Título: Lo que hay Autora: Sara Torres
Páginas: 224 pág.
Editorial: Reservoir Books
Precio: 17,90 euros
Año de edición: 2022
«Para mamá que, cansada de que hija escribiese poesía que nadie entendía, me preguntaba en cada encuentro: ¿Para cuándo el best-seller?».Esta es la salada dedicatoria de este libro, que cumple una vez más la regla que dice que cuando un poeta escribe una novela, hay que leer, porque encierra secretos valiosos, una voz propia y una manera de ver el mundo diferente.
Eso ocurre con este libro maravilloso y extraordinario, que parece hablar de otra realidad porque los buenos poetas no viven en este mundo y habitan su propio universo. La primera frase es impactante: la madre de la protagonista muere mientras ella hace el amor con una mujer. Y a partir de ahí se inicia una indagación muy personal en la historia afectiva y familiar de la mujer que toma la palabra de principio a fin. Nos habla de la relación con su madre, de la experiencia de perderla y de sus relaciones afectivas en un texto con mucha personalidad, originalísimo, en el que se destila sin esfuerzo un lirismo sencillo y natural, auténtico, que sabe a verdad. Curiosamente, la autora sabe mantener cierta intriga, porque aunque se nos abre y nos cuenta sus sentimientos más íntimos, siempre hay algo de contención, continuamente el lector tiene la sensación de que se guarda algo y ese misterio impulsa a seguir y seguir leyendo.
Claro que incluye escenas de sexo, más o menos explícito, pero siempre elegantes y estilizadas, porque es parte de las relaciones amorosas y si se evitasen en un libro tan sensorial y perceptivo, faltaría algo, una pieza del puzle emocional que lo compone.
Vamos con la habitual antología de citas, que ayuda a hacerse una idea de qué tipo de texto se trata: «Mientras mama moría yo estaba haciendo el amor», «... ese inicio de llanto animal que anuncie que ha llegado al límite entre lo que quiere y lo que puede aguantar», «Quien ha mirado a una mujer desde abajo sabe a lo que me refiero», «... recuerdo su último olor», «La angustia no es un estado del alma, sino un estado del cuerpo» (André Comte-Sponville), «¿Alguna vez somos para alguien el único objeto de amor?», «Yo he tenido ya un marido una hija y un perro y no voy a repetir versiones cutres de lo que ya he vivido; tampoco voy a buscar nada más», «Una vuelve siempre a los viejos sitios en los que amó la vida» (Chavela Vargas), «El dandi es un sujeto que sublima su vida en al búsqueda de una versión estilizada de su propio yo. Es un artista», «Solo el presente puede ser el tiempo del amor», «Recuerda que cada vez que tú me estés echando de menos, yo también te estaré echando de menos», «Quien ira atrás tiene el corazón roto»,