Título: La hija de la española
Autora: Karina Sainz Borgo
Páginas: 224
Editorial:Lumen
Precio: 17 euros
Año de edición: 2019
No me suelen llamar la atención las novelas que vienen
precedidas de una gran publicidad y la de ésta fue enorme en la Feria del libro
de Fráncfort. Las editoriales más prestigiosas de más de 20 países
compraron los derechos de edición y ha
sido un éxito de ventas extraordinario. Consecuentemente, la red está llena de
comentarios y reseñas positivas de la obra. Y creo que no les falta razón.
La historia que nos cuenta es, por desgracia, común a lo
largo de la presencia del ser humano en el mundo. El sufrimiento extremo de las
personas que en su país de origen padecen persecución, tortura y muerte porque
el poder ha sido tomado por unos codiciosos sin escrúpulos, unos iluminados que
creen que solo ellos tienen la verdad, ambiciosos sin medida, ignorantes, al
fin, que como no pueden argumentar frente a quienes no comulgan con sus ideas,
deciden imponerlas por la fuerza. Es el principio de la espiral de una
violencia que comienza encarcelando y torturando, y llega al vil asesinato.
Esta situación provoca que muchos valientes, que no pueden soportar bajar la
cabeza y someterse, o bien disimular y callar, o quienes sienten ya físicamente
el cerco de los perseguidores, decidan huir en el último momento en busca de
otra supervivencia, otra vida en la que, indefectiblemente, cargarán con la
culpa de no haber resistido, de no haber luchado lo suficiente para que su país
saliera de su situación.
Estamos en Venezuela en los momentos –que ya duran demasiado-
de la revolución «redentora» en donde prima el «todo por el pueblo pero sin el pueblo», pero en este caso, sin ilustración.
¿Qué es, a mi juicio, lo diferente de esta narración que
parte de la propia experiencia de la autora, venezolana afincada en España? La
forma de relatarlo. Es periodista y se nota porque imprime al relato una
agilidad propia de quien no se recrea en la descripción, sino que va al meollo
de los asuntos, no se demora en cuestionamientos, sino que plantea su visión sin
justificaciones. No evita la descripción del terror institucional que somete a
toda una población, ni sus métodos corruptos revestidos de necesidad. De esa
manera, como lectores inmersos en la historia, nos reafirmamos en nuestras
convicciones previas y evidenciamos -una vez más- que el miedo producido por
unos pocos que detentan –por muy legal que haya sido su elección- el poder es
un motor determinante para aniquilar el deseo más legítimo de las personas: la
libertad.
Preguntada sobre si es o no «autoficción» esta primera novela suya, la autora lo rechaza de plano diciendo de la protagonista: «Yo comparto con Adelaida Falcón, territorio y generación, pero ella es la síntesis de muchas otras personas, de mujeres y de hombres que he conocido a lo largo de estos años».
Una novela que me he alegrado de haber leído a pesar de la prevención con la que la comencé. La autora dice que ella ha escrito una novela porque quería emocionar. Y lo ha conseguido.
Karina Sanz Borgo
Karina Sainz Borgo, hija de inmigrantes europeos, periodista
cultural, nació en Caracas en 1982 y reside en Madrid desde 2006. Dice que
siente su mezcla de identidades, nacionalidades e ideologías, como conformadoras
de su forma de ser y de su particular visión de la vida y de la manera de
contarla, pero reconoce que el hecho de haber salido de su país es lo que más
le ha influenciado para ser quién es.
Ha publicado los libros de
periodismo «Caracas hip-hop» (Caracas, 2007) y «Tráfico y Guaire» así como «El país y sus intelectuales» (Caracas, 2007). Mantiene el
blog Crónicas barbitúricas. Trabaja como periodista
especializada en temas culturales para medios digitales como Vozpopuli o Prodavinci.
Publicado por Paloma Martínez.
¡Hola! Me pasa como a ti, que algunas novelas y autores precedidas de mucho boom o de mucha publicidad no me atraen nada, algunas acaban cayendo y después de leerlas lo agradezco. Veo que al final, te ha gustado, todavía no lo he leído pero lo tengo en mente
ResponderEliminarSaludos
Pues a ver, si como a mí, te gusta después de salvar la prevención. Ya contarás.
ResponderEliminarUn saludo