Título: Confusión de sentimientos
Autor: Stefan Zweig
Páginas: 112
Editorial: Acantilado
Precio: 12 euros
Año de edición: 2018 (3ª edición)
Zweig es un especialista de la novela corta, la novela que ronda las cien páginas. Escribió un buen número de ellas y todas me parecen excepcionales. Ésta que hoy nos ocupa es una buena muestra de ello.
Publicada en 1926, en plena madurez creativa del autor, cuenta la historia de la muy especial relación que se establece entre un joven alumno y un profesor, que le fascina. Todos hemos conocido a un mentor especialmente inspirador, con una personalidad magnética. El estudiante está fascinado, el viejo profesor, de humor muy variable y algo excéntrico, se siente revivir ante el interés del chico. La interacción entre los dos, con ese toque casi mágico que a veces aparece entre profesor y alumno está descrita de manera magistral.
Pero ¡ay!, cuando el joven conoce a la esposa de su maestro, las cosas se complican. No puedo contar más, pero hay más de una sorpresa y un final inesperado en esta narración, que aborda con gran naturalidad temas escandalosos para la época en la que fué escrita.
El autor, aprovecha el texto para expresar su admración por Shakespeare y el teatro isabelino, en una serie de fragmentos brillantes que constituyen un ensayo notable sobre el tema.
Todo ello narrado con la elegancia de Zweig, con una profundidad psicológica tremenda, con penetración y una precisión en el manejo del lenguaje que bien podría usarse como modelo. Este austríaco que tanto nos gusta usa la palabra como un bisturí para diseccionar personajes y sentimientos de la manera más ajustada, para mostrárnoslos luego con toda nitidez.
Una novelita impresionante por todo. Por los temas que trata, por la calidad que encierra, por la descripción de personajes y situaciones... una maravilla que, en mi opinión, sirve perfectamente como resumen y síntesis de toda la obra narrativa de este autor vienés. En estas páginas está todo Zweig. Casi nada.
Páginas: 112
Editorial: Acantilado
Precio: 12 euros
Año de edición: 2018 (3ª edición)
Zweig es un especialista de la novela corta, la novela que ronda las cien páginas. Escribió un buen número de ellas y todas me parecen excepcionales. Ésta que hoy nos ocupa es una buena muestra de ello.
Publicada en 1926, en plena madurez creativa del autor, cuenta la historia de la muy especial relación que se establece entre un joven alumno y un profesor, que le fascina. Todos hemos conocido a un mentor especialmente inspirador, con una personalidad magnética. El estudiante está fascinado, el viejo profesor, de humor muy variable y algo excéntrico, se siente revivir ante el interés del chico. La interacción entre los dos, con ese toque casi mágico que a veces aparece entre profesor y alumno está descrita de manera magistral.
Pero ¡ay!, cuando el joven conoce a la esposa de su maestro, las cosas se complican. No puedo contar más, pero hay más de una sorpresa y un final inesperado en esta narración, que aborda con gran naturalidad temas escandalosos para la época en la que fué escrita.
El autor, aprovecha el texto para expresar su admración por Shakespeare y el teatro isabelino, en una serie de fragmentos brillantes que constituyen un ensayo notable sobre el tema.
Todo ello narrado con la elegancia de Zweig, con una profundidad psicológica tremenda, con penetración y una precisión en el manejo del lenguaje que bien podría usarse como modelo. Este austríaco que tanto nos gusta usa la palabra como un bisturí para diseccionar personajes y sentimientos de la manera más ajustada, para mostrárnoslos luego con toda nitidez.
Una novelita impresionante por todo. Por los temas que trata, por la calidad que encierra, por la descripción de personajes y situaciones... una maravilla que, en mi opinión, sirve perfectamente como resumen y síntesis de toda la obra narrativa de este autor vienés. En estas páginas está todo Zweig. Casi nada.
Stefan Zweig (Viena, 1881-1942) fué un escritor austríaco de entreguerras, que vivió en la Viena de Sigmund Freud, Arthur Schnittzler, Joseph Roth, Max Reinhardt y tantos otros. Autor de novelas, relatos y biografías maravillosos, fué un activista, un intelectual de entreguerras, fruto de una época efímera en la que Europa era Europa, es decir el faro intelectual y moral del mundo en muchos aspectos, defensora de una sociedad libre, hija del espíritu de la ilustración y culta, muy culta.
Pacifista convencido, fué además uno de los intelectuales que antes y con más energía criticó a Adolf Hitler y su ideario. Al ser de familia judía tuvo que huir de su país y se suicidó en Petrópolis (Brasil) junto con su esposa cuando creyó que el nazismo estaba ganando la guerra y el mundo no tenía remedio.
Sus libros constituyen un valor seguro, un puerto en el que refugiarse de la intemperie de textos mediocres y rebuscados que a veces nos rodea. Zweig no falla, siempre te acompaña y te consuela. Su voz es la de un amigo que te cuenta historias interesantes. Ni más, ni menos.
Pacifista convencido, fué además uno de los intelectuales que antes y con más energía criticó a Adolf Hitler y su ideario. Al ser de familia judía tuvo que huir de su país y se suicidó en Petrópolis (Brasil) junto con su esposa cuando creyó que el nazismo estaba ganando la guerra y el mundo no tenía remedio.
Sus libros constituyen un valor seguro, un puerto en el que refugiarse de la intemperie de textos mediocres y rebuscados que a veces nos rodea. Zweig no falla, siempre te acompaña y te consuela. Su voz es la de un amigo que te cuenta historias interesantes. Ni más, ni menos.
Stefan Zweig
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario