Ilustración sobre el árbol de los gansos de un bestiario guardado en la Biblioteca Británica
No cabe duda de que la realidad supera en ocasiones a la ficción. Hoy traemos aquí una de esas historias que parece inventadas, pero que son reales como la vida misma: la historia del árbol de los gansos.
En varios bestiarios de la Edad Media aparece dibujado un árbol maravilloso que en lugar de peras o manzanas, da gansos. Tal proliferación de referencias indica que, desde luego, había quién así lo creía.
En varios bestiarios de la Edad Media aparece dibujado un árbol maravilloso que en lugar de peras o manzanas, da gansos. Tal proliferación de referencias indica que, desde luego, había quién así lo creía.
Árbol de las ocas, de cuyos frutos nacián ocas cuando caían al mar
Hasta tal punto, que el suizo Conrad Gessner (1516-1565), uno de los padres de a zoología, decidió investigarlo y llegó a la conclusión de que ¡era cierto!. El hombre vió cómo crecían percebes en trozos de troncos y ramas caidas al mar y creyó realmente que algunas especies de gansos, de los que no se encontraban nidos ni huevos por ser migratorias, surgían de la madera. En aquellos tiempos todavía se creía en la generación espontánea. El parecido entre el percebe de la madera y el pico de un ganso en miniatura acabó por redondear el malentendido.
Percebe de la madera
Lepes anatífera
Barnacle geese
Y en los nombres científicos de las especies protagonistas de esta confusión permanece la huella de este equívoco increíble: el percebe de madera es en realidad el Lepes Anatífera (el que lleva los patos) y el ánade en cuestion se denomina Barnacle geese (barnacle es percebe en inglés).
¿Cómo es posible que un error de bulto se propagase de esa manera? Pues la respuesta parece ser que está en los monjes de algunos monasterios, centros del saber de la época, muy interesados en que existiera el árbol de los gansos para poder comer ganso en cuaresma con la coartada de que, en realidad, era una comida vegetal.
¿Cómo es posible que un error de bulto se propagase de esa manera? Pues la respuesta parece ser que está en los monjes de algunos monasterios, centros del saber de la época, muy interesados en que existiera el árbol de los gansos para poder comer ganso en cuaresma con la coartada de que, en realidad, era una comida vegetal.
Parece que ése era el quid de la cuestión, porque el Papa Inocencio III prohibió explícitamente en el IV Concilio de Letrán (1215-1216) comer estos gansos en cuaresma, argumentando que a pesar de su origen arbóreo, vivían y se alimentaban como otros patos y había que considerar que eran de carne.
Increíble ¿verdad? Pero cierto. Para más información véase este enlace.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Que listillos los monjes
ResponderEliminarJa, ja, ja... sí.
ResponderEliminarMuy interesante el tema.Tiempos de innorancia.
ResponderEliminarJajaja
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