Título: El Solitario Autores: Lorenzo Silva y Manuel Marlasca
Páginas: 192
Editorial: Random Cómics
Precio: 20,85 euros
Año de edición: 2020
Este atractivo volumen es un curioso híbrido entre novela con ilustraciones y cómic, porque si bien no está compuesta de viñetas, el texto es muy sintético y los dibujos tan abundantes que las dos partes que la componen, la literal y la gráfica, están muy equilibradas, se ajustan entre sí perfectamente y hacen que bien pueda llamarse una novela gráfica.
La historia es la de uno de los más famosos atracadores de banco que ha habido en España, el ladrón conocido como «El Solitario», que tuvo en jaque a varias unidades de la Guardia Civil y de la Policía durante 14 años, en los que atracó unos 30 bancos, gracias a un modus operandi muy bien ideado, a su destreza con las armas, sangre fría y decisión. Jaime Giménez Arbe, que así se llamaba, robaba siempre solo —de ahí su apodo— en sucursales rurales poco vigiladas y aisladas, poco antes de la hora de cierre —cuando podría haber más efectivo y el personal estaba cansado—, camuflado con una barba postiza y gafas de sol, con chaleco antibalas y con las yemas de los dedos cubiertas de esparadrapos para no dejar huellas. Huía en coches con matrículas de otros automóviles, que el mismo duplicaba artesanalmente, y en poco tiempo su rastro se perdía por caminos vecinales y pistas. Y para más inri, el hombre tenía el suficiente olfato dramático como para salir por la perta con un sonoro «Damas y caballeros, ha sido un placer» y soltar otras perlas similares en el momento adecuado.
La narración es directa, periodística y se ajusta a los hechos milimétricamente. Resulta tan apasionante y se sigue con tanto interés, que no se puede dejar de leer y la gracia está en que el lector va viendo los pasos que fueron dando las fuerzas de seguridad, poco a poco, hasta que consiguieron finalmente detenerle. Dos conclusiones he sacado de la lectura de este libro tan estupendo: que a la larga, es casi imposible no cometer algunos errores si alguien se dedica a vivir atracando bancos, y que el perfecto ladrón tendría que reunir tal cúmulo de cualidades —inteligente, astuto, previsor, buen organizador, decidido, con mucho autocontrol y sangre fría, violento y cruel cuando es necesario, muy hábil con las armas, con capacidad de improvisación... —que no existe y si hay alguien así, se dedica a otra profesión más lucrativa y menos arriesgada.
Las ilustraciones, realistas y con carácter, son del gallego Cristóbal Fortúnez (Santiago de Compostela, 1980), uno de los dibujantes en ejercicio más brillantes y solicitados, que en los últimos años ha realizado multitud de portadas, carteles, ilustraciones y colaboraciones varias con un amplio abanico de medios.
Un ejemplo brillante de narración basada en crímenes reales (true crime), que hará las delicias de los aficionados al género policiaco. En este caso, la realidad resulta tan atractiva y llena de interés como la mejor de las ficciones. Al final, se destapó la verdadera y asombrosa personalidad del protagonista, una sorpresa que no voy a desvelar y que no deja de ser curiosa. Muy interesante.
En 2010 fue nombrado Guardia Civil Honorario por su contribución a la imagen del Cuerpo; Silva suele firmar ejemplares de sus obras en acuartelamientos y unidades del Instituto Armado. En 2012, «La marca del meridiano» le valió el Premio Planeta. Además de sus novelas, Silva tiene numerosos libros de no ficción, así como obras destinadas a jóvenes.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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