Título: El color del silencio
Autora: Elia Barceló
Páginas: 480
Editorial: Roca editorial
Precio: 20 euros
Año de edición: 2017
Helena, una pintora de 70 años y fuerte carácter, se
apartó de su familia siendo joven a raíz de un suceso trágico ocurrido en
Rabat, donde vivía con sus padres.
A través de la protagonista la obra reconstruye la
historia de una saga, por medio de acontecimientos sucedidos poco antes de la
guerra civil, junto a otros que constituyen el epicentro del terremoto familiar
ocurrido en 1969 y el complemento de las investigaciones y sucesos ocurridos en
el presente.
La autora, con maestría, va desvelando ambiciones y
secretos de los personajes. Esclareciendo los anhelos y frustraciones de los
miembros de una familia acomodada que reside en una hermosa mansión de la
luminosa ciudad marroquí.
La trama avanza endiablada igual que la elaboración de un
cóctel de fuego y gasolina, el lector es arrollado por infidelidades ocultas,
envidias disimuladas, acciones criminales, misiones de espionaje en beneficio
del régimen, enriquecimientos ilegales tolerados y tráfico de influencias,
entremezclados con fiestas de sociedad, hoteles de lujo, exposiciones de
pintura, fotógrafos hippies, educación elitista en el extranjero en tiempos de
la dictadura, niños robados y apartamentos de campanillas en la Torre de
Madrid.
Por si esto fuera poco, los hechos son relatados de forma
salteada, sin orden cronológico, a veces a partir de documentos gráficos
(fotografías, cartas, anotaciones, etc…) atesorados a lo largo de su vida por
un personaje de conciencia atormentada por el pecado, la culpa y la redención,
cuyo deseo es que solo sean conocidos después de su muerte. Así Helena se
convierte en una detective que va descubriendo nuevas perspectivas de las
vicisitudes que constituyen su propia vida, lo que la obliga a una
reinterpretación de aquellos acontecimientos ahora que ya está en su senectud.
La novelista dosifica la sucesión de eventos, obligando
al lector a implicarse en la comprensión de la lógica de los sucesos ocurridos e
induciéndole, subrepticiamente, hacia conclusiones provisionales susceptibles
de ser desmontadas unas páginas más adelante.
En el transcurso de las investigaciones intervienen las
aportaciones de múltiples personajes. A veces el lector conoce cosas que los
protagonistas ignoran, en otras ocasiones ocurre lo contrario y los actores
revelan verdades que hasta poco antes eran insospechadas. Este juego con el
espectador le obliga a recolocar continuamente las piezas del puzle que
representa la realidad de los hechos. Así, uno se siente incapaz de abandonar
la lectura mientras no haya satisfecho la asimilación de cada nueva información
sensible. O sea, estamos ante un thriller que despega con intriga al comienzo y
aterriza con suspense al final.
Estupendo relato de ficción,
finamente engarzado en los últimos 80 años de la historia de España. La cual
adolece de zonas sombrías que, como en la novela, solo pueden ser aclaradas cuando
el paso del tiempo nos ofrezca una perspectiva más lejana y menos emotiva.
Elia Barceló 1957. Nació en Elda (Alicante) y es
profesora de Literatura Hispánica en la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Ha publicado «El secreto del orfebre» que le dio reconocimiento internacional y
el título de «la dama de los mil mundos». Además de otras novelas, como «Anima mundi» o «El vuelo del hipogrifo»,
escribió una tesis, sobre los arquetipos del terror en los relatos de Julio Cortázar, expuesta en «La inquietante familiaridad».
Muy buena reseña. Parece de esas novelas donde el interés no decrece en ningún momento.
ResponderEliminarAsí es Ardilla, es como una sutil inyección de adrenalina inoculada a medida que avanzas en la lectura.
ResponderEliminarEl lector junto a la protagonista deben darse pausas periódicas para no verse arrastrados por la hoja de ruta que la novela impone.