Título: Quebrada Autora: Mariana Travacio
Páginas: 166 pág.
Editorial: Las Afueras
Precio: 16,95 euros
Año de edición: 2022
Hoy quiero hablaros de otra espléndida novela de la argentina Mariana Travacio, que en poco más de 160 páginas y 80 capítulos, cortos y secos como latigazos, nos brinda otra historia tremenda y sobrecogedora, clásica y violenta, sintética y precisa, con aires de tragedia griega y hondura en cada frase. Se trata de una precuela de «Como si existiese un perdón» (2016), con la que comparte escenario, tono, estilo y factura.
Es una novela lacónica y escueta, estricta y rotunda, en la que ni sobre ni falta nada, de pocas palabras, como el «Martin Fierro» y como las gentes de aquellas tierras secas, castigadas por los elementos y un clima duro e inclemente. Porque estamos ante una historia de intemperie, de gente de campo que sobrevive como puede, olvidados de la mano de Dios, perdedores sin remedio, condenados por un destino que van conociendo poco a poco.
Es un western con reminiscencias de Juan Rulfo, Selva Almada y Antonio Di Benedetto, y también una road movie literaria, una historia que arranca cuando una campesina, Lina, cansada de vivir en una tierra seca que nada le da, sale de su casa en busca del mar y una vida mejor. Atrás queda Relicario, que no quiere abandonar a sus muertos, y que finalmente partirá en busca de Lina. La primera parte del libro describe ese viaje, contado desde los dos puntos de vista, el de Lina y Relicario, de manera alternada. La segunda, cuenta el desenlace y todo lo que ocurre cuando los viajeros llegan a un rancho. Algunos personajes encajan con los de la novela anterior, «Como si existiese un perdón», otros no, pero en cualquier caso, este texto se cierra en sí mismo y resulta completamente autónomo.
El estilo está lleno de sabor, color y polvo de aquellas tierras castigadas por el sol y la sequía. Aquí aparecen un hombre que les lleva sopa a sus muertos, un burro que siempre encuentra el mejor camino y que sabe escuchar, unos niños que nunca han visto un ataúd, un padre que encierra a sus hijos en jaulas, lugares en los que los grillos aturden y los perros no ladran, un sepulturero que siempre hace las cajas de a tres porque sabe que nadie se va solo de este mundo, alguien a quien le cae un rayo, alguien que se quema tratando de salvar a sus padres y muchas otras cosas, que al principio parecen excéntricas, pero que tienen su razón de ser. Son historias de una tierra de perdedores y olvidados, que arman las familias con lo que tienen a mano, como pueden, y no paran nunca de luchar, aunque en el fondo saben que su destino les alcanzará antes o después.
Una narración fascinante, sobre un mundo primigenio, ancestral y arquetípico, que sigue sus propias reglas. Se lee en solo un par de horas, por más que el lector trate de demorarse y estire el tiempo todo lo que puede. Da pena que se acabe tan pronto. Solo nos queda suponer y esperar que habrá una tercera novela del mismo estilo, que encaje en las tramas de estas dos primeras. Un libro inolvidable, de los que dejan marcado al lector para siempre.
Mariana Travacio (Rosario, 1967) es una psicóloga y escritora argentina. A los dos años, se trasladó con su familia a São Paulo (Brasil). Allí estudió en un Liceo, en francés. Cuando era adolescente su familia se mudó a Buenos Aires, en cuya universidad se licenció en Psicología y dió clases de Psicología Forense.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Debo agradecerte su lectura: fascinante, dura, preciosa, tristísima. Una historia de y sobre el amor, el arraigo y el desarraigo.
ResponderEliminarMe acabé dosificando los capítulos para no terminarla de una sentada.
¡Voy a por la siguiente!
Gracias por el comentario. La Travacio es tremenda. Y su tercer título, "Me verás caer", un conjunto de relatos que se engarzan y casi forman una historia, es también formidable.
ResponderEliminarSalud y libros.