Título: Primera sangre Autor: Curzio Malaparte
Año de edición: 1989
Este volumen, publicado por primera vez en 1940, reúne 25 relatos breves, de 6 o 7 páginas cada uno, que resumen muy bien el peculiar carácter y la figura de este autor inclasificable, que fue sucesivamente anarquista, libertario, socialista, fascista, librepensador, comunista, protestante y finalmente, católico.
Cuenta aquí sus recuerdos de infancia, los olores y percepciones de la Toscana en la que creció, el sabor de su propia sangre cuando la probó por primera vez y cómo le gustó, experiencia que le impresionó profundamente, su primer amor, los juegos y las peleas con los chicos del pueblo, el paisaje italiano, cómo se conocieron sus padres, la historia de su progenitor, un alemán admirador de Goethe y fabricante de bicicletas en Italia... historias y estampas de su promeros años narradas con pulso firme y mucho ritmo.
El estilo es modernista y deslumbrante, inundado de los olores y colores del campo, rico en adjetivos atrevidos. Las frases tienen ritmo, la escritura tiene calidad y tintes poéticos, es evocadora y el autor escribe con decisión. Es un autor telúrico, pasional y fuerte, que apela a instintos y pulsiones poderosas y subterráneas, inconscientes y guardadas bajo siete llaves. Escribe para los sótanos de la mente y las habitaciones de la sangre, esas que están por ahí detrás, en algún lugar.
Curiosamente, los relatos desembocan en el gran problema de su infancia y adolescencia: era un niño raro, del que se reían en el colegio, rechazado, solo y que sufría. Un chico obsesionado con la idea de que nadie le quería, angustiado sin motivo, que se sentía solo y buscaba un guía y un maestro. Luego quedaría fascinado por la figura de Benito Mussolini. La relación entre las dos cosas parece evidente, pero no sé si es demasiado precipitada, un psicólogo nos lo podría aclarar.
En cualquier caso, se trata de un libro de relatos fascinante, muy interesante y estupendamente bien escrito. Muy recomendable como introducción a la obra de un escritor de poderosa personalidad, que vivió y transformó en literatura buena parte de la agitada historia del siglo XX.
La solvente traducción es de Joaquín Jordá (Santa Coloma de Farnés, 1935-2006), director de cine, guionista, Premio Nacional de Cinematografía a título póstumo en 2006 y traductor prolífico, que vivió durante años en Italia.
Curzio Malaparte (Prato, 1898-1957) es el seudónimo de Kurt Erich Suckert, un escritor, periodista y diplomático italiano, hijo de madre lombarda y padre alemán. El apellido Malaparte (de mal lugar) está elegido por oposición a Bonaparte, el del emperador galo. Cuando le preguntaban el motivo de haberlo escogido contestaba: «Napoleón se llamaba Bonaparte y terminó mal, yo me llamo Malaparte y terminaré bien».
Se escapó del colegio para alistarse en el ejército francés y luchar en la Primera Guerra Mundial, en la que obtuvo varias medallas al valor y el grado de capitán en un regimiento alpino. Quedó inútil para el servicio de armas al inhalar gases tóxicos, ingresó en el cuerpo diplomático y asistió a la conferencia de paz de Versalles (1919). Fascinado por un Mussolini entonces muy joven y caso socialista, ingresó en el partido fascista a los 24 años.
Estudió en la Universidad La Sapienza de Roma, fundó varios periódicos fascistas como La conquista del Estado, hasta que a raíz del Pacto de Letrán, criticó al duce con un libelo titulado El camaleón y Mussolini decidió alejarle de Roma encargándole la dirección de La Stampa de Turín. Abandonó el partido fascista en 1931, viajó por Europa, África y Asia, y se instaló como refugiado y corresponsal de varios diarios, primero en París y luego en Londres.
Volvió a Italia, estuvo escribiendo cinco años confinado por su amigo Mussolini en las islas Lípari, cubrió la invasión de Rusia, estuvo en el frente de Finlandia, ingresó en el Partido Comunista Italiano, viajó a China... tuvo una vida muy ajetreada. Hay quien le clasifica como un anarquista fascista, siempre amante de la libertad y, al final de su vida, se convirtió al catolicismo.
Murió de cáncer antes de cumplir los 60 años, como consecuencia de sus heridas de guerra. Publicó 14 novelas, multitud de ensayos y artículos, poesía, relatos y tres obras de teatro en francés, que no tuvieron mucho éxito. Está considerado como una de los temperamentos literarios más vigorosos de su época y un testigo se excepción de los conflictos europeos del siglo pasado.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Algunos de estos relatos creo que los leí dispersos por aquí y por allá. Pero no el libro, que habrá que agenciarse. Malaparte fue un tipo raro. Su trayectoria extravagante resume todas las ideologías del siglo XX, lo que es un mérito. Era un hombre anuncio. Exhibicionista, barroco y lenguaraz. No es está nada claro si Malaparte era un idealista sincero entregado a sus causas o un cínico que escogía fríamente la nueva opción. Seguramente, lo único que le importaba realmente a Malaparte era él y su obra. Como muy bien dices, su escritura tiene nervio, pasión y una impronta de exageración teatral, de regodeo tremendista, que es para mí lo más débil de su obra. En esto era muy italiano (en el mal sentido). Me recuerda mucho a Papini en su regusto unamuniano por la contradicción y en dotar a sus libros de una intensidad agresiva que se apodera del lector; también en su egocentrismo: el principal personaje de Malaparte era el propio Malaparte. Lo de este hombre eran como ofensivas literarias contra el lector, que queda inerme y subyugado ante semejante despliegue de furor dramático un poco artificial. Sin embargo, creo que Malaparte fue un gran escritor. "Kaputt" y "La piel" son dos crónicas únicas acerca de la degradación moral provocada por la aventura fascista. El fascismo era malo porque hacía peores a las personas con un misticismo ridículo que se pretendía ancestral y solo era criminal. Mussolini era el gran imbécil de esta tragicomedia bufa y oportunista que acabó en la apoteosis de las virtudes cínicas, perrunas, más crudas y egoístas. El caso es que las sátiras más certeras y de raíz contra fascistas y nazis las escribió un fascista radical como era Malaparte. Otra contradicción.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias por el comentario, me parece excelente y poco tengo que añadir. ¿Quizás te animes a escribir una reseña de alguno de tus libros favoritos?
EliminarSalud y libros.
Yo leí creo que el mejor libro de politica de él, se llama "apuntes para la toma del Estado. Es un recorrido historico de las revoluciones del siglo xx y como hicieron en la toma del Estado (critica a hitler por perder en munich, el libro es de antes que ganara) y al Duce no lo alaba mucho
ResponderEliminarMuchas gracias, Santiago. Intentaré conseguirlo.
ResponderEliminarSalud y libros.
He leído el libro de Malaparte "Kaputt" y he quedado asombrado, maravillado, estupefacto por todo lo que relata y la manera en que lo hace. Con un estilo poético y barroco describe una gran cantidad de atrocidades de la segunda guerra mundial. Una ironía amarga recorre todo el libro. No pensé que se podía escribir con ironía con un tema tan escabroso y terrible. Es novela, crónica, reportaje. Un libro único. Lo recomiendo como alta literatura y también con un gran testimonio histórico. Uno de los grandes libros del siglo XX. Saludos
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