Título: Maridos Autora: Ángeles Mastretta
Páginas: 264
Editorial: Seix Barral
Precio: 14 euros
Año de edición: 2007
¿Cómo no se le había ocurrido a nadie escribir un libro de relatos sobre este tema? Esta obra se compone de 48 relatos cortos, entre un párrafo y seis páginas, sobre otras tantas historias de maridos, maridos de todas las clases y colores, hombres amados, al menos en un principio, que no dejan en muy buen lugar al género masculino porque reflejan la sociedad de momento y, claro, hay lo que hay.
Borrachos, infieles, arrogantes, simpáticos, trabajadores, jugadores, mentirosos, galantes, atractivos... Tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, pero claro, lo negativo dá más juego en la ficción y aunque no hay casos extremos, en este catálogo de consortes casi todos tienen sus cosas y el defecto más frecuente es la infidelidad.
Julia Corzas reside la visita de su tercer marido y mientras juegan una partida de ajedrez (metáfora de la convivencia), ella le cuenta historias de maridos. ¿Reales, inventadas? Da lo mismo, porque son estupendas.
Un libro que se lee muy bien, en un suspiro, escrito con el estilo cuidado y florido de Mastretta, una mujer de escritura elegante, pulcra y lucida, que cuenta más de lo que parece sobre cómo es la clase alta mexicana, sus usos y costumbres.
Tienen gracia estas historias de maridos y no se escatiman las frases que están pidiendo mármol, unas llenas de humor y otras, de experiencia: «No es útil la ironía para hablar con los hombres», «Estar borracho no es nunca un atenuante, sino un agravante», «No abundan los locos, en cambio sobran los cabrones», «La convivencia de los sábados es decisiva para mantener la estabilidad conyuga», «Vagos hay en todas partes y no empobrece nunca quien se dedica a entretenerlos».
Sirvan de muestra esas frases para hacerse una idea del tono del libro. También he encontrado una cita muy sugerente de Pablo Neruda, que me ha encantado: «¿Qué haríamos sin el amarillo?». Mi relato favorito es el titulado Antonio Ibarra, porque dibuja un personaje interesante y complejo, muy conseguido.
Un texto muy agradable, pulcramente escrito, que puede servir muy bien de introducción a una autora siempre interesante.
Ángeles Mastretta (Puebla, 1949) es una escritora y periodista mexicana. Su padre, periodista y vendedor de coches, falleció cuando ella tenía 20 años y estaba estudiando Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México, así que se vió obligada a trabajar como periodista mientras acababa la carrera.
Colaboraba en varios medios y tenía una columna llamada Del absurdo cotidiano, en la cual «escribía de todo: de política, de mujeres, de niños, de lo que veía, de lo que sentía, de literatura, de cultura, de guerra y todos los días». En 1974 consiguió una beca del Centro Mexicano de escritores, que le permitió conocer a Juan Rulfo, Salvador Elizondo, Francisco Monterde y otros escritores, de los que aprendió mucho.
Ha dirigido museos, fundaciones, ha participado en el Consejo Editorial de la revista feminista FEM y en varios programas de radio y televisión. Siempre le ha gustado cantar y en alguna que otra ocasión, se ha arrancado en público.
Cuando su hija pequeña, Catalina, cayó enferma, estuvo acompañándola y contándole historias de mujeres de su familia, mitad reales, mitad inventadas y de ahí surgio su primer libro, «Mujeres de ojos grandes». Ha publicado tres novelas, dos volúmenes de relatos, cinco tomos de memorias y dos títulos de poesía. Ha ganado prestigiosos premios y siempre ha destacado por su defensa del feminismo y por reflejar con fidelidad la sociedad mexicana de la época.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Acabo de leer el primer capítulo, que me ha fascinado por su floritura sus juegos de palabras su fuerza de ideas de ida y vuelta. Con estos calores en los que nos encontramos creo que me lo voy a terminar hoy aunque me da pena acabarlo
ResponderEliminarSí, es un buen libro. Elegante, sincero, psicológico... tiene muchas cualidades.
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