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martes, 17 de agosto de 2021

Una casa en llamas - Maximiliano Barrientos

  

Título: Una casa en llamas                                                                                                Autor: Maximiliano Barrientos

Páginas: 96

Editorial: Eterna Cadencia

Precio: 16 euros

Año de edición: 2015

«La clase media es un problema si se quiere escribir literatura latinoamericana».

Mis documentos, Alejandro Zambra

Estoy empezando a echar de menos una nueva publicación en forma de novela del boliviano Maximiliano Barrientos (Santa Cruz de la Sierra, 1979), y esa falta la he suplido estos días con la lectura de uno de sus libros de relatos.

He escogido «Una casa en llamas», que consta de seis composiciones, y, es curioso, en ellas, al contrario de lo que suele suceder en muchos libros de relatos, ninguna tiene por título el que da nombre a la obra completa. Si bien, una de ellas se titula «Fuego» y aparece un centro comercial ardiendo, además de cobrar gran relevancia la piromanía.

Es de suponer que esa fue, de entre todas las historias que nos ofrece Barrientos en este libro, la más inspiradora para el autor. La enfermedad mental tiene un papel importante en ellas, y siempre es un buen apoyo para las atmósferas que crea el escritor boliviano. Pero creo haber encontrado, en otras historias, una narración más genuina de Barrientos.

«Una casa en llamas» comprende relatos en los que las descripciones de los bajos estratos sociales serán extremadamente hirientes, como suele ser habitual en este autor, como por ejemplo en «El fantasma de Tomás Jordán», donde se narran los recuerdos que tiene Lucas de su hermano desaparecido y la relación que mantiene actualmente con Andrea, su excuñada, y en «No hay música en el mundo» y «Algo allá afuera, en la lluvia», en donde encontramos una interesante variante gore de la literatura de este narrador. El primero de estos dos últimos trata sobre un boxeador en horas bajas que comprobará que hay ataques más dolorosos que los del ring y el segundo, nos presenta a un protagonista que sentirá auténtica indiferencia por las vísceras de su descerebrado padre que, así, con el seso desparramado, será presentado desde el inicio del relato.

Pero habrá también dos historias, «Sara» y «Gringo», en las que la clase alta o una clase media que aspira a alta cobra vida, y la verdad, es que son las dos que más me han gustado. Maximiliano Barrientos nos escribe sobre adultos que se aprovechan de la inocencia de los niños, llegando al abuso y al infanticidio, con una crudeza literaria que no se deja nada en el tintero. Barrientos, experto en reflejarnos las miserias de los menos pudientes, habla de la depravación como una praxis humana que no entiende de niveles económicos ni culturales.

Eso que decía al principio, de intentar paliar la falta de más novelas que llevarme a los ojos con un libro de relatos, no me suele funcionar, pero creo que esta «dosis de Barrientos» va a hacerme estar tranquilo hasta que el autor llegue con una nueva novela. Es un muy buen libro.

Maximiliano Barrientos

Publicado por Jesús Rojas.

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