Título: Adiós a Berlín
Autor: Christopher Isherwood
Páginas: 272
Editorial: Acantilado
Editorial: Acantilado
Precio: 20 euros
Año de edición: 2014
Aparecida en 1939, esta es una de las grandes novelas europeas del siglo XX y una crónica impagable del Berlín de entreguerras y del ambiente que allí había durante el ascenso del nazismo, en los años 30. Una atmósfera de creatividad, libertinaje desenfrenado, pobreza y degradación en lo político única, fascinante y terrible. El nacimiento del ominoso leviatán nazi aparece indirectamente, como telón de fondo y en forma de disturbios en la calle de violencia creciente, en los que los judíos llevan la peor parte más a menudo.
Unas memorias de los años que vivió el autor en la capital alemana que se presentan en forma de novela, una novela moderna y atrevida caracterizada por dos polos. Por un lado, su atrevimiento formal. No es una novela al uso; se compone de seis partes en las que se describen las relaciones de Christopher, el protagonista, con un grupo de personajes distinto en cada una. No hay trama, no hay historia tal y como se concibe en la novela clásica y sin embargo, el retrato de una época y de una forma de vivir a través de un puñado de personajes es de una nitidez casi cegadora.
Por otro lado, la técnica literaria con la que está escrito el texto es extraordinaria. Los personajes y sus conflictos están descritos con una riqueza de matices muy notable, los diálogos son muy buenos, muy dramáticos y cada frase y cada párrafo posee una armonía muy agradable, que hace que este texto se lea a velocidad de vértigo, sintiendo el placer del viento de palabras en la cara.
Una novela maravillosa, atrevida y a la vez llena de cualidades literarias, un buen ejemplo de la literatura anglosajona de la primera mitad del siglo pasado, que describe cómo era el Berlín de los años 30, una ciudad todavía inmersa en la posguerra que claudicaba día a día al nazismo más brutal.
Mención aparte merece el personaje de Sally Bowles, una infantil y seductora chica de compañía de diecinueve años, ingenua e inmadura, algo frívola y superficial, pero encantadora, interpretada magistralmente por Liza Minelli en Cabaret, la película inspirada libremente en este libro, dirigida en 1972 por Bob Fosse. Pocas veces se da la coincidencia de que una película tan buena esté basada en una obra igualmente muy notable. Según se dice, es curioso el parecido entre Christopher Isherwood y el actor que le da vida en la película, Michael York.
Liza Minelli - Sally Bowles
Una novela extraordinaria y un clásico del siglo XX que todo buen devorador de libros debe leer y disfrutar. En el fondo, un adiós, entre nostálgico y horrorizado, a un Berlín que representa esa mezcla inexplicable de atractivo y barbarie que parece latir para siempre bajo al espíritu alemán.
Christopher William Bradshaw-Isherwood (Disley, 1904-1986) fué un escritor nacido británico y que obtuvo en 1946 la nacionalidad estadounidense. Hijo de un coronel de la armada británica, cuando murió su padre se instalo en Londres. Estudió en el King's College de Londres, en Oxford y en Cambridge.
Conoció a W. H. Auden y al círculo de escritores radicales de Oxford. En 1929 se estableció en Berlín como profesor y allí conoció a su gran mentor, E. M. Forster. En 1933 abandonó la capital alemana por el enrarecimiento de la sociedad y para escapar del nazismo. Recorrió China con W. H. Auden y luego ambos escritores se mudaron a Estados Unidos, primero a Nueva York y luego, a Hollywood.
Allí entró en contacto con el grupo de intelectuales aficionados a la escuela Vedanta y formó parte de los convertidos a la filosofía hindú: Aldous Huxley, Bertrand Russell y Jiddu Krishnamurti. Fué profesor de literatura en la Universidad de California y en la de Santa Mónica.
Conoció a un joven pintor de 18 años, Don Bachardy, que se convirtió en su pareja hasta su muerte en 1986. Como no se podían casar, lo adoptó.
Conoció a W. H. Auden y al círculo de escritores radicales de Oxford. En 1929 se estableció en Berlín como profesor y allí conoció a su gran mentor, E. M. Forster. En 1933 abandonó la capital alemana por el enrarecimiento de la sociedad y para escapar del nazismo. Recorrió China con W. H. Auden y luego ambos escritores se mudaron a Estados Unidos, primero a Nueva York y luego, a Hollywood.
Allí entró en contacto con el grupo de intelectuales aficionados a la escuela Vedanta y formó parte de los convertidos a la filosofía hindú: Aldous Huxley, Bertrand Russell y Jiddu Krishnamurti. Fué profesor de literatura en la Universidad de California y en la de Santa Mónica.
Conoció a un joven pintor de 18 años, Don Bachardy, que se convirtió en su pareja hasta su muerte en 1986. Como no se podían casar, lo adoptó.
Christopher Isherwood
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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