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viernes, 11 de diciembre de 2020

El monje y el filósofo - Jean-François Revel y Matthieu Ricard

  

Título: El monje y el filósofo                                                                                       Autores: Jean-François Revel y Matthieu Ricard

Páginas: 328

Editorial: Urano
 
Precio: 16 euros  

Año de edición: 2006

La idea de este libro fué de los editores de NiL Éditions, que a finales de los 90 invitaron a Jean-François Revel, uno de los filósofos franceses más competentes del momento, y a Matthieu Ricard, su hijo, un brillante investigador en Genética molecular convertido en monje budista, a reunirse en Nepal y mantener una conversación en la que indagasen en sus respectivas maneras de ver la vida. Padre e hijo. Oriente y occidente. Budismo y filosofía. El monje budista y el filósofo ateo.  

El resultado es esta obra dialogada, interesantísima, profunda y esclarecedora, una de las mejores introducciones al budismo zen y a la filosofía oriental que he encontrado. A través de 22 capítulos, los dos repasan una amplia gama de aspectos sobre el budismo y los confrontan con la filosofía racional de occidente. 

Para abrir boca, Matthieu cuenta su experiencia. Siempre tuvo inquietudes espirituales, comenzó a leer sobre el budismo a los 15 años y se interesó luego por la invasión del Tíbet por China en 1959, cuando se destruyeron más de seis mil monasterios y comenzó la diáspora tibetana. Continuó con su carrera de investigador, pero la ciencia no bastaba para darle un sentido a su vida y decidió viajar al Tíbet. Allí conoció al maestro Kangyur Rinpoche, el impacto fué enorme y se hizo realidad el viejo lema tibetano: «Mezcla tu mente con la de tu maestro».

Como sabéis, el budismo se basa en la idea de que la vida está llena de sufrimiento y la mejor solución para librarse de él es darse cuenta de que el yo es una ilusión, una idea opcional, de la que estamos convencidos; abandonarla no es fácil, pero nos permite solucionar todos los problemas y vivir de otra manera, con paz, serenidad y fuerza interior. Uno de los pasos a da es meditar hasta detener la mente, conseguir no pensar en nada.

A continuación, los dos contertulios abordan la cuestión de si el budismo es una religión o una filosofía. Por un lado parecería que es una religión, fundada por Buda, un maestro ral como Jesús o Sócrates, cuyas enseñanzas fueron recogidas después de su muerte en los 103 volúmenes del canon tibetano. Pero no hay dogmas que creer, no se apoya en la fé, sino en la experiencia de cada individuo. El conocimiento es el resultado de una transformación interna, guiada por un maestro. No hay revelación (esencia de lo religioso), ni razonamiento (clave de lo científico) y la creencia en la reencarnación se basa en los testimonios de numerosos lamas y monjes que han encontrado indicios de sus vidas pasadas. El mismo Matthieu cuenta cómo vió a niños reconocer a los conocidos de su anterior reencarnación. El monje explica cómo conciliar la ilusión del yo con la permanencia de algo de una vida a otra.

De igual manera, los dos pensadores repasan el problema de la consciencia, la dualidad cuerpo alma y cómo la entienden los budistas, el significado del inconsciente, el budismo como ciencia de la mente, la psicología budista, el platonismo y sus arquetipos, la metafísica budista, la muerte, la diferencia entre actuar sobre el exterior y sobre el interior, las relaciones entre el budismo y Occidente, las diferencias entre caridad y compasión, el aborto, el origen de la violencia, la diferencia entre sabiduría y conocimiento, cómo el rito se convierte en superstición, el problema de la muerte, la democracia, las relaciones entre budismo y psicoanálisis, qué es el progreso, y una larga lista de cuestiones intermedias. 

Así se completa un ensayo dialogado del máximo interés, en el que todas las ideas se explican y argumentan con claridad y rigor. Una confrontación entre Oriente y Occidente única, que es un privilegio y una gozada seguir. Es de esos libros que no se pueden leer de un tirón, hay que parar de vez en cuando para digerir lo leído y a mí me gusta subrayar el texto, anotarlo y comentarlo, y así dialogar con él.

El monje trata de explicar el pensamiento budista, empeño nada fácil y el lector entiende lo que puede, o se convence a sí mismo de haber entendido algo. El filósofo, además de indagar y preguntar para profundizar, trata siempre de encontrar ideas similares en la filosofía occidental y parece encontrarlas, sobre todo, en el epicureísmo y en el estoicismo. Se queja a veces de escuchar demasiadas metáforas, lo que me recuerda la abducción de Peirce como complemento a la inducción y deducción más occidentales (véase «El signo de los tres»).

El texto se cierra con las conclusiones de ambos. Jean-François reconoce tener al final una mayor admiración por el budismo como sabiduría, pero muchas dudas sobre él como metafísica, por estar indemostrado y ser indemostrable. Comenta el abandono del conocimiento interior y el problema de cómo afrontar la vida que se ha dado en la filosofía occidental desde el siglo XVII y señala que Occidente ha triunfado en cie cia, pero carece de una sabiduría y una moral plausibles.

El monje, reconoce que todos los avances e inventos prácticos de Occidente son muy aprovechables y útiles, y realiza un resumen de todo lo dicho. En fin, una obra extremadamente interesante, para leer con calma, muy adecuada para todos los que tengan inquietudes espirituales y un buen complemento de otro libro que también me fascinó cuando lo leí, «En defensa de la felicidad» de Matthieu Ricard.

Jean-François Revel (Marsella, 1924-2006) fué un filósofo, escritor, gastrónomo y polemista francés. Colaboró con la resistencia francesa durante la ocupación nazi. Fué profesor de filosofía en Argelia, en el Instituto Francés de Ciudad de México y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Florencia durante la década de los 50. Poco después comenzó su carrera periodística, publicó varios ensayos sobre política de éxito y se definió como un ateo liberal convencido. Fue redactor jefe de las páginas literarias del France-Observateur y directivo en varios medios de comunicación. Fué elegido miembro de la Academia francesa en 1997 y obtuvo varios premios de gran prestigio, como el Konrad Adenauer, el Chateaubriand y el Jean-Jacques Rousseau. Publicó más de 22 ensayos y es uno de los intelectuales más prestigiosos de la derecha francesa.

Matthieu Ricard (París, 1946) es uno de los personajes contemporáneos más interesantes y poco convencionales que hay. Hijo del filósofo y escritor francés Jean-François Rével, se doctoró en Genética molecular en el Instituto Pasteur. Un día decidió abandonar su carrera científica y dedicarse a practicar el budismo tibetano en el Himalaya. Ha tenido varios maestros y después de varios años de aprendizaje ha llegado a ser asesor del Dalai Lama. Un ambicioso experimento de la Universidad de Wisconsin, que mide el grado de satisfacción personal a través de la actividad de las áreas cerebrales llegó a la conclusión de que es el hombre más feliz que se conoce, tal y como se explica aquí. Se ha convertido, dado su origen europeo y su formación científica, en uno de los más valiosos divulgadores en Occidente de la filosofía oriental.

Jean-François Revel y Matthieu Ricard

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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