Título: Cuando el diablo salió del baño
Precio: 20,90 euros
Año de edición: 2016
Autora: Sophie Divry
Páginas: 217
Editorial: Malpaso
Precio: 20,90 euros
Año de edición: 2016
Esta novela atrajo mi atención por el título. Sugerente, original y extraño. Me hizo pensar en una fábula moderna, una novela fantástica, una nueva versión del mito de Fausto o en una escritora capaz de hacer metáforas atrevidas. Era lo último.
Se trata de la crónica intreligente y entretenida de una escritora sobrecualificada que vive en Lyon en precario. Una crónica en primera persona del precariado más actual. Arranca una mañana, día 20 del mes, en la que una factura sorpresa de 260 euros deja la cuenta de la protagonista con solo 40 euros. 300 - 260 = 40 euros. Así de simple. Y a partir de ahí se cuenta la historia de supervivencia, equilibrios presupuestarios, intentos de encontrar un trabajo y ejercicios literarios de una universitaria con talento. Cuesta trabajo creer, como asegura la autora, que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. La historia está contada con la veracidad y la abundancia de detalles que dan las situaciones vividas o al menos, cercanas.
El texto está estructurado en capítulo muy cortos, de no más de 3 o 4 páginas, lo que hace que sea ameno, fácil de leer y con mucho ritmo. Se presenta aderezado con toques de ironía y suave humor, las aventuras sentimentales-erótico-pornográficas de su amigo y vecino Héctor, una delirante descripción de la absurda burocracia ministerial francesa, tan proverbial como exasperante cuando te queda solo un yogur en la nevera y una ayuda social se atranca por un papel imposible de conseguir...
Además, esta novela está llena de piruetas literarias, bien ejecutadas y brillantes: juegos de palabras consistentes en crear vocablos híbridos de otros (comentopadeció, se saltosubrayó, mollybloomeando, narciseó...), enumeraciones con mucha gracia, unas estupendas instrucciones para mirar al techo, cómo pasar un día en el jardín de Bellas Artes, maldiciones pintorescas («¡Que escorpiones le picoteen el blanco de los ojos!»), un desternillante diálogo entre una tostadora y un calentador de agua, requisitos para comer en un tren, la historia del devoraconsonantes y otros divertidos pasajes del mismo jaez.
Frente al riesgo de banalizar un tema terrible, el de los desheredados tan sobradamente preparados como excluidos en la práctica de la sociedad, auténticos catedráticos indigentes y eminencias en el paro, deja caer de vez en cuando frases tremendas que no dejan lugar a dudas sobre lo terrible de la situación: «Normalmente no te das cuenta, pero cualquier iniciativa termina por engendrar un gasto», «¡Qué lento pasa el tiempo cuando no tienes dinero!».
Una estupenda versión moderna y milenial de «Hambre» de Knut Hamsun, con sus dosis de crítica al consumismo, una epopeya de la precariedad del siglo XXI, una historia que convierte lo cotidiano en un divertido ejercicio e impecable de estilo. Un texto fresco y con garra, redactado con habilidad y oficio, que delata a una autora en plena madurez.
Sophie Divry (Montpellier, 1979) es una activista, periodista y escritora francesa. Estudió periodismo en la Ecole Supérieure du Journalisme de Lille y vive en Lyon.
Activista del movimiento feminista, en cada una de sus cinco novelas ha analizado un aspecto de la vida y la sociedad contemporáneas: la soledad en «Signatura 400» (2010), las creencias religiosas en «Journal d’un recommencement» (2013), la insatisfacción cotidiana en «La condition pavillonnaire» (2014), el precariado en «Cuando el diablo salió del baño» (2015) y la relación del ser humano con la naturaleza en «Trois fois la fin du monde» (2018)..
Esta reconocida por la crítica como una de las mejores novelistas francesas de la última generación.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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