Título: El buen soldado Autor: Ford Madox Ford
Año de edición: 2020
Esta novela, publicada en 1915, es pionera en la utilización de dos recursos narrativos: el flashback o analepsis, en realidad toda la novela es un continuo juego de recuerdos y rememoraciones, y el narrador poco fiable, que se basa en que quien cuenta la historia es alguien no muy perspicaz, que no se entera de casi nada y que va descubriendo, poco a poco y con dificultad, la esencia de la historia.
La narración cuenta una relación de nueve años, cómoda y agradable, entre dos matrimonios de clase alta, uno británico y el otro estadounidense, que se hacen amigos en un balneario alemán y aparentemente forman un grupo perfecto. Sin embargo, bajo una apariencia superficial y convencional, descubriremos de la mano del narrador, el poco dotado intelectualmente John Dowell, las complejas relaciones de traición, infidelidad y deslealtades que laten por debajo, y que, por cierto, él tarda bastante en enterarse. La historia se complica con una bella adolescente adoptada por la pareja británica
Lo habéis adivinado, el que cuenta la historia es el estadounidense. En el texto no faltan la ironía ni el fino humor. El emplear un narrador de pocas luces ayuda a dosificar la información con mano maestra y hacer del descubrimiento de lo sucedido un proceso con suspense. La narración puede parecer un poco lenta y llena de digresiones, pero tiene una innegable belleza y un estilo magnífico, claro, preciso y objetivo, bien engrasado y dócil como el motor de un Rolls-Royce.
El buen soldado es Edward, un hombre de modales impecables, de ojos azules, piel morena y voz ronca, el marido del matrimonio británico, un perfecto gentleman que luego sabremos que tiene algún que otro defectillo.
Una novela extraordinaria, llena de belleza y sorpresas, que empieza como una comedia ligera de alta sociedad y acaba como una tragedia griega y arranca con una primera frase fascinante: «Ésta es la historia más triste que jamás he oído». Y así es, finalmente, la triste historia del protagonista, que vivió durante nueve años un maravilloso minué bailado por cuatro amigos encantadores y luego se enteró de la tremenda realidad soterrada que latía por debajo, para finalizar en un desenlace en el que ninguno de los personajes consigue lo que anhela.
Una novela impresionante, con un trasfondo romántico, sobre el que se ve cómo el autor ha aprendido muy bien de la literatura de Henry James, Joseph Conrad y las vanguardias, para componer una obra compleja y depurada, que ha tenido una gran influencia en toda la novela del siglo XX. La trama puede estar basada en parte en la agitada vida sentimental del autor y reflejar las zozobras emocionales que él mismo vivió.
La traducción es de José Luis López Muñoz, médico, doctor en Flosofía y licenciado en Lengua y Literatura Inglesas, traductor de gran prestigio, que obtuvo en el 2000 el Premio Nacional a la Obra de un Traductor.
Una novela rica y compleja, admirablemente escrita, que se incluye siempre en todas las listas de las mejores novelas del siglo pasado. Técnicamente avanzada, sorprendente y muy recomendable.
Ford Madox Ford (Surrey, 1873-1939) fue un novelista y editor británico. Su verdadero nombre era Ford Hermann Hueffer, pero lo cambió en homenaje a su abuelo, Ford Madox Brown, pintor prerrafaelita del que escribió una biografía.
Hijo de madre inglesa y padre alemán, que llegó a ser crítico musical del diario The Times, estudió en la University College Scool, pero nunca fué a la universidad. A los 18 años se convirtió al catolicismo y a las 19 publicó su primera novela, The Shifting of the Fire. Se casó a los 21 años con una antigua compañera de clase, se instalaron en Winchelsea y fueron vecinos de Henry James y H. G. Wells.
A los 29 años tuvo una crisis de agorafobia debida a problemas económicos y matrimoniales. Su matrimonio fracasó debido a una aventura con su cuñada. Se trasladó a Alemania, dejó a su mujer y a los 36 años se fue a vivir con la escritora Isobel Violet Hunt, junto a la que fundó la revista literaria The English Review. Tuvo después otras relaciones con la escritora Jean Rhys, y las pintoras Stella Bowen y Janice Biala.
Participó en la Primera Guerra Mundial y fué herido en la batalla de Somme. En 1924 fundó la revista The Atlantic Review. En sus dos publicaciones dió a conocer y alentó a un gran número de grandes escritores en inglés.
Escribió 75 títulos de novela, ensayo, crítica, poesía y biografía, entre los que destacan «El buen soldado» (1915), la tetralogía «El final del desfile» (1924-1928) y 4 novelas escritas en colaboración con su buen amigo Joseph Conrad.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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