Luis Sorolla, protagonista de «Un roble» (foto Luz Soria)
¿Por qué si estamos acostumbrados hasta cierto punto al arte, el cine o a la música vanguardista, en cambio apenas si vamos a ver obras de teatro con algo de experimental, obras rompedoras que ofrezcan algo diferente? Así pasa, que a veces nos perdernos cosas verdaderamente interesantes, que no resultan en absoluto ni aburridas, ni extravagantes, ni incomprensibles.
Ése es el caso de «Un roble», la obra del británico Tim Crouch que se ha estrenado el pasado lunes en el Teatro Pavón Kamikaze de Madrid y podéis ver los lunes, martes y miércoles hasta el 14 de noviembre.
El planteamiento es de los más sugestivo: solo hay dos actores, uno de los cuales es un hipnotizador y conoce el guion y todo lo que va a pasar, el otro, que cambia en cada función, no sabe nada en absoluto del desarrollo de la obra, únicamente que ha perdido a su hija en un accidente, que el responsable es el hipnotizador y que va a encontrarse con él por primera vez desde el triste suceso.
Sobre tan curioso planteamiento se desarrolla una trama sutil, inteligente y sugestiva sobre la realidad, lo que creemos, lo que elegimos creer, la sugestión, la autosugestión, los símbolos, la verdad, la comunicación y la enorme capacidad del ser humano de generar significados sobre el mundo real.
Una experiencia curiosísima, que cada noche será diferente, porque cambia uno de los protagonistas. Magia e ilusión durante hora y media sin trampa ni cartón, porque el truco está permanentemente a la vista.
Valientes del teatro, pioneros de la escena y aventureros de la dramaturgia, ésta es vuestra obra si queréis ver algo completamente diferente y estupendamente bien interpretado, algo que os dejará la mente llena de preguntas, preparada para tener luego un buen debate con los amigos.
El protagonista, traductor y coproductor del montaje es Luis Sorolla, del que ya hemos hablado en este blog alguna vez que otra, y en el estreno le acompañó Israel Elejalde; los dos estuvieron espectaculares y por lo menos para mí, fué una experiencia interesantísima.
Tim Crouch (1964) es un autor, actor y director de teatro experimental británico que estrenó esta obra en el Festival de Teatro de Edimburgo del 2005. Con ella ganó un premio Herald Angel y una mención especial en los premios Obie.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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