Título: Permafrost Autora: Eva Baltasar
Páginas: 144 pág.
Editorial: Random House
Precio: 16,90 euros
Año de edición: 2018
Esta es la primera novela de Eva Baltasar, una premiada y consumada poeta, lo que para mí tiene ya de entrada un interés especial. Los debuts novelísticos de los poetas suelen valer la pena, tener algo interesante y valioso. Son magos de la palabra, prestidigitadores del verbo que trabajan la lengua desde su nivel más elemental y profundo. Y cuando se deciden a escribir narrativa es que tienen algo que contar y saben cómo manejar el lenguaje.
Eso me ha pasado con esta primera novela, una novela corta de ciento y pico páginas, que, después de cuatro capítulos —los capítulos son muy breves, de tres o cuatro páginas— muy poéticos, en los que no es fácil hilar un argumento al leer frases metafóricas y sugerentes, arranca una historia contada por la voz de una mujer, una especie de autobiografía simulada, al menos en parte, de lo más interesante.
Se trata de la experiencia vital de una lesbiana, que toca temas poco habituales, como las pulsiones suicidas, el propio cuerpo, las relaciones entre mujeres, cierta dificultad para enamorarse, el paso del tiempo, la complejidad de saber qué quiere uno (una) en la vida, la influencia de la familia, el precariado... vivencias íntimas, existenciales, contadas con la voz más íntima de una chica sensible, contadas con voz sincera y auténtica, que nos conmueve y emociona. Por más que la autora presenta el libro como una ficción, una biografía inventada, no se puede dejar de pensar que tiene mucho de su personalidad y de su propia experiencia vital. Hay algunass coincidencias generales con los datos que he encontrado sobre su vida.
La protagonista hace Historia del Arte influida por su madre, cuando lo que le gusta en el fondo son las Bellas Artes —«Los verdaderos artistas no se dedican al pasado»—; Baltasar hizo Pedagogía, cuando lo que le gusta es escribir. La mujer de la novela siente el peso de haber tardado una década en saber lo que quería hacer con su vida, aunque encuentra una segunda oportunidad, porque a los 23 años puedes creer que ya es tarde para todo, pero curiosamente, a los 40, no; la autora publicó su primer libro de poesía algo tardíamente, a los 30. Las dos son lectoras compulsivas y empedernidas... paralelismo y coincidencias, que nos recuerdan que es inevitable, en mayor o menor medida, partir de la experiencia propia cuando se escribe sobre la vida íntima e interior de alguien.
El texto incluye también reflexiones atractivas, como una disquisición sobre los tipos de mentiras que hay o una reflexión sobre la relación entre mentira y libertad.
En fin, una novelita muy interesante sobre una mujer en formación, que trata de madurar en un entorno algo inhóspito y lucha contra las influencias externas. El permafrost es una capa de suelo permanentemente congelado en lugares muy fríos; puede ser una metáfora de la membrana protectora tras la que se refugia la protagonista, demasiado sensible, para protegerse del entorno que la abruma, un mundo demasiado superficial, en el que los roles parecen fijados de antemano.
Un libro íntimo, poético y sincero, lleno de hallazgos expresivos y conmovedor en su autenticidad, que se lee con emoción hasta el final.
La novela original está escrita en catalán y ha sido traducida al español por Nicole d'Amonville Alegría, escritora editora y traductora de inglés, francés y catalán, que es salvadoreña y afincada en Mallorca.
Eva Baltasar (Barcelona, 1978) es una poeta y novelista española. Aprendió a leer a los cuatro años y desde entonces es una lectora voraz de literatura y filosofía. Es licenciada en Pedagogía por la Universidad de Barcelona, aunque no ejerce. A los 30 años debutó con «Laia», un libro de poemas con el que ganó el Premio Miquel de Palol. Desde entonces, ha publicado nueve poemarios más, todos premiados.
La crítica ha dicho que su poesía es intimista, centrada en el cuerpo y con aspectos filosóficos y conceptuales. Algunos de sus temas centrales son el lesbianismo, la experiencia de habitar el propio cuerpo, la maternidad y el tener un imaginario íntimo como forma de soportar la realidad.
En 2018 debutó como novelista con «Permafrost», ganadora del Premio Llibreter que conceden los libreros de la ciudad condal. Es la primera parte de una trilogía que explora el universo femenino de tres mujeres. En 2020 llegó a las librerías «Boulder», la segunda entrega, que obtuvo el premio Òmnium a la mejor novela en catalán del ese año. Y en 2021, «Mamut», que cierra la serie. Vive en Cardedeu, alejada del mundanal ruido, y tiene dos hijas.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario