Petrocalipsis - Antonio Turiel

Título: Petrocalipsis                                                                                                           Autor: Antonio Turiel

Páginas: 216

Editorial: Alfabeto

Precio: 18,05 euros

Año de edición: 2020

A Antonio, con agradecimiento.

Hay señales, pero no queremos verlas. Nos lo están diciendo por distintas vías, pero hacemos oídos sordos. Y es que se trata de una realidad bastante incómoda y difícil de digerir: nuestra civilización, tal y como la conocemos, ha entrado en una crisis que no tiene remedio y solo podremos sobrevivir si cambiamos nuestra manera de vivir y consumir de manera permanente.

Esa es la tesis que late detrás de este libro, en el que un físico y matemático, de forma muy divulgativa y asequible, repasa las limitaciones físicas e insalvables que tienen todas las fuentes de energía que conocemos hoy en día, desde el petróleo, los biocombustibles, el gas y el carbón, hasta la energía nuclear y la hidroeléctrica, pasando por la eólica, la solar, la energía de las mareas y alguna fuente poco conocida que se ha ensayado. De cada una de esas fuentes de energía el autor realiza un análisis serio y basado en datos y fuentes bien establecidos.

Y en todos los casos, la conclusión es la misma: o bien el pico de máxima producción se ha alcanzado ya, como en el caso del petróleo en 2018 y del carbón en 2015; o bien ese máximo está próximo, por ejemplo, para el gas natural, en el 2030; o bien no son fuentes rentables, como el biodiésel; o bien se trata de fuentes limitadas de energía, como la eólica, que puede proporcionar solo el 6 % de lo que consumimos, o la solar, el 25 %, o bien tienen algún problema esencial e insalvable. 

Según el autor, ninguna fuente de energía parece que va a poder satisfacer la demanda actual ni la previsible en los próximos años, así que la energía disponible será cada vez un poco más cara y cada vez un poco más reducida. A esa situación se le suman las dificultades de cubrir las necesidades actuales de algunas materias primas, como ya estamos viendo que ocurre con los semiconductores y parece que puede ocurrir en unos años con el cobre, el platino, la plata, el carbón de coque (imprescindible para producir acero)... un panorama preocupante. El Banco Mundial estima que en el 2050 se necesitarán los recursos de tres planetas como la Tierra para que la población prevista mantenga el nivel de vida actual (véase este enlace).

El libro se lee muy bien, es conciso, claro, muy divulgativo y trata de ir al grano lo más rápidamente posible. Está organizado en 23 capítulos breves y resumidos, que se devoran a buen ritmo y con aprovechamiento.

Por todo ello, Turiel concluye que es necesario planificar el decrecimiento, porque por las buenas o por las malas vamos a decrecer. Estamos acostumbrados a una economía basada en el crecimiento económico, que no funciona sin él. Eso no va a ser posible en las próximas décadas. Es algo lógico: no es posible el crecimiento continuo e ilimitado en un planeta finito.

Habrá quien piense que estamos subestimando la capacidad de invención e innovación del ser humano, que de tantos problemas nos ha salvado, pero en este caso parece que se presenta un amplio conjunto de problemas en frentes diferentes y puede ser demasiado difícil encontrar una solución para cada uno.

Por otro lado, si se encuentra alguna solución, no hay que olvidar la Paradoja de Jevons: cuando se logra un gran avance de eficiencia energética, el consumo de energía aumenta, porque se comienza a usar intensivamente esa fuente de energía. Por ejemplo, los avances en la reducción del consumo de gasolina en los motores de los coches, propiciaron la aparición de SUV, crossover y todoterrenos, con mayor potencia y consumo que un turismo.

¿Cómo nos hemos metido en este lío? Pues seguramente porque hemos disfrutado de un combustible extraordinariamente concentrado y energético, como es el petróleo, que con unos pocos litros mueve más de una tonelada de peso a 100 km/h a 100 km. Un combustible que nos ha permitido desplegar una enorme cantidad de bienes y servicios, y que resulta extraordinariamente difícil de sustituir ahora que su consumo está disparado.

En los últimos capítulos del libro se proponen algunas soluciones concretas, algunas muy sensatas, como alquilar por horas coches y electrodomésticos, lo que incentivaría fabricar máquinas duraderas sin obsolescencia programada. O potenciar el consumo de comestibles y bienes de cercanía, para ahorrar en transportes. 

En conclusión, aunque hay alguna fuente de energía desechada con demasiada rapidez, como las centrales nucleares, las centrales de torio y la fusión, que me parece que pueden dar mucho juego todavía, teniendo en cuenta que la escasez puede afectar además a una gran número de materias primas y el cambio climático, parece evidente que es buena idea pedir a los economistas que nos digan como decrecer para poder sobrevivir y, muy probablemente, habrá que pensar también en reducir la población mundial. No hay otra solución.

Un texto fundamental, que todos debieran leer para reflexionar sobre sus ideas, debatirlas y ver cuál puede ser la solución. Porque nos las estamos jugando.

En este enlace puede leerse una entrevista al autor sobre el libro y aquí hay una reseña sobre este libro publicada en la revista Investigación y Ciencia.

Antonio Turiel Martínez (León, 1970) es un científico y divulgador licenciado en Física, en Matemáticas y doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid en 1998, con una tesis sobre «Autosimilitud estadística en imágenes naturales». Ha estado contratado en el Institut Nationale de la Recherche en Informatique et en Automatique (INRIA) en Versalles.

Trabaja como Investigador Científico en el Institut de Ciències del Mar del CSIC. Tiene experiencia de trabajo con multifractales.

Tiene un interesante blog con abundante información, explicaciones, datos y diagramas muy ilustrativos: The Oil Crash.

 

Antonio Turiel

Publicado por Antonio F. Rodríguez.