Título: El último pirata del Mediterráneo
Autor: Manuel D. Benavides
Páginas: 439
Editorial: Renacimiento
Precio: 19,90 euros
Año de edición: 2017
Cómo será esta biografía novelada del contrabandista, empresario y financiero Juan March, (1880-1962), que el aludido intentó comprar todos los ejemplares y evitar así que nadie la leyera. No aparecía su nombre, pero el protagonista era fácilmente reconocible. No consiguió evitar su difusión y el título fué un éxito editorial que en cinco años tuvo 16 ediciones. Pero el banquero era hombre poderoso, presionó algunas teclas, denunció al autor por difamación, lo encarcelaron y en cuanto salió tuvo que exiliarse.
El libro, aparecido en 1932, conoció varias ediciones y en la de 1937, sus personajes aparecían con sus nombres reales. Esa edición es la más completa, corregida y aumentada por el autor, y es la que ha servido para confeccionar ésta que ha aparecido el año pasado.
Juan March, fundador de la compañía Transmediterránea, de la Banca March y patrocinador del golpe de Estado franquista de 1936, nació en una familia campesina y su primera actividad conocida fué la cría de cerdos. Pronto amplió su radio de acción y fué contrabandista, traficante de armas, timador, hombre de negocios, corruptor de políticos, banquero... y se cuentan muchas historias de él a cual más jugosas.
Según parece, compraba cargamentos de cáscara de almendra, la aseguraba como si fuera almendra, hundía el barco (que era un viejo cascarón) y cobraba el seguro. Era habitual que desembarcase en una playa un pequeño cargamento de contrabando, avisase él mismo a la policía y mientras detenían a tres o cuatro incautos, descargaba el gran cargamento en otra playa.
Otra técnica era llegar al acto de compra de unas tierras por 100.000 pesetas, por ejemplo, con una escritura en la que se decía que pagaba con 100 billetes de mil, portando 100 billetes de 5000, haciéndose el tonto y pidiendo excusas por no tener billetes de cien y sustituirlos por aquellos que le habían dicho que también valían. El vendedor cogía rápidamente el dinero con los ojos como platos y cuando descubría que eran falsos e intentaba denunciar a March, éste decía que ese dinero no era suyo y exhibía la escritura firmada en la que se decía que había pagado con billetes de 1000.
Todo un personaje, bautizado como «El último pirata de Mediterráneo» por Francesc Cambó, cuya vida y milagros se cuenta aquí en detalle, con profusión de anécdotas, sucedidos y episodios chuscos. El texto tiene cierto estilo galdosiano y un tono sensacionalista, pero parece que nadie ha desmentido su contenido de manera convincente..
Un libro mítico, curiosísimo, parece que fiel a la realidad según todo lo que se sabe y muy interesante para conocer nuestra historia reciente. Muy recomendable.
Cómo será esta biografía novelada del contrabandista, empresario y financiero Juan March, (1880-1962), que el aludido intentó comprar todos los ejemplares y evitar así que nadie la leyera. No aparecía su nombre, pero el protagonista era fácilmente reconocible. No consiguió evitar su difusión y el título fué un éxito editorial que en cinco años tuvo 16 ediciones. Pero el banquero era hombre poderoso, presionó algunas teclas, denunció al autor por difamación, lo encarcelaron y en cuanto salió tuvo que exiliarse.
El libro, aparecido en 1932, conoció varias ediciones y en la de 1937, sus personajes aparecían con sus nombres reales. Esa edición es la más completa, corregida y aumentada por el autor, y es la que ha servido para confeccionar ésta que ha aparecido el año pasado.
Juan March, fundador de la compañía Transmediterránea, de la Banca March y patrocinador del golpe de Estado franquista de 1936, nació en una familia campesina y su primera actividad conocida fué la cría de cerdos. Pronto amplió su radio de acción y fué contrabandista, traficante de armas, timador, hombre de negocios, corruptor de políticos, banquero... y se cuentan muchas historias de él a cual más jugosas.
Según parece, compraba cargamentos de cáscara de almendra, la aseguraba como si fuera almendra, hundía el barco (que era un viejo cascarón) y cobraba el seguro. Era habitual que desembarcase en una playa un pequeño cargamento de contrabando, avisase él mismo a la policía y mientras detenían a tres o cuatro incautos, descargaba el gran cargamento en otra playa.
Otra técnica era llegar al acto de compra de unas tierras por 100.000 pesetas, por ejemplo, con una escritura en la que se decía que pagaba con 100 billetes de mil, portando 100 billetes de 5000, haciéndose el tonto y pidiendo excusas por no tener billetes de cien y sustituirlos por aquellos que le habían dicho que también valían. El vendedor cogía rápidamente el dinero con los ojos como platos y cuando descubría que eran falsos e intentaba denunciar a March, éste decía que ese dinero no era suyo y exhibía la escritura firmada en la que se decía que había pagado con billetes de 1000.
Todo un personaje, bautizado como «El último pirata de Mediterráneo» por Francesc Cambó, cuya vida y milagros se cuenta aquí en detalle, con profusión de anécdotas, sucedidos y episodios chuscos. El texto tiene cierto estilo galdosiano y un tono sensacionalista, pero parece que nadie ha desmentido su contenido de manera convincente..
Un libro mítico, curiosísimo, parece que fiel a la realidad según todo lo que se sabe y muy interesante para conocer nuestra historia reciente. Muy recomendable.
Manuel Domínguez Benavides (Puenteareas, Pontevedra, 1895- 1947) fué un escritor, periodista y político socialista español.
Fué un autodidacta que se formó en las Casas del Pueblo, estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y consiguió el título de maestro, pero no ejerció ninguna de las dos profesiones, sino que se dedicó a la corrección de estilo, traductor y finalmente ell periodismo. Se afilió al Partido Socialista en 1932 y fué encarcelado durante dos meses debido a los sucesos revolucionarios de octubre de 1934.
Al salir de la cárcel se exilió en París, volvió, fué comisario de la flota republicana durante la Guerra Civil Española y al acabar la contienda, se fué a México y ya no volvió a España. Nos dejó 14 novelas y 2 obras de teatro.
Manuel D. Benavides
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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