Título: El juez ciego
Autor: Bruce Alexander
Páginas: 368
Editorial: Plaza y Janés
Páginas: 368
Editorial: Plaza y Janés
Precio: 9 euros
Año de edición: 1998
Esta deliciosa novela policiaca reconstruye con grandes dosis de imaginación y amenidad un caso resuelto por un personaje real y curiosísimo, el juez ciego John Fielding (Londres, 1721-1780), fundador del primer cuerpo de policía profesional de la ciudad, los Bow Street Runners, germen del actual Scotland Yard.
Era hermano del tambien juez y escritor Henry Fielding, autor de «Tom Jones», y de la escritora Sarah Fielding. Se preocupó de reformar la justicia británica, bastante corrompida y arbitraria en aquellos años, yde promover políticas de prevención del crimen. Se decía que era capaz de reconocer a más de 3000 delincuentes por el sonido de su voz.
Tan peculiar personaje y momento histórico sirve para que Alexander cree una novela policiaca canónica, que cumple todas las características del género, muy entretenida, inteligente y con personajes inolvidables. Aquí hay una buena descripción del Londres del siglo XVIII, un caso de cuarto cerrado, un asesinato lleno de sorpresas, una de las primeras autopsias de la historia, varios sospechosos, una dama tan atractiva como peligrosa, interrogatorios bien llevados y un enigma que se resuelve de manera brillante. El autor ha dejado sabiamente escondidas pistas suficientes a lo largo de la narración para que el avispado lector adivine el desenlace, pero no resulta nada fácil.
Este texto nos recuerda cosas como que no es de mala educación en Inglaterra el eructar discretamente, que la dieta británica es horrorosa para la salud, que la sociedad británica era entonces profundamente clasista e intolerante, y que la mujer estaba completamente sometida.
Otro acierto del autor es la intoducción de un chico, Jeremy Proctor, que hace de lazarillo y guía al inquieto juez y de narrador de la historia. El contarlo todo desde el punto de vista de Jeremy hace que estemos ante una novela de aventuras, cuyo tema central es en realidad el despertar a la vida de adulto de un joven en la preadolescencia, similar en el fondo a clásicos de la categoría de «Las aventuras de Tom Sawyer» y «La isla del tesoro», con las que esta estupenda novela resiste la comparación perfectamente.
Comparte varias características: una cierta misoginia, ausencia de protagonistas femeninos, enfrentamiento de un niño con los más malvados rufianes, paso de la niñez a la edad adulta...
Una novela muy recomendable para jóvenes y adolescentes, que mezcla con habilidad el género policíaco, el histórico, la novela de iniciación y la de aventuras, amena, divertida e instructuva. No se puede pedir más. Lástima que sea difícil de encontrar, pero para eso están las bibliotecas y las librerías de segunda mano (véase ¿Cómo encontrar un libro?). No os la perdáis.
John Fielding, el juez ciego
Bruce Cook (Chicago, 1932-2003), más conocido por su seudónimo, Bruce Alexander, era hijo de un humilde taquillero de billetes de tren. Estudió literatura en la Universidad Loyola de Chicago y trabajó como traductor para las fuerzas armadas, relaciones públcas y periodista cultural.
Escribió algunas biografía, ensayos y dos series de novelas policiacas de éxito, la de un policía mexicano en Los Ángeles, llamado Antonio Chico Cervantes, y la del juez ciego, John Fielding, de la que publicó diez novelas, la última poco antes de fallecer de una embolia.
Bruce Alexander
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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