado es un billete de viaje al pasado. Nada más abrirlo, me he sentido transportado a mi infancia, cuando leía esta historieta por encima del hombro de mis hermanos mayores, al principio como espectador silencioso y luego, como niño preguntón al que explicaban pacientemente los chistes y juegos de palabras que no entendía.
Son historietas geniales, de 12 a 15 páginas cada una, que aparecían en el tebeo Gran Pulgarcito y luego empaquetadas en álbumes como éste, el cuarto de la serie, de 44 o 48 páginas. La historia era en el fondo siempre la misma, pero siempre funcionaba: en el Bagdad de «Las mil y una noches», hay un visir muy malvado que quiere ser califa en lugar del califa; para ello, junto a su fiel criado, emprende los complots más disparatados, empleando alfombras mágicas, pociones milagrosas, conjuros, genios, magos hipnotizadores..., que siempre fracasan estrepitosamente a pesar de la confianza del bobalicón califa, y dejan al visir en situación más que comprometida.
Los nombres de los personajes son geniales: el visir Iznogud (He is no good, es decir que es malvado y además, no sirve para nada), su sirviente Dilá Lará, el califa tontorrón y suertudo Harun el Pussah (en francés, poussah significa gordinflón y también, tentetieso) y toda una galería de personajes disparatados con nombres irónicos. Las historietas están llenas de gags hilarantes, juegos de palabras, retruécanos y calambures ―que a veces se pierden en español―, que junto a la ironía de los diálogos, y al humor surrealista y desternillante de las situaciones hacen que su lectura sea una delicia.
El origen del personaje parece que fue pura casualidad. Le encargaron a Goscinny una historieta nueva en colaboración con el dibujante Tabary y en la primera reunión, Goscinny empezó diciendo «Érase una vez, en Bagdad la magnífica, un califa muy bueno, pero que tenía un visir malísimo...». Y a partir de ahí empezó todo. En realidad es una frase de su libro «El pequeño Nicolás», que utiliza un monitor de campamento cuando empieza a contar un cuento a los niños.
Otra curiosidad es que la traducción del francés de este volumen está hecha por el barcelonés Víctor Mora (1931-2016), el creador del Capitán Trueno.
En fin, unas historietas divertidísimas, llenas de creatividad, ingenio y humor inteligente, muy recomendables para amantes del cómic, un género que no hay que despreciar porque, como ya sabéis: donde hoy hay un tebeo, mañana habrá un libro.
René Goscinny (París, 1926-1977) fue un escritor y guionista de historietas francés. Nació en una familia de judíos, su padre era un ingeniero químico polaco y su madre era ucraniana. Se conocieron en París, se casaron y cuando René tenía dos años, su padre consiguió un buen trabajo en Buenos Aires y toda la familia se fue para allá. Vivieron 17 años en Argentina y así se salvaron de la invasión nazi y los campos de concentración. Cuando cumplió 17 años, su padre murió de una hemorragia cerebral y dos años después, emigró con su madre a Nueva York y al año siguiente, a Francia.
Trabajó
en una empresa de neumáticos y como traductor, antes de convertirse en
dibujante e ilustrador. Es el creador, junto al dibujante belga Morris, del personaje de Lucky Lucke (1955), de los libros de El pequeño Nicolás (1955), inspirados en sus compañeros argentinos de colegio, y del Gran Visir Iznogud, aparecido por primera vez en 1962.
Fue uno de los fundadores de la revista Pilote y en su primer número, en 1959, publicó junto a Uderzo la primera de las aventuras de Astérix, traducidas a 111 idiomas y que han vendido más de 380 millones de ejemplares. Falleció de un paro cardíaco mientras se sometía a un chequeo médico de rutina.
Jean Tabary (Estocolmo, 1930-2011) fue un historietista francés. De padre violinista y madre ama de casa, su primer trabajo fue de decorador de techos con yeso y escayola.
Inició su carrera como dibujante de historietas con la serie Richard et Charlie, realizada para el semanario Vaillant. Otras creaciones de Tabary son Totoche, Corinne et Jeannot, Luc et Laura, La famille Hautympan, y Valentin le Vagabond. Su producción más famosa es Iznogud, realizada junto con el guionista René Goscinny, del que se publicaron 27 álbumes, durante 42 años, de 1962 a 2004, de los que los 15 primeros tenían guion de Goscinny.
Sufrió un derrame cerebral en 2004, cuyas secuelas le impidieron seguir dibujando y confió Iznogud a sus tres hijos, que publicaron un álbum en 2008 y otro en 2012. Dos de sus hermanos son ilustradores y dibujantes.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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