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domingo, 23 de enero de 2022

El mayor velero de la historia

El Thomas W. Lawson

A principios del siglo XX no solo se hundió el transatlántico más grande botado hasta entonces, el tristemente famoso Titanic, sino que también naufragó, solo cinco años antes, el mayor velero sin motor auxiliar jamás construido, que además provocó la primera marea negra de la que se tiene noticia.

El Thomas W, Lawson era un monstruo con casco de acero y de 145 m de eslora, con mástiles de 58 m de altura, más de 4300 m2 de vela y la única goleta de siete palos que ha existido. Fue construida por el magnate estadounidense del cobre Thomas W, Lawson, conocido por sus trampas en la bolsa, popularizar la fobia al viernes 13 y diseñar un sofá que lleva su nombre. Su intención era para demostrar que los barcos a vela podían ser todavía rentables en la época de los barcos a vapor. 

Botado en julio de 1907, el Lawson podía cargar 11 000 toneladas y tenía una tripulación de solo 18 personas, gracias a varios mecanismos de vapor que manejaban las velas, el ancla y el timón. Completamente cargado tenía un calado de 9 m y tan solo un puerto en Estados Unidos, el Newport News de Virginia, podía acoger a un barco de tanto calado. Por eso se redujo su carga a 7 400 toneladas para poder atracar en más puertos.

Con buen viento, podía navegar a 14 nudos, pero con vientos suaves se volvía increíblemente lento, lo que sumado a su dificultad para maniobrar hizo que los marineros le llamasen la bañera y la ballena varada. Al principio, se utilizó para transportar carbón en la costa este de EE. UU., pero era tanta la demanda de petróleo que se reconvirtió en uno de los petroleros más grandes de la época, con capacidad para 60 000 barriles.

El 19 de noviembre de 1907, el barco zarpó de Filadelfia con destino Londres, en su primer viaje transatlántico, cargado hasta los topes de parafina. Durante la travesía, sufrió varios vendavales que destrozaron todos sus botes salvavidas, menos uno, y la mayoría de sus velas. A pesar de todo, el maltrecho velero llegó a las Islas Sorlingas, al oeste de Cornualles. El viernes 13 de diciembre entró en el Canal de La Mancha, donde el capitán, que curiosamente se llamaba George Washington, creía que el barco podía capear el temporal y quizás hubiese sido así en la costa estadounidense, pero no en el canal. Cuando le ofrecieron ayuda, respondió que no hacía falta, que su buque superaría peores tormentas y solo aceptó la ayuda de un piloto experto en la zona. Por la noche hubo vientos de 140 km/h y el barco se estrelló contra unos arrecifes. Murieron 16 de los 18 marineros más el piloto de apoyo, solo sobrevivieron el capitán y un ingeniero, y toda la parafina se vertió en al mar.

Faltaban casi 4 años y 4 meses para que la arrogancia y el orgullo hicieran naufragar también el Titanic, el 15 de abril de 1912, en su primer viaje transatlántico.

El Thomas W. Lawson

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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