Título: La última confesión
Autor: Morris West
Páginas: 189
Editorial: Círculo de lectores
Precio: 15,95 euros
Año de edición: 2003
Probablemente Morris West murió feliz, haciendo lo que más le gustaba: escribir capítulos de esta novela. A ella dedicó sus últimos años, ilusionado con el proyecto de volver a novelar la vida de uno de los personajes que le fascinaban, Giordano Bruno, en quien se veía reflejado de alguna manera. Ambos habían sido seminaristas y posteriormente se habían revelado contra el dogma. West ya había escrito una obra de teatro sobre el pensador nolano, «El hereje», y al final de su vida debió de ser un placer volver a un tema con el que se identificaba especialmente.
Según su editor, la novela está acabada solo en un 70 %, pero se deja leer muy bien y no le sienta mal acabar con lo que parece un final abierto. Cuenta las últimas semanas del italiano Giordano Bruno (Nola, 1548-1600) en una celda de la Santa Inquisición, mientras escribe su última confesión y recuerda toda su vida.
Un personaje fascinante, que se hizo dominico a los 17 años, luego colgó lo hábitos y se situó más cerca del espíritu científico y el libre albedrío que de la obediencia al dogma. Gran filósofo, viajó por toda Europa huyendo de las acusaciones de herejía y viviendo de sus clases, sus teorías y escribiendo tratados; mejoró los métodos nemotécnicos de Ramón Llull para potenciar la memoria, ejerció de mentalista y fascinó a los más poderosos mecenas.
Finalmente, defender que la Tierra gira en torno al Sol y los cielos no son inmutables, entre otras herejías, le costó 7 años de tortura y ser quemado en la hoguera. Curiosamente su acusador en la Inquisición, ejerció también de fiscal contra Galileo Galilei veinte años más tarde y fué canonizado luego como San Roberto Belarmino.
El libro se deja leer muy a gusto, es ameno y recrea el ambiente intelectual de la época muy bien. Leyéndolo se aprende historia, se repasan las ideas en boga durante el siglo XVI en Europa, las guerras de religión y los intríngulis de la política de estado de entonces. Además, se dibuja la figura de Bruno con precisión, su carácter fuerte, tempestuoso, su amor por el pensamiento especulativo y su gran inteligencia. Especialmente interesantes son sus diálogos con los inquisidores en los que argumenta con habilidad y contundencia.
Es una pena que Morris West no haya vivido unos cuantos meses más para acabar esta obra, pero aun así, es una estupenda biografía novelada con la que se disfruta del juego de ideas, creencias, visiones y del choque de dos maneras de concebir el mundo: el pensamiento científico que entonces estaba naciendo, basado en la inducción, y el pensamiento escolástico, basado en la revelación y la deducción.
Un libro muy interesante y atractivo, sobre una figura histórica a la vez enigmática, porque poco se sabe de él, y fascinante, porque tuvo contactos con la alquimia y la magia. Una novela muy recomendable.
Autor: Morris West
Páginas: 189
Editorial: Círculo de lectores
Precio: 15,95 euros
Año de edición: 2003
Probablemente Morris West murió feliz, haciendo lo que más le gustaba: escribir capítulos de esta novela. A ella dedicó sus últimos años, ilusionado con el proyecto de volver a novelar la vida de uno de los personajes que le fascinaban, Giordano Bruno, en quien se veía reflejado de alguna manera. Ambos habían sido seminaristas y posteriormente se habían revelado contra el dogma. West ya había escrito una obra de teatro sobre el pensador nolano, «El hereje», y al final de su vida debió de ser un placer volver a un tema con el que se identificaba especialmente.
Según su editor, la novela está acabada solo en un 70 %, pero se deja leer muy bien y no le sienta mal acabar con lo que parece un final abierto. Cuenta las últimas semanas del italiano Giordano Bruno (Nola, 1548-1600) en una celda de la Santa Inquisición, mientras escribe su última confesión y recuerda toda su vida.
Un personaje fascinante, que se hizo dominico a los 17 años, luego colgó lo hábitos y se situó más cerca del espíritu científico y el libre albedrío que de la obediencia al dogma. Gran filósofo, viajó por toda Europa huyendo de las acusaciones de herejía y viviendo de sus clases, sus teorías y escribiendo tratados; mejoró los métodos nemotécnicos de Ramón Llull para potenciar la memoria, ejerció de mentalista y fascinó a los más poderosos mecenas.
Finalmente, defender que la Tierra gira en torno al Sol y los cielos no son inmutables, entre otras herejías, le costó 7 años de tortura y ser quemado en la hoguera. Curiosamente su acusador en la Inquisición, ejerció también de fiscal contra Galileo Galilei veinte años más tarde y fué canonizado luego como San Roberto Belarmino.
El libro se deja leer muy a gusto, es ameno y recrea el ambiente intelectual de la época muy bien. Leyéndolo se aprende historia, se repasan las ideas en boga durante el siglo XVI en Europa, las guerras de religión y los intríngulis de la política de estado de entonces. Además, se dibuja la figura de Bruno con precisión, su carácter fuerte, tempestuoso, su amor por el pensamiento especulativo y su gran inteligencia. Especialmente interesantes son sus diálogos con los inquisidores en los que argumenta con habilidad y contundencia.
Es una pena que Morris West no haya vivido unos cuantos meses más para acabar esta obra, pero aun así, es una estupenda biografía novelada con la que se disfruta del juego de ideas, creencias, visiones y del choque de dos maneras de concebir el mundo: el pensamiento científico que entonces estaba naciendo, basado en la inducción, y el pensamiento escolástico, basado en la revelación y la deducción.
Un libro muy interesante y atractivo, sobre una figura histórica a la vez enigmática, porque poco se sabe de él, y fascinante, porque tuvo contactos con la alquimia y la magia. Una novela muy recomendable.
Estatua de Giordano Bruno en Roma
Morris Langlo West (Melbourne, 1916-1999) es el escritor australiano más leído, con más de 30 libros publicados y más de 60 millones de ejemplares vendidos. Nació en una familia trabajadora y estudió en la Universidad de Melbourne y fué maestro en Nueva Gales del Sur y Tasmania.
Pasó doce años en un monasterio de los Christian Brothers y llegó a hacer los votos anuales, aunque no los definitivos. Fué espía durante la Segunda Guerra Mundial y al acabar la contienda publicó su primer libro. Vivió en Austria, Italia, Inglaterra y los Estados Unidos. Finalmente volvió a Australia en 1980.
En poco tiempo se convirtió en un hábil autor de superventas de tema religioso, como «Las sandalias del pescador» o «El abogado el diablo». Curiosamente, anticipo en una de sus novelas la elección de un papa eslavo similar a Juan Pablo II y en 1998 escribió sobre la llegada al papado del Cardenal Bergoglio.
Pasó doce años en un monasterio de los Christian Brothers y llegó a hacer los votos anuales, aunque no los definitivos. Fué espía durante la Segunda Guerra Mundial y al acabar la contienda publicó su primer libro. Vivió en Austria, Italia, Inglaterra y los Estados Unidos. Finalmente volvió a Australia en 1980.
En poco tiempo se convirtió en un hábil autor de superventas de tema religioso, como «Las sandalias del pescador» o «El abogado el diablo». Curiosamente, anticipo en una de sus novelas la elección de un papa eslavo similar a Juan Pablo II y en 1998 escribió sobre la llegada al papado del Cardenal Bergoglio.
Morris West
Publicado por Anonio F. Rodríguez.
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