Título: El país donde florece el limonero Autora: Helena Attlee
Páginas: 320
Editorial: Acantilado
Precio: 22 euros
Año de edición: 2017
Este libro, tan delicado como sabroso, recorre la curiosa historia de los cítricos, el limón, la naranja dulce y la amarga, la mandarina, la cidra, el pomelo, la bergamota... y la geografía italiana, los paisajes de ese bello país que es el reino de los cítricos. Una mezcla de ensayo histórico, libro de viajes, recetario y diario que hace las delicias del lector desde la primera página.
La autora es una experta en jardines que, en un viaje por Italia para estudiar los bellos jardines de ese país, se enamoró del aroma de los limones, del especial sabor que tienen allí las naranjas (lo siento por Valencia, pero no hay naranjas como las sicilianas) y las especiales variedades de cítricos que allí se dan, como Christian Andersen, Maupassant, D. H. Lawrence y otros.
Y es que el papel de los limones y naranjas en la historia, la vida cotidiana, la cultura y la economía de aquel país ha sido enorme y decisiva, desde que en el año 70 d. C. trajeran la cidra los judíos que huían de Jerusalén para instalarse en Calabria. Porque los cítricos entraron en Europa por esa península.
En esta pequeña enciclopedia de esas frutas, que mezclan lo ácido y lo amargo de manera única, se habla de los limones amalfitanos y sorrentinos, de las naranjas sanguinas de Catania, la arancia rossa, de los limones cultivados en maceta y en invernaderos en el norte, de los chinotti de Liguria, de la cidra diamante y de los limones sicilianos, pálidos como rostros de amantes.
Los miembros del género citrus tienen la curiosa propiedad de la polinización cruzada, es decir, se pueden fecundar unos a otros aun siendo diferentes especies. Todos proceden de tres frutos originales: la mandarina, procedente de China, el pomelo de Malasia y la cidra, originaria de las faldas del Himalaya. De los cruces de esas tres especies originales, como si se tratase de colores primarios, surge la enorme variedad de cítricos que conocemos, que además adquieren a veces propiedades diferentes según el clima en el que crecen. Por ejemplo, el frío les suele añadir amargura. El sol mediterráneo y la sabiduría árabe para el regadio hicieron el resto para producir frutos espléndidos.
La obra incluye un buen número de mapas que muestran los lugares que visita la autora en un exhaustivo recorrido por la geografía italiana y algunas recetas, como el suculento plato de pasta con salsa de naranja y limón que probé antes de acabar el libro. Delicioso y muy fácil de hacer.
Un libro encantador, que cosquillea todos nuestros sentidos con imágenes como la del antiguo cinturón dorado de limones que rodeaba Palermo, desaparecido al expandirse la ciudad. Un libro delicioso como pocos, bien escrito, muy evocador y lleno de información interesante, que hará las delicias de todos.
La excelente traducción del inglés es de María Belmonte, a la que ya conocemos como autora del fascinante libro titulado «Peregrinos de la belleza» (2015), sobre los intelectuales europeos que han viajado a Italia y Grecia.
Helena Attlee es una escritora británica, nacida entre Gales e Inglaterra, experta en diseño de jardines, que cayó rendida ante el encanto de los limones y los cítricos en general visitando Italia. Diez años después ha sentido la necesidad de escribir este libro.
Formada en la Universidad de Worcester, ha escrito también artículos y libros sobre Japón, Portugal y la Isla de Granada (Caribe). Es autora de obras de referencia sobre los jardines ingleses e italianos. Tiene una página web muy interesante.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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