Título: El camino del tabaco
Autor: Erskine Caldwell
Páginas: 240
Editorial: Navona
Autor: Erskine Caldwell
Páginas: 240
Editorial: Navona
Precio: 12 euros
Año de edición: 2019
Esta espléndida novela, publicada en 1932, llegó a vender ocho millones de ejemplares y rápidamente se convirtió en un clásico de la literatura social estadounidense, comparable a «Las uvas de la ira» (1939) de John Steinbeck.
Ambientada en los campos de algodón de Georgia, cuenta la historia de una familia de jornaleros que se ha quedado con un trozo de tierra cuando el terreno eatá ya agotado, no produce casi nada y los grandes hacendados se han ido de allí para invertir el dinero ganado con el cultivo del algodón. Un mundo que Caldwell conocía muy bien porque estuvo trabajando como recolector de algodón drante algún tiempo.
Aquí se describe con mesura y mano maestra la miseria social y humana, la pobreza, la falta de oportunidades y de horizonte de unos personajes demasiado apegados a una tierra en la que han trabajado toda su vida y que ya no produce casi nada. Tienen la desgracia de no saber hacer ya otra cosa que cultivarla; son rudos, analfabetos y elementales. Un grupo de personajes inolvidables que se nos hacen entrañables y familiares por un lado, y llegan a despertar nuestra complicidad, y por otro lado exhiben sin pudor todos sus pecados, miserias y flaquezas.
Lov, el cabeza de familia, que «seguía sin comprender porqué no tenía nada ni lo tendría jamás, y no había nadie que lo supiera y pudiera decírselo». Bessie, la predicadora sin nariz, Jeeter, que deja todo para mañana, Pearl, la joven casada que no habla ni se deja tocar ni mirar, Elli May y su labio leporino, Dude y su pasion por los automóviles...
Un elenco desquiciado que se mueve en una trama lamentable, que sin embargo resulta una maravilla por la compasión, el sutil sentido del humor que la anima y la rara perfección de los diálogos. Una novela que es una obra maestra, poblada de personajes autónomos que parecen tener vida propia al margen del autor, como los de William Faulkner o el Molloy de Samuel Becket.
Una familia anclada en la pobreza esperando un pasado que nunca ha de volver, en un texto que prefigura en cierto modo el realismo sucio de Raymond Carver. Caldwell es el gran poeta del sueño americano convertido en pesadilla, el testigo imparcial, que describe con nitidez fotográfica y empatía la vida de toda una capa social, sin juzgarla ni buscar responables, esa tarea se la deja al lector.
Una novela fascinante, que todo el mundo debiera leer, un clásico indiscutible. Tuvo un enorme éxito en EE. UU., dió lugar a una obra teatral que se mantuvo en Broadway durante ocho años y que finalmente fué llevada al cine en 1942 por otro genio de la narración, esta vez visual, John Ford, en una de sus películas más emblemáticas. En fin, una maravilla que me ha hecho pasar muy buenos ratos.
Aquí podeis ver la película con subtítulos.
Año de edición: 2019
Esta espléndida novela, publicada en 1932, llegó a vender ocho millones de ejemplares y rápidamente se convirtió en un clásico de la literatura social estadounidense, comparable a «Las uvas de la ira» (1939) de John Steinbeck.
Ambientada en los campos de algodón de Georgia, cuenta la historia de una familia de jornaleros que se ha quedado con un trozo de tierra cuando el terreno eatá ya agotado, no produce casi nada y los grandes hacendados se han ido de allí para invertir el dinero ganado con el cultivo del algodón. Un mundo que Caldwell conocía muy bien porque estuvo trabajando como recolector de algodón drante algún tiempo.
Aquí se describe con mesura y mano maestra la miseria social y humana, la pobreza, la falta de oportunidades y de horizonte de unos personajes demasiado apegados a una tierra en la que han trabajado toda su vida y que ya no produce casi nada. Tienen la desgracia de no saber hacer ya otra cosa que cultivarla; son rudos, analfabetos y elementales. Un grupo de personajes inolvidables que se nos hacen entrañables y familiares por un lado, y llegan a despertar nuestra complicidad, y por otro lado exhiben sin pudor todos sus pecados, miserias y flaquezas.
Lov, el cabeza de familia, que «seguía sin comprender porqué no tenía nada ni lo tendría jamás, y no había nadie que lo supiera y pudiera decírselo». Bessie, la predicadora sin nariz, Jeeter, que deja todo para mañana, Pearl, la joven casada que no habla ni se deja tocar ni mirar, Elli May y su labio leporino, Dude y su pasion por los automóviles...
Un elenco desquiciado que se mueve en una trama lamentable, que sin embargo resulta una maravilla por la compasión, el sutil sentido del humor que la anima y la rara perfección de los diálogos. Una novela que es una obra maestra, poblada de personajes autónomos que parecen tener vida propia al margen del autor, como los de William Faulkner o el Molloy de Samuel Becket.
Una familia anclada en la pobreza esperando un pasado que nunca ha de volver, en un texto que prefigura en cierto modo el realismo sucio de Raymond Carver. Caldwell es el gran poeta del sueño americano convertido en pesadilla, el testigo imparcial, que describe con nitidez fotográfica y empatía la vida de toda una capa social, sin juzgarla ni buscar responables, esa tarea se la deja al lector.
Una novela fascinante, que todo el mundo debiera leer, un clásico indiscutible. Tuvo un enorme éxito en EE. UU., dió lugar a una obra teatral que se mantuvo en Broadway durante ocho años y que finalmente fué llevada al cine en 1942 por otro genio de la narración, esta vez visual, John Ford, en una de sus películas más emblemáticas. En fin, una maravilla que me ha hecho pasar muy buenos ratos.
Aquí podeis ver la película con subtítulos.
Erskine Caldwell (Coweta County, 1903 - 1987), hijo de un ministro presbiteriano y una maestra, estudio en la Universidad de Virginia (EE. UU.). Era alto, atlético y buen jugador de fútbol americano. Luego se instaló en Maine y comenzó a publicar relatos en periodicos y revistas. En sus textos se ocupa de la clase trabajadora, de los más humildes y marginados. Denunció la explotación de los campesinos sureños, el racismo, la violecia de género y el clasismo.
Su primera novela, «Bastardo» (1929), fué censurada y se comenzó a distribuir clandestinamente. Cuando publicó «La parcela de Dios» (1933), Caldwell
fué detenido por irreverencia, juzgado y absuelto. El libro fué un
exito y se vendieron diez millones de ejemplares, más que de «Lo que el viento se llevó».
Se casó con una fotógrafa, tuvo una librería durante unos años en Maine, fué corresponsal de guerra en la Segunda Guerra Mundial y en los últimos años de su vida se dedicó a viajar por el mundo durante seis meses al año y escribir cuadernos de viaje, cuadernos que siguen inéditos.
Erskine Caldwell
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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