Título: Una casa llena de gente Autora: Mariana Sández
Páginas: 328 pág.
Editorial: Impedimenta
Precio: 20,42 euros
Año de edición: 2022
Aquí tenemos «Una casa llena de gente» o el arte de armar una novela aparentemente sencilla por la facilidad de su lectura, pero que encierra mucho saber hacer literario. Vayamos por partes:
- Un tema conocido, porque se trata de la vida de los inquilinos de un edificio de pisos de alquiler y las relaciones que se establecen entre ellos, personas corrientes, «normales» diríamos para expresar que no destacan por nada de la mayoría. Al leer nos vendrán aires de Perec con su novela «La vida instrucciones de uso», al igual que recordamos las historietas de Francisco Ibáñez «13, Rue del Percebe», con la fachada seccionada que deja ver los pisos y a sus habitantes.
- Una estructura externa también a primera vista sencilla, cuyo índice señala la división en cinco capítulos con unos títulos que parecen orientar hacia la construcción, destrucción y construcción de un edificio: cimientos, andamiajes, exteriores, interiores, escombros y reconstrucción. La autora utiliza los títulos como metáfora de las fases por las que pasan las relaciones entre los vecinos. El edificio en sí será relevante por la mala calidad de los materiales que harán que funcione como caja de resonancia de lo que se habla dentro de los pisos, ya que de uno a otro se oye mucho más de lo deseable.
- Una estructura interna de la que ya no se puede hablar de sencillez, pues hay complejidad en los recursos estilísticos utilizados: el tiempo no es lineal; la voz de la narración en primera persona no es única pues aparecen diferentes voces de los residentes del edificio años después de la destrucción de la convivencia, además de la voz que transmiten las cartas encontradas, origen de la novela; la narradora forma parte de la historia que cuenta; se utilizan registros diferentes para los distintos personajes que evolucionan al compás de los acontecimientos; está plagada de una ironía fina que da lugar a momentos muy divertidos y que aporta siempre luminosidad a la narración además de ser contrapunto de los temas duros, y finalmente, la autora utiliza un lenguaje de gran riqueza con expresiones muy originales y reflexiones de gran interés que pone en boca de unos y otros personajes.
- Son solo cuatro pisos con dos familias por piso, que componen la galería de personajes, además de la abuela de la narradora y madre de la protagonista, Leila, que no vive en el edificio, pero que da mucho juego pues es una inglesa estirada que no se conforma con su vida lejos de su país, su lengua y costumbres, y que en sus visitas se inmiscuye en la vida de su hija.
Charo, la narradora, que es dramaturga, se enfrenta al encargo de su madre que no es otro que escribir sobre ella y editar e incluso representar su historia pues, aunque su vida fue la literatura, también fue su gran frustración pues nunca publicó. Para cumplir el difícil encargo, realiza una encuesta entre algunos de los habitantes de entonces lo que da diferentes perspectivas del mismo asunto. Estas visiones más las cartas, fotos y vídeos que le ha dejado su madre serán las piezas que, a manera de puzle, le permitan reconstruir su historia y comprender lo que por niña no podía saber de su madre.
En síntesis, una novela en la que la autora toma de la posmodernidad algo ya frecuente que se ha arraigado en la literatura actual, la hibridación de estilos y lo hace muy bien resultando una narración con movimiento y de ágil lectura.
Hay que destacar el buen hacer de la autora al ir lentamente provocando el interés del lector que, sin darse apenas cuenta, pasa de una posición de tranquila observación a una tensión contenida que no desaparece hasta el final.
Una estupenda lectura.
Mariana Sández (Buenos Aires, 1973) reside actualmente en España, donde desarrolla su trabajo como directora del Club de Lectores de Nueva Revista y UNIR (La Universidad Internacional de La Rioja), dirigido a docentes. Licenciada en Filología por la Universidad del Salvador, Buenos Aires, y diplomada en Teoría Literaria y Literaturas Comparadas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ees también gestora cultural y habitual en periódicos y revistas por sus reseñas literarias. Ha editado ensayos y un libro de relatos, «Algunas familias normales». Esta es su primera novela, que se editó en 2019 en su país y este año, con muy buen criterio, la ha editado de manera tan cuidada y hermosa, como siempre, Impedimenta.
Publicado por Paloma Martínez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario