Título: Extravíos
Autor: Emil Cioran
Páginas: 102
Páginas: 102
Editorial: Hermida editores
Precio: 7,95 euros
Año de edición: 2012
Este delicioso librito es una de las mejores introducciones que conozco a las ideas y estilo de Cioran, un filósofo nihilista, que vale mucho la pena. Es un libro peculiar, está lleno de pesimismo positivo, una extraña variedad del más negro pesimismo que es tan exagerado, que resulta cómico y al final, resulta que te consuela.
Este autor es una figura muy especial. Pensador del pesimismo lúcido, revelador, penetrante y místico, coherente como pocos, este curioso personaje es capaz de practicar el nihilismo inteligente, que acaba siendo irrefutable y asombroso como punto de vista para ver la vida pasar. Según él, la vida es absurda, el hombre es un ser ridículo y patético, que no puede evitar creer en algo, aunque sepa que es mentira, y su existencia oscila entre el tedio y el terror.
Es capaz de producir perlas como éstas: «Lo cierto es que la vida no tiene ningún sentido; pero aún más cierto es que nosotros vivimos como si lo tuviera». «Lo desagradable de las religiones es su esfuerzo por legalizar a toda costa el ilegítimo deseo de vivir». «La imbecilidad poniendo en movimiento los instintos es la definición de la historia en general y de cada acontecimiento en particular».
Un pesimismo tan radical y exagerado, tan peculiar, extravagante e increíble que parece de broma y, la verdad, a menudo hace reír. Alguien tan negativo que anima al lector, tan triste que hace reír y tan desolador que consuela. Esos son los paradójicos efectos del pensamiento de este rumano apátrida y único. Me encanta, me resulta estimulante y atractivo. Si os ocurre lo mismo, ya sabéis, cualquiera de sus libros es brillante, pero este pequeño ensayo póstumo ofrece una síntesis de sus ideas extraordinaria. Muy bueno.
Émil Michel Cioran (Răşinari, 1911-1995), nació en Rumania, en su juventud militó en la extrema derecha y conoció a otros dos grandes pensadores rumanos, Mircea Eliade y a Eugene Ionèsco. Pronto se arrepintió de sus ideas políticas, y del absurdo de tenerlas, sean las que sean.
Emigró a París,
se hizo apátrida y comenzó a escribir y publicar en francés libros de
aforismos y breves párrafos en los que no expone ningún sistema
filosófico, sino que describe el sinsentido de todo y lo ridíiculo que
resulta el ser humano. Por ejemplo, defiende la falsedad de toda
doctrina filosófica, basándose en la incapacidad humana de crear ideas
libres. Se le ha llamado el filósofo sin sistema y el filósofo del absurdo. Fué elegido miembro de la Academia Francesa y está enterrado en el Cementerio de Montparnasse.
Emil Cioran
Publicado por Antonio F. Rodríguez.