¿Ha llegado ya el futuro?

Después de que haya pasado el año 2019, la fecha mágica en la que transcurre Blade Runner (1982), una de las películas de anticipación más significativas, puede ser pertinente preguntar si se han cumplido o no algunas de su predicciones, o de dicho de otra manera, si, en términos generales, podemos decir que estamos en el futuro, que hemos llegado ya al futuro.

Desde luego, no vivimos rodeados de replicantes ni los turismos vuelan, pero hay bastantes aspectos de ese largometraje y de otros parecidos, a los que nos hemos acercado mucho y, desde luego, hemos superado otros, casi sin darnos cuenta. Dicen que los grandes cambios sociales suceden poco a poco, sin que reparemos mucho en ello, y en estos casos que vamos a ver parece que es así.

Los androides no son habituales en la vida cotidiana, pero hay ya algunos prototipos que resultan inquietantes, capaces de tocar el piano, dirigir una orquesta y realizar tareas muy complejas, como Sofía, capaz de mantener conversaciones y disertar sobre el alma:

Por otro lado, la fabricación de robots sexuales está muy adelantada (véanse este enlace y éste) y plantea problemas éticos novedosos (¿es lícito maltratar aun robot? ¿y fabricar robots para pederastas?). Los robots militares ofrecen prestaciones asombrosas, tal y como se ve en este vídeo de Boston Dynamics:

Hay robots que realizan algunas operaciones mejor que cirujanos humanos, las redes neuronales ya sirven para llevar actividades de alto nivel (etiquetar fotos, atender clientes por teléfono, realizar diagnósticos), los coches se conducen solos (lo que plantea problemas éticos inéditos y encuestas de resultados preocupantes), hay ya un hotel en Japón atendido exclusivamente por humanoides, hay camareros robóticos trabajando en algunos restaurantes, un perro robótico llamado Spot que se comercializa,  un robot se ha presentado a unas elecciones municipales (ha quedado el segundo) y lo más espeluznante: Replika es una app que ofrece una empresa de San Francisco que, accediendo al buzón de correo electrónico del usuario, a sus cuentas en redes sociales y chateando con él, es capaz de construir un doble, un avatar virtual capaz de simular la manera de pensar del usuario, mantener conversaciones y... ponerle los pelos de punta a cualquiera. La idea es que alguien que haya perdido a un familiar cercano pueda seguir hablando con él y disfrutando de su compañía (electrónica), Tengo un amigo que la ha probado y ha tenido que parar porque le daba miedo.

En cuanto a los robots industriales, se calcula que en todo el mundo hay aproximadamente unos 2,5 millones de robots trabajando (véase este informe), el 74 % de los cuales trabaja en China, Japón, EE. UU., Corea y Alemania, y ya en 2017un informe de una eurodiputada recomendaba que los robots pagasen impuestos y unas nuevas leyes de la robótica muy interesantes.

Los utilitarios no vuelan, pero ya hay modelos de coches que vuelan, coches anfibios y están disponibles los modos de transporte individual más asombrosos, como esta rueda eléctrica:

y hay al menos dos variantes de soldado volador, el francés y el británico.

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Una de las cosas que llama la atención de Blade Runner es que siempre llueve. El clima está cambiando pero justo en sentido contrario, el cambio climático es ya un hecho científico probado, se están descongelando los casquetes polares, el nivel medio del mar está subiendo, nos estamos recalentando, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes...Parece que no estamos cargando no el planeta, que ha superado crisis mucho peores, pero si nuestro ecosistema, las condiciones que nos permiten vivir. Ha aparecido el concepto de fecha de sobrecapacidad (overshoot day), el día del año en el que se calcula que la humanidad ha consumido los recursos naturales que el planeta es capaz de reponer en 12 meses. En el año 2019 es fecha fué el 29 de julio y cada vez se adelanta un poco más.

Así que si la caricatura del ser humano en el siglo pasado era una persona hambrienta, desnutrida y pobre con una carga equivalente a varias toneladas de dinamita encima de la cabeza, cual espada de Damocles nuclear, en el siglo XXI podría ser un individuo conectado permanente mediante un teléfono móvil a un mundo devastado y lleno de residuos, dividido en dos sociedades, como en «Un mundo feliz», los desheredados y los que lo tienen casi todo..

Mientras tanto los cíborg ya están aquí, hay quien plantea una Renta Básica Universal porque los robots trabajarán por nosotros y se han empezado a producir biobots, pequeños robots vivos hechos con unas pocas células de rana capaces de realizar tareas elementales. 

                 

Y como colofón, la noticia más asombrosa que, en mi opinión, ha pasado casi desapercibida: un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge ha creado una bacteria con un código genético completamente sintético, que se reproduce y muta (véase esta noticia). La verdad es que nunca me ha convencido completamente la definición comúnmente aceptada de ser vivo, un ente capaz de crecer, alimentarse, responder a estímulos, reproducirse y morir. Creo que las definiciones basadas en enumeraciones rodean lo esencial y no apuntan a lo más importante. Hace tiempo leí una definición alternativa de R. W. Kaplan: ser vivo es el que tiene un código genético que se reproduce y muta. Según la definición de Kaplan, lo que se ha generado es vida artificial. Y en cualquier caso, aún no admitiendo esa definición, ya se tiene lo esencial, dentro de poco se creará un ser vivo completo.

Escribo esto confinado en casa, bajo drones que sobrevuelan la ciudad con altavoces que nos recuerdan que es mejor no salir de casa debido a la epidemia de coronavirus. Un escenario irreal, que parece un sueño y produce la sensación de estar viviendo dentro de una película de ciencia ficción.

Con todo esto no pretendo dar una visión apocalíptica del mundo en el que vivimos, sino simplemente mostrar que ya estamos viviendo en el futuro, solo que no sé si nos hemos dado cuenta. Que las cosas que no creeríamos, las naves de ataque en llamas más allá de  Orión y los rayos-C brillando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser ya están aquí y han venido para quedarse. Vivimos en el futuro.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.