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lunes, 23 de abril de 2018

En el remoto Cipango - Luis de Oteyza

 
Título: En el remoto Cipango
Autor: Luis de Oteyza

Páginas: 276

Editorial: Ediciones del viento

Precio: 19,50 euros

Año de edición: 2013

Pues aquí tenemos un libro que cuenta con mucho humor el viaje de un periodista español de primera línea a Japón, nada menos que en el año 1925, cuando casi no había información del país de sol naciente y aquellas tierras no estaban tan occidentalizadas como ahora.

El autor y viajero es Luis de Oteyza, poeta, periodista consumado y defensor de la república, que se exilió durante la dictadura de Primo de Rivera buscando climas más benignos. Viajó en barco a Filipinas, luego a China y finalmente al archipiélago nipón, el remoto Cipango, según dice él mismo, allí de donde Marco Polo solo pudo conseguir referencias y a donde Colón no pudo llegar.

El recorrido es muy seductor: Kobe, Osaka, Nara, Kyoto, Tokyo, Kamakura y Yokohma, acompañado casi siempre de un amable japonés, servicial y hospitalario y sorteando las dificultades idiomáticas con ingenio y creatividad.

El relato es muy ameno y tan jovial y alegre, que al principio el lector se asusta un poco, porque parece superficial; pero pronto se da cuenta el lector que el narrador es un testigo atento e inteligente, observador y curioso, siempre de buen humor, ingenioso, culto y original.

El autor construye un delicioso reportaje, ameno y delicioso, sobre ese lejano país. Profundiza en varias de sus tradiciones más emblemáticas: se interesa por el harakiri, la costumbre de bañarse en grupo desnudos, sobre las geishas, el teatro japonés clásico y todo detalle curioso o significativo que ve por allí.

En este libro se aprende que los japoneses son siempre muy amables y educados, que las estaciones se adelantan en Japón respecto a Europa, se resuelve el misterio de qué ropa interior llevan las geishas debajo del kimono, se comprueba que las casas son muy pequeñas, que casi todo el mundo fuma allí, que las mujeres aceptan y agradecen el piropo (que ya en España empezaba a ser mal visto) y mil cosas más. Por ejemplo, se cuenta que los nipones son muy aficionados a los dulces, que tienen un nombre de origen español confite porque llegaron allí de la mano del jesuita San Francisco Javier.

Oteyza dedica  especial atención a las geishas, que no hay que confundir con chicas de compañía (oirán) a conocer cómo trabajan, se forman y en qué consiste su arte. Las chicas especialmente bellas y graciosas que aspiran a ejercer ese noble oficio empiezan a los 13 o 14 años, son durante dos años bailarinas de grupo (oskaku), mientras aprenden modales, a bailar, a tocar instrumentos y cantar, cultura general y la esencia de su arte: ser siempre elegantes y encantadoras. Acaban por ser auténticas artistas, exquisitas y deliciosas, capaces de convertir un rato de compañía en algo muy refinado.

Nuestro viajero visita templos, casas de té, monumentos, parques, tumbas, santuarios y siempre tiene algo interesante acerca de ellos.

En fin, un libro de viajes delicioso y muy interesante, en el que llama la atención que no parece haber cambiado Japón tanto en los casi cien años transcurridos desde que se escribió. Una obra estupenda para visitar ese país tan exótico, porque para dar una vuelta por Japón, no hay que complicarse mucho la vida, basta con leer tranquilamente este libro.

Luis de Oteyza 

Luis de Oteyza (Zafra, 1883-1961) fué en juventud poeta modernista. Luego se reconvirtió en periodista atrevido y satírico;llegó a dirigir Madrid Cómico, El Liberal y el madrileño Libertad, del que fué el primer director.
  
Enviado por su periódico a Marruecos en plena Guerra del Rif, entrevistó al famoso caudillo marroquí Abd-El-Krim, y pubicó un conjunto de artículos muy interesantes bajo el titulo de En campo enemigo (1922).
  
Fué pionero de la radio y fundó una de las primeras emisoras que hubo en España. Hizo propaganda a favor de la Segunda República y en 1933 fué nombrado embajador en Caracas. Al estallar la Guerra Civil Española tuvo que exiliarse, primero a Cuba y luego a Venezuela.
  
Fué un viajero incansble, recorrió medio mundo y escribió numerosas novelas de aventuras y libros de viajes sobre los países que visitó, muy populares en los años 20 y 30.

Luis de Oteyza entrevistando a Abd-el-Krim

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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