Título: Íntimas
Autora: Adla Zamudio
Páginas: 175
Editorial: Libros de la ballena
Precio: 16,50 euros
Año de edición: 2019
Esta exquisita novela epistolar, uno de mis géneros favoritos, se publicó en Bolivia en 1913 en una mala edición, plagada de erratas, que cosechó críticas muy duras de hombres que la despacharon displicentemente como demasiado insulsa y recomendaban a la autora seguir dedicándose a escribir poesía, género que consideraban más adecuado para una mujer.
Craso error, miopía descomunal. Se trata de una novela deliciosa, muy amena, escrita con un estilo exquisito, muy expresiva y llena de matices. Recuerda a Katherine Mansfield y otras grandes escritoras que han analizado las relaciones afectivas entre hombres y mujeres con gran penetración psicológica y lucidez.
Está dividida en dos partes, la primera formada por once cartas que escribe Juan, un calavera con cierto encanto, a su amigo y socio Armando, sobre su estancia en Cochabamba en viaje de negocios. Allí conocerá a varias mujeres, como Gracia, con la que entiende muy bien, y alguna que otra dama de la que se prenda. En la segunda parte, su cuñada le cuenta a Gracia en dos largas cartas la triste historia de una de esas damas, cuya vida queda rota a causa de las murmuraciones.
La habilidad de la autora le permite construir un relato indirecto sobre la vida y peripecias de dos personajes en la sociedad cohabambina de la época, un hombre y una mujer, y las enormes diferencias que imponen en su vida los prejuicos y las convenciones sociales.
Una novela fenomenal, de transición entre la novela realista decimonónica y las novelas modernas del siglo XX, llena de virtudes, que se lee muy bien, apasionante y sutil, que no merece ser más conocida y salir del olvido en el que se encuentra, incluso en Bolivia. Muy recomendable. Si la leéis, os llevaréis una muy agradable sorpresa. Todo un clásico.
Esta exquisita novela epistolar, uno de mis géneros favoritos, se publicó en Bolivia en 1913 en una mala edición, plagada de erratas, que cosechó críticas muy duras de hombres que la despacharon displicentemente como demasiado insulsa y recomendaban a la autora seguir dedicándose a escribir poesía, género que consideraban más adecuado para una mujer.
Craso error, miopía descomunal. Se trata de una novela deliciosa, muy amena, escrita con un estilo exquisito, muy expresiva y llena de matices. Recuerda a Katherine Mansfield y otras grandes escritoras que han analizado las relaciones afectivas entre hombres y mujeres con gran penetración psicológica y lucidez.
Está dividida en dos partes, la primera formada por once cartas que escribe Juan, un calavera con cierto encanto, a su amigo y socio Armando, sobre su estancia en Cochabamba en viaje de negocios. Allí conocerá a varias mujeres, como Gracia, con la que entiende muy bien, y alguna que otra dama de la que se prenda. En la segunda parte, su cuñada le cuenta a Gracia en dos largas cartas la triste historia de una de esas damas, cuya vida queda rota a causa de las murmuraciones.
La habilidad de la autora le permite construir un relato indirecto sobre la vida y peripecias de dos personajes en la sociedad cohabambina de la época, un hombre y una mujer, y las enormes diferencias que imponen en su vida los prejuicos y las convenciones sociales.
Una novela fenomenal, de transición entre la novela realista decimonónica y las novelas modernas del siglo XX, llena de virtudes, que se lee muy bien, apasionante y sutil, que no merece ser más conocida y salir del olvido en el que se encuentra, incluso en Bolivia. Muy recomendable. Si la leéis, os llevaréis una muy agradable sorpresa. Todo un clásico.
Adela Zamudio (Cochabamba, 1854-1928) fué una escritora y poeta boliviana, pionera del feminismo. HIja de Adolfo Zamudio, de origen vasco, estudió solo hasta tercero de primaria porque no se ofrecía a las mujeres bolivianas más educación en aquella época.
Completó su educación de manera autodidacta, fué profesora y directora de la Escuela Fiscal de Señoritas desde 1905. En 1916 fundó el Liceo de Señoritas que lleva su nombre.
Publicó artículos en El Heraldo de Cochabamba en los que abogaba por sus ideas progresistas: supresión de la enseñanza religiosa y eliminación de toda discriminación contra las mujeres. Sirva como ejemplo su poesía Nacer hombre:
Una mujer superior
en elecciones no vota.
Y vota el pillo peor;
(Permitidme que me asombre).
Con solo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.
Completó su educación de manera autodidacta, fué profesora y directora de la Escuela Fiscal de Señoritas desde 1905. En 1916 fundó el Liceo de Señoritas que lleva su nombre.
Publicó artículos en El Heraldo de Cochabamba en los que abogaba por sus ideas progresistas: supresión de la enseñanza religiosa y eliminación de toda discriminación contra las mujeres. Sirva como ejemplo su poesía Nacer hombre:
Una mujer superior
en elecciones no vota.
Y vota el pillo peor;
(Permitidme que me asombre).
Con solo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.
Escribió poesía, ensayo, novelas cortas y una única novela larga, «Íntimas» (1913). Está considerada como una de las grandes autoras latinoamericanas.
Adela Zamudio a los 18 años
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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