Título: La anomalía Autor: Hervé Le Tellier
Año de edición: 2021
¿Cómo contar algo de esta más que entretenida novela sin desvelar su contenido? A juzgar por los muchos comentarios y entrevistas ―no en vano es el último premio Goncourt― y también por la contraportada es muy difícil. Algunos de los artículos de prensa se escribieron incluso antes de la edición en español, lo que sugiere que sus autores leyeron el libro en francés o bien que no leyeron el libro, pero lo contaron porque saben perfectamente los puntos esenciales de su argumento y nos destrozan el descubrimiento de la intriga, pero no dan su opinión acerca de si les ha gustado o no y por qué. Sospechoso. Es un repetido asunto muy molesto para los lectores.
Empezaré por el final, es decir, recomendando el libro para hacer más fácil abstenerme de contar por enésima vez su trama. Es una novela que consigue lo que quería el autor, que se lea rápido y eso se debe a: el interés que provoca, perfectamente controlado para que no decaiga; la inhabitual cantidad de personajes y la habilidad para trenzar sus vidas (el mismo autor habla de una trenza o un escubidú como imagen de su trabajo); las diferentes técnicas narrativas utilizadas ―incluida la metaliteraria― según el carácter de cada uno de esos personajes; el número reducido de páginas de cada capítulo; algunos de los personajes secundarios que identificamos ―cuando no nos da el nombre directamente―, especialmente políticos; por el sentido del humor que recorre todo el libro; por… suma y sigue.
Es una novela que aparentemente es muy sencilla, porque se lee fácilmente y con interés, pero que con seguridad ha requerido mucho trabajo del escritor para diseñar una estructura, no tan sencilla, en donde todo encaja a la perfección. Además de su pericia literaria, se observan sus amplios conocimientos en muchos campos, ya que introduce muchas ideas y conceptos, en ocasiones explícitos y en otras no tanto, que son como guiños que lanza a los lectores. De algunos nos enteramos y, con seguridad, de otros muchos no, porque es necesario conocer muy bien al escritor y su obra y, en muchas ocasiones, como es el caso, algunas de sus lecturas, para reconocer aquí o allá una referencia concreta. Hay que decir que la novela no pierde un ápice de su interés si no se encuentran.
Es un libro ambicioso que, en palabras del propio autor, pretende de alguna manera ser una novela total y universal, de ahí las diferentes nacionalidades de sus personajes y el conflicto mundial que se plantea, que lleva a participar a políticos, sabios, investigadores y líderes del más alto nivel internacional para solventar el problema planteado.
El tema de los dobles, fundamental en la novela, ha sido ampliamente tratado en literatura, especialmente en el Romanticismo. El confrontamiento del personaje consigo mismo está en los principios de la filosofía, pero quizás el matiz novedoso que se descubre al leer esta novela es que no se trata de uno y su sombra, o de la versión externa y la interna de uno mismo, tampoco de seres complementarios, ni de la farsa de hacerse pasar a unos por otros ―también habitual en literatura―. En todos esos casos se trata de personas no iguales, pero en esta novela los personajes son seres absolutamente iguales a sí mismos, con un pequeño matiz que dará los diversos e inteligentes desenlaces.
La novela nos descubre a un autor diferente y muy interesante, del que sabíamos poco pues solo se había traducido al español una de sus novelas, «No hablemos más de amor», difícilmente accesible en el momento actual.
Es esta una novela de entretenimiento, a la que si se quiere se le puede sacar mucho más pues el autor nos ofrece una oportunidad para, si queremos, tener la experiencia de pensar, de enfrentarnos a nosotros mismos, de ponernos en la situación que nos plantea y explorar la hipotética solución que daríamos. Él no se ha planteado la novela como un juego, sino más bien como un reto, no en vano es el presidente del interesante grupo Oulipo, al que perteneció Georges Perec, uno de cuyos retos fue escribir una novela sin la «e» que es la letra más frecuente en la lengua francesa.
Una muy buena novela para el disfrute de muchos tipos de lectores. Nosotros lo hemos hecho y por ello la recomendamos vivamente.
Hervé Le Tellier (París, 1957) es un matemático, diplomado en periodismo, editor y crítico literario, además de escritor de novelas, relatos cortos, ensayos, teatro, poesía y colaborador habitual en diversos medios de prensa literaria y no literaria. Actualmente es el presidente del grupo Oulipo (Ouvroir de Littérature Potentielle).
Escritor muy reconocido en su país a quien gracias al premio Goncourt 2020 recibido por esta novela conocemos en España. Suponemos que ahora traducirán más su obra, lo que nos alegrará.
Publicado por Paloma Martínez.