Título: 1980 Autor: Juan Vilá
Páginas: 168 pág.
Editorial: Anagrama
Precio: 17,90 euros
Año de edición: 2020
Esta novela, tan radical, atrevida y agridulce, cuenta la historia de una infancia con dos padres, llena de claroscuros, tierna y dura al mismo tiempo, con la que el autor lleva a cabo un ejercicio de striptease existencial y vital total. Porque este libro también es una reflexión sobre la influencia que tiene la infancia sobre el resto de nuestras vidas.
Esta obra es muchas cosas a la vez, además de lo dicho, una declaración de amor incondicional a un segundo padre barcelonés, elegante y sofisticado, alto y bien plantado, burgués, católico y de derechas, con secretos y sombras bien ocultos, que conquistó a la madre viuda del narrador y cabió para siempre la historia de una familia de hombres ausentes y mujeres demasiado poderosas y dominantes. Como una abuela que presumía de haberse destetado con garbanzos y haber amortajado a su hermano a los dieciséis años, a la que ve nuestro niño protagonista con amor y horror al mismo tiempo. Porque este texto es también una radiografía completa de una familia peculiar, con una galería de personajes muy peculiares, con sus manías y querencias.
Las frases con cortas, directas, llenas de intensidad expresiva y palabras malsonantes administradas con oportunidad y sabiduría. Porque utilizar tacos al hablar o al escribir sin que quede mal, simplemente como un recurso que refuerza lo dicho es un privilegio que tienen unos pocos que saben hacerlo. La narración, tierna y algo brutal a la vez, está llena de frases chocantes y memorables: «El amor. si no te arrastra a la humillación o al ridículo, no es amor», «La civilización es, en muchas ocasiones si no en todas, la forma más eficaz y espeluznante de dar rienda suelta a nuestro salvajismo», «Porque un niño aprende más por lo que ve que por lo que oye», «Nada hay más grosero y maleducado que escribir», «Los muertos siempre molestan [...] Nos recuerdan que no les quisimos lo suficiente o que ya no les queremos en absoluto», «Mi madre me aplastaría si yo demostrase ternura».
Una novela única, valiente y original, lírica y brutal, sin edulcorante alguno, que muestra las interioridades de una familia plagada de relaciones enfermizas, luchas por el poder emocional y personajes que acaban siendo víctimas de sí mismos. Un ajuste de cuentas y una declaración de amor al mismo tiempo. Un ejemplo de que el género autobiográfico está lejos de estar agotado y nos reserva más de una sorpresa, y la revelación de un autor atípico, que escapa a todas las previsiones, con una forma de escribir muy elaborada, que se ajusta perfectamente a lo que cuenta. Una muy buena novela, diferente a todo lo que has leñido y llena de cualidades.
Juan Vilá (Madrid, 1972) es un periodista y escritor español. Estudió filosofía, se gana la vida como periodista escribiendo en una larga lista de medios y se dió a conocer mediante su blog Algo de libros, ideas y excusas para leer, en el que hizo crítica literaria durante 2009 y 2010.
Marta Sanz ha dicho de él que es «Alguien dispuesto a volar en pedazos una historia si con eso consigue construir una novela de verdad, una capaz de empapar al lector, de sacarlo de la literatura inofensiva y profiláctica». Es decir, un autor atrevido, original y que rompe moldes.
Esta es su cuarta novela. En 2012 apareció su primera novela «m», una novela radical y rabiosa sobre que contiene una sucesión de historias de amor, que a veces parecen de terror y a veces, de ciencia ficción. Luego vendrían en 2014 «El sí de los perros», sobre la clase media alta española, y «Señorita Google», una historia de amor contada con un lenguaje mordaz y radical.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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