Título: Y tú no regresaste
Autora: Marceline Loridan-Ivens
Autora: Marceline Loridan-Ivens
Páginas: 112
Editorial: Salamandra
Precio: 14,50 euros
Año de edición: 2015
78750 es el número
que, indeleble, le quedó como superviviente de Auschwitz.
También indeleble fue el dolor por el rechazo que sufrió por ser judía no
solo en el momento de su detención sino cuando fue liberada, pues como no era
ni excombatiente ni de la resistencia se negaban a trasladarla, a ella y a sus
compañeros liberados, a París. Una vez allí, sintió otro rechazo, el de la
sociedad entera, pero que empezaba con el más doloroso, el de su madre que no
fue a recogerla a la estación y cuya máximo interés acerca de su sufrimiento
fue si seguía siendo virgen.
Y le quedó la culpa,
culpa por haber regresado, no como su padre, deportado en el mismo momento que
ella. A los 86 años le escribe esta singular carta que tenemos el privilegio de
leer ahora. Y es tan tarde cuando se decide a escribir porque está horrorizada
por la escalada actual del racismo y la xenofobia en una Europa a la que acusa
de no haber hecho nada cuando ocurrió el genocidio y que teme vuelva otra vez
la cara frente al integrismo. Escribe como otra forma más de compromiso con la
sociedad. Compromiso que le había llevado a escribir y dirigir una película
sobre los campos en 1961 y que también se concretó en su presencia asidua en
centros escolares y medios de comunicación. Escribe y va a los platós porque
sabe que si al regreso de los campos de exterminio no pudieron hablar porque
nadie los quería escuchar, ahora es urgente que los adultos no olvidemos las
causas y consecuencias de lo que sucedió y los jóvenes lo conozcan para que no
vuelva a ocurrir.
Nos cuenta retazos de
su vivencia del horror de manera grave, serena, clara y sin concesiones al
sentimentalismo. Es un libro duro, sin embargo, transmite una energía vital
enorme porque fue una mujer que amó la vida, por ello fue superviviente.
Libro necesario, de una extraordinaria mujer a quien honramos hoy y siempre.
Marceline Loridan-Ivens
Marceline Loridan-Ivens (1928-2018), francesa de nacimiento y convicción, de padres judíos polacos exiliados.
Cambió su apellido, Rozenberg, por los de sus dos maridos.
Con apenas 15 años llega a Birkenau donde encuentra a Simone Veil. Serán amigas de por vida y, aunque por caminos muy diferentes, las dos serán mujeres comprometidas, con especial atención a las mujeres. Ha muerto el 18 de septiembre de este año en Paris, un año después que su amiga, a los 90 años.
Unos meses antes era entrevistada por enésima vez y respondía a preguntas comprometidas acerca de la situación actual de los diferentes integrismos. Lo hacía con una claridad mental, una energía y una coherencia encomiables. Toda la vida fue valiente. No se permitía debilidad de ningún tipo. Mujer fuerte, extraordinariamente libre, transgresora, coherente consigo misma y con gran sentido del humor. Tenía el espíritu alegre de quien sabe que ha vencido y va a vencer cualquier tipo de adversidad. Así fue ella, una gran luchadora. Una mujer extraordinaria.
Fue cineasta, escritora, documentalista, actriz… Como dijo de ella una periodista, tuvo mil vidas y, podemos añadir, todas ellas interesantes y dignas de conocerse. En su libro autobiográfico «Ma vie balagan» (sin traducir al español) nos da a conocer su apasionante vida. Ojalá una editorial nos ofrezca, al menos, una traducción de su libro «L’amour après» publicado ¡en 2018!, otra pequeña joya en la que cuenta sus dificultades y sus gozos para lograr el amor tras la castrante vivencia de los campos de concentración.
Marceline Loridan-Ivens
Publicado por Paloma Martínez.
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