Título: El sistema periódico
Autor: Perimo Levi
Páginas: 256
Editorial: Península
Páginas: 256
Editorial: Península
Precio: 16,50 euros
Año de edición: 2014
¿Un libro
de química en un blog literario? No. Un libro de un químico –alguien más que
especial- que hace homenaje a tan magno descubrimiento en el título de este
compendio de relatos que es esta obra.
La AsambleaGeneral de Naciones Unidas ha declarado 2019 como año internacional de la Tabla Periódica para conmemorar el 150 aniversario de que su descubridor, el ruso Mendeléiev, diera a conocer lo que se considera uno de los descubrimientos más significativos de la ciencia, ya que, según dicen los entendidos, captura la esencia de la química, la física y la biología.
La AsambleaGeneral de Naciones Unidas ha declarado 2019 como año internacional de la Tabla Periódica para conmemorar el 150 aniversario de que su descubridor, el ruso Mendeléiev, diera a conocer lo que se considera uno de los descubrimientos más significativos de la ciencia, ya que, según dicen los entendidos, captura la esencia de la química, la física y la biología.
Es una buena oportunidad para hacer un
particular homenaje a Primo Levi, mundialmente conocido, que nos dejó sin
aliento con sus memorias, en forma de trilogía,
de su estancia en el campo de concentración de Auschwitz.
Primo Levi era químico
vocacional y toda la vida trabajó como tal. Quería, según nos cuenta él mismo
en uno de sus relatos, escribir un libro para dar a conocer la vida de los
químicos -los transformadores de la materia- pues la de otros profesionales
estaba archi escrita. Para él la química era el modo de acercarse a los
misterios de la naturaleza y por ende al ser humano, y ese espíritu de
comprensión inundó su pensamiento y su forma de ser y es el que le obsesionó tanto
como para intentar entender cómo los hombres podían haber creado el horror que él
mismo sufrió y padeció. Quería comprender la materia y dominarla, conocer
el universo y conocerse a sí mismo y a los demás, por lo que el sistema
periódico era fundamental para él, ya que permite a los científicos predecir la
apariencia y las propiedades de la materia que compone el universo.
Este libro, que no es
una autobiografía, aunque todo lo que cuenta es biográfico y vivido, se
estructura en 21 capítulos titulados como los elementos inertes de la
naturaleza: Argón, Hidrógeno, Zinc, Hierro, Potasio, Níquel, Plomo, Mercurio,
Fósforo, Oro, Cerio, Cromo, Azufre, Titanio, Arsénico, Nitrógeno, Estaño,
Uranio, Plata Vanadio y Carbono.
Cada uno de los
elementos le sugiere alguna anécdota vivida, todas ellas muy diversas y llenas
de interés. En unos casos es el descubrimiento de un elemento que no conocía, o
experiencias curiosas como la importancia de un elemento en la elaboración de
lápices de labios para darles permanencia; en otros el elemento título del
relato guía su memoria y le lleva a su juventud cuando con un amigo fracasaron
en el intento de vivir de un laboratorio rústico que montaron; en otros será el
recuerdo del momento en el que conoció a su mujer; o cuando en el campo, para
sobrevivir, roba piedras de mechero que intercambia por pan; en otros relata el
ambiente prebélico en Turín y su corta experiencia como partisano; y, en fin,
el que quizás sea el más impactante, narra cómo se reencontró con uno de los
nazis de la fábrica en la que trabajó en el campo de concentración.
Es un libro muy bien
escrito en el que muestra su gran pericia en el manejo del lenguaje. Su prosa es
sencilla, incluso para profanos cuando explica alguna cuestión técnica, momentos
estos que seguro disfrutarán con máximo gozo los químicos que lo lean. Entre
las anécdotas curiosas que cuenta se cuelan multitud de reflexiones personales
de gran interés que manifiestan sus profundas creencias humanistas.
Un libro de relatos, en
fin, que nos transmite su gran amor por su profesión y su esperanza -a pesar de
todo lo sufrido- en los seres humanos. Un libro más que recomendable que nos
estimula también para conocer algo más de esos elementos y de la importancia
que tienen en nuestra vida cotidiana. Muy interesante.
Primo Levi
Primo Levi nació en Turín en 1919
y murió en la misma ciudad y en la misma casa en 1987. Se doctoró en
química en un ambiente ya prebélico pero
que no implicó en principio mucho a los jóvenes de su generación hasta que
vieron cómo hasta sus profesores se rebelaron, momento en el que muchos de
ellos pasaron a la acción y se hicieron partisanos (en 1943), como fue su caso.
Por una delación fueron enseguida hechos prisioneros y a él le condujeron al
campo de concentración de Monowitz dependiente de Auschwitz, en donde estuvo 10
meses y en el que sobrevivió gracias a su conocimiento del alemán y al hecho de
ser químico.
Desde joven sintió el impulso de
la escritura que fue importantísima para él, especialmente tras su liberación
del campo de concentración pues, como él mismo dice, le sirvió no solo para dar
testimonio al mundo del horror que no debe volver a producirse, sino para
sentir que, tras la terrible experiencia, tenía un futuro posible. El primer voluen de la trilogía «Si esto es un hombre» es lo más conocido de su obra
-considerada como una de las más importantes del s. XX- que cuenta también con poemarios,
cuentos, novelas muy interesantes y ensayos de gran importancia acerca del
Holocausto.
Publicado por Paloma Martínez.
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