Todos tenemos secretos inconfesables, secretos que nunca le hemos contado a nadie y que muy probablemente nunca contaremos a ninguna persona. Un estudio publicado en 2017 concluia que cada uno de nosotros tiene una media de 5 secretos inconfesables. ¿Y qué pasaría si se los pudiésemos contar a un desconocido de manera anónima? Alguien que no pudiese identificarnos de ninguna manera, ni preguntarnos nada. Solo escuchar ¿Se los contaríamos? ¿sentiríamos algún alivio?
Eso es lo que ofrece el estadounidense Frank Warren en una web llamada PostSecret bajo condiciones muy sencillas:
Te invito a contribuir en un proyecto de arte grupal con un secreto. Tu deseo puede ser un arrepentimiento, un miedo, una traición, un deseo, una confesión o una humillación infantil. Cualquier cosa con tal de que sea verdad y que nunca la hayas compartido con nadie.
- Coge una postal.
- Escribe tu secreto de manera anónima.
- Pon un sello y envíame la postal a:
- PostSecret
- 28241 Crown Valley Pkw
- #224
- Laguna Niguel, CA 92677
Pistas: sé breve, legible y creativo.
El proyecto se inició en 2005 y se ha convertido en un auténtico éxito, que se hizo viral rápidamente. Cada día recibe decenas de secretos, publica todos los domingos 10 secretos nuevos y borra los 10 de la semana anterior, con lo que se fomenta visitar la página a menudo. Es el blog sin publicidad más visitado del mundo, acumula más de 850 millones de visitantes y un millón largo de secretos.
Frank Warren vive ya del proyecto y se dedica a él a tiempo completo. Se financia mediante donaciones en la web, lo que cobra por las charlas y conferencias que da periódicamente y los libros que publica en Internet. Ya ha publicado seis recopilaciones y está preparando la siguiente. La iniciativa ha ganado varios premios e incluso el FBI se ha interesado en ella, solamente para conocerla en profundidad.
Por supuesto, el sitio ha levantado una enorme polvareda en las redes sociales y hay una fuerte controversia a su alrededor. Sus detractores argumentan que solo promueve el morbo y el exhibicionismo, que no hay manera de saber si un secreto es verdadero o inventado y que ofrece un falso consuelo, ya que publicar un problema personal, no lo soluciona en absoluto. En cambio sus defensores sostienen que el desahogo que produce es positivo, que es muy beneficioso y que alguien puede sentirse identificado y consolado al leer un secreto que también él tiene. Yo no sé qué pensar, la verdad. Quizás las dos posturas tengan parte de razón. ¿A tí qué te parece?
En el 2013 alguien confesó haber cometido un asesinato y haber dejado el cuerpo en un parque de Chicago. La policía rastreó la zona, inició una investigación y acabo concluyendo que se trataba de un bulo.
Pero el secreto más famoso es el que publicó alguien un día que decía: «He vivido en San Francisco desde que era joven. Soy ilegal. No me
quieren aquí. No pertenezco a ninguna parte. Este verano planeo saltar
desde el Golden Gate». Ese sábado la web del proyecto recibió un millón de visitas. Una chica de San Francisco, que vivía al lado del puente, abrió una página en Facebook titulada «Por favor, no saltes», que en poco tiempo tuvo 66 000 entradas con mensajes de apoyo, ofertas de trabajo, números de teléfono y muchas otras cosas. Se llegó a organizar una marcha hasta el puente, en la que había varios famosos y finalmente, nadie se tiró al río.
Hay secretos de todo tipo, a mí me gustan especialmente los que tienen sentido del humor y el que creo que es más frecuente es el de gente que confiesa que le gusta hacer pis en la piscina, en el mar o en duchas públicas. Las postales suelen ser artesanales, construidas como un collage y muy a menudo, el texto también es en cierta medida artístico.
Aquí podéis ver una charla, con subtítulos en español, de Frank Warren realizada en 2012, cuando había recibido ya medio millón de secretos.
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