Páginas

Bibliotecas digitales

viernes, 1 de marzo de 2019

Cita en Samarra - John O'Hara


Título: Cita en Samarra
Autor: John O'Hara

Páginas: 312

Editorial: Lumen

Precio: 21,90 euros 

Año de edición: 2009

«Había en Bagdad un mercader que envió a su criado al mercado a comprar provisiones, y al rato el criado regresó pálido y tembloroso y dijo: señor, cuando estaba en la plaza del mercado una mujer me hizo muecas entre la multitud y cuando me volví pude ver que era la Muerte. Me miró y me hizo un gesto de amenaza; por eso quiero que me prestes tu caballo para irme de la ciudad y escapar a mi sino. Me iré para Samarra y allí la Muerte no me encontrará. El mercader le prestó su caballo y el sirviente montó en él y le clavó las espuelas en los flancos huyendo a todo galope. Después el mercader se fue para la plaza y vio entre la muchedumbre a la Muerte, a quien le preguntó: ¿Por qué amenazaste a mi criado cuando lo viste esta mañana? No fue un gesto de amenaza, le contestó, sino un impulso de sorpresa. Me asombró verlo aquí en Bagdad, porque tengo una cita con él esta noche en Samarra».

John O'Hara cita esta antigua leyenda islámica al principio de esta novela y con ella nos deja adivinar el desenlace de la novela. Alguno de los personajes, no sabemos cuál, tiene una cita con la muerte. La intriga se centra en saber quién, en cómo va a morir y porqué. El hilo narrativo se sigue sin saber cómo va a evolucionar para llegar a Samarra.

El autor nos cuenta una especie de historia de navidad, entre nieve, regalos y celebraciones, en una pequeña ciudad estadounidense y en los años 20, durante la época de la prohibición del alcohol. Poco a poco se van desvelando las miserias y corrupciones de esa sociedad provinciana en un panorama en el que pocos se salvan.

Al mismo tiempo, se describe la caída y degeneración de Julian English (curioso apellido), un tipo con poca inteligencia emocional y escaso autocontrol, que, a pesar de que la vida le sonríe, tiene una mujer maravillosa que le ama, un buen trabajo, un hijo, amigos y una buena posición social, lo echa todo a rodar y destroza su vida. ¿Quién se encontrará con la muerte en el desenlace? ¿el antihéroe English? ¿su rival? ¿alguno de los personajes que le rodean? El sorprendente desenlace os lo dirá.

Solo puedo contaros que la novela está estupendamente bien desarrollada, con mucha información condensada en cada página y en cada párrafo, un ritmo muy alto y saltando de un personaje a otro sin cesar, para dales la voz de la narración y permitirles que cuenten su versión. 

Un libro excelente que, en cierta medida, parece un estudio sociológico de una pequeña ciudad petrolera, escrita en un tono de compasión hacia las mujeres y el papel que les asigna la sociedad, lleno de personajes interesantes y con relieve, con destellos de humor y una factura espléndida. Una crónica completa de las miserias y rencillas de la vida provinciana, un mundo cerrado y malsano. Hay gran número de detalles muy conseguidos, como los apodos, muy significativos, o los diálogos, que completan la descripción de esa sociedad de manera magistral.

La obra incluye un estupendo prólogo del autor en el que cuenta cómo se le ocurrió la idea central de la novela y que escribió el texto en seis meses, escribiendo por las noches y durmiendo diez horas durante el día.

Una novela muy buena, que vale realmente la pena conseguir, cosa que no es fácil. Yo la he leído en un tomo de segunda mano, que en la primera página tiene escrito un nombre, un año (1960) y una frase («Hace dos meses que me casé»). Y al final, un comentario («Regular»), espero que se refiera a la novela y no a su matrimonio. Aunque es increíble que no le haya seducido una obra tan singular.

John O'Hara (Pottsville, 1905-1970), hijo de un médico de provincias irlandés y católico, no pudo estudiar en la Universidad de Yale por falta de recursos, debido a la muerte de su padre cuando él tenía 19 años. Tuvo que estudiar en la Universidad de Niágara, en el estado de Nueva York y ejerció como reportero para varios periódicos hasta que consiguió empezar a publicar relatos en revistas literarias.

Durante su vida escribió más de cuatrocientos cuentos, mientras trabajaba como locutor de radio, crítico de cine, agente de prensa, columnista regular y periodista deportivo. Sus relatos se convirtieron en habituales en «The New Yorker» y, en gran medida, marcaron el estilo de los cuentos de esa revista. Ya hemos reseñado aquí «La chica de California y otros relatos», un volumen muy representativo de su producción cuentística.

También escribió novelas, muy admiradas por Hemingway, obras de teatro y algunos guiones para Hollywood. Alcohólico, juerguista y vividor, se casó tres veces y murió súbitamente de una enfermedad vascular.

John O'Hara

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario