Año de edición: 2013
El libro que hoy os comento es un ensayo apasionante y acertado sobre lo que ha sucedido en España en los últimos años en el aspecto político, económico y social. Una larga reflexión que combina lo narrativo y lo testimonial con un estilo franco y de mucho nivel que puede recordar a Virginia Woolf o al mejor GeorgeOrwell.
En capítulos cortos y bien armados, con datos contrastados de la época, el autor reflexiona sobre lo que fue España en los años previos a la crisis económica de 2008, un momento en que todo parecía sólido y resistente al tiempo: la situación política era estable, la economía crecía a un ritmo envidiable, los ayuntamientos y las autonomías tenían dinero para gastar tanto que alegría y optimismo se confundieron con despilfarro, falta de previsión y, sobre todo, se mezclaron con la corrupción. Nos manejábamos con un modelo económico extractivo y cortoplacista que beneficiaba a unos pocos; una época de gasto desmesurado que conllevó desgaste. Había conductas que se sabia que estaban mal, pero nos dejábamos llevar arrullados por el posible beneficio que nos aportaría o simplemente por indiferencia
Todo esto llevó a un deterioro progresivo de las tres esferas citadas. A eso se llegó por la falta de madurez de políticos e instituciones, teníamos una democracia que todavía era un tanto débil, con derechos adquiridos pendientes de consolidarse y con una educación de la población sobre democracia todavía pendiente. Todo lo que parecía sólido y estable se derrumbó ante nuestros ojos y para que eso fuera posible, sucedió que se juntaron la quiebra de la legalidad, la codicia, la ambición política y la falta de espíritu cívico.
El libro reflexiona sobre nuestra sociedad, sobre la inhibición ante el despilfarro y la corrupción y nos coloca delante de un espejo que nos muestra nuestra culpa colectiva, independientemente del marco ideológico. Un libro valiente sobre lo que no hemos visto y no hemos sido capaces de prevenir en estos tres aspectos: político, social y sobre todo económico.
Al final del libro, tras el amplio análisis donde el autor nos cuenta muy bien lo que le preocupa y desanima, por encima del tono pesimista que nos ha acompañado, Muñoz Molina expone la necesidad de un debate profundo sobre nuestra sociedad y hacia dónde nos puede llevar la indiferencia ya instalada. Reclama una actitud a modo de suave rebelión cívica para discutir con rigor, informar ampliamente, llegar a acuerdos para evitar confrontamiento y diferencias marcadas dentro de la nación. Y una sola fuerza política no puede resolver eso.
Antonio Muñoz Molina nació en Úbeda en 1956 donde estudió el bachillerato. Estudió Historia del Arte en Granada y periodismo en Madrid. Trabajó como funcionario en el Ayuntamientode Granada y comenzó a escribir una columna en el diario Ideal; su primer libro es un compendio de estos artículos.
Publicó su primera novela, Beatus Ille, a los treinta años y desde entonces ha ido encadenando éxitos y premios literarios como el Nacional de Narrativa (2 veces), Nacional de la Crítica, Mariano de Cavia de periodismo y el Planeta en 1991. Ha escrito novelas, relatos, ensayos y un buen numero de artículos de prensa; en su obra se aprecian influencias del cine negro y policiaco así como reflejos de la historia española.
Es
doctor honoris causa por la Universidad de Jaén y miembro de la RAE desde 1995. Está casado
con la también escritora Elvira Lindo y vive entre Madrid y Nueva York. donde
ha sido director del Instituto Cervantes varios años; también ha sido docente
en varias universidades norteamericanas. En 2013 recibió el Premio Príncipe deAsturias de las Letras.
Publicado por John Smith.
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