Autor: René R. Khawam
Páginas: 235
Editorial: Sirpus
Precio: 22 euros
Creíamos que el gran viajero europeo de la Edad media, Marco Polo era un viajero por tierra y que su versión oriental, Sindbad (nombre que sgnifica «el hombre de China») era un marino y así había un cierto reparto entre oriente y occidente, pero resulta que no, que también hay un Sindbad terrestre. Efectivamente, al principio de las aventuras de Sindbad el marino, el viejo aventurero que había surcado los siete mares recibe en su palacio de Bagdad a un anciano mozo de cuerda, que también se llama Sindbad y había viajado por todo el continente asiático.
Resulta que sus viajes se relatan en tres manuscritos, de finales del siglo VIII o principios del IX, que se conservan en la Biblioteca Nacional de Francia y recientemente (en 1986) ha sido traducido por Rene R. Khawam, uno de los mejores traductores de árabe clásico que puede encontrarse en Europa.
En realidad, nuestro viajero se llamaba Hasán, era natural de Basora y desde el año 760 al 790 estuvo viajando por todo Asia, siguió en parte la ruta de la seda, atravesó el desierto de Gobi y llegó hasta Japón. Indudablemente, las aventuras que aquí se cuentan son legendarias, es decir tienen cierta base verídica pero actúan como una pantalla en las que se proyectan las fantasías y tradiciones orientales colectivas típicas de la época.
Multitud de detalles, señalados en el texto mediante notas al pié de pagina, ayudan a situar cronológicamente la obra y encajan con muchos detalles de la historia y geografía de la región bien conocidos.
Se aprenden muchas cosas curiosas con este libro, como: que «nutria mía» era un apelativo cariñoso muy usado; que ya se usaba la expresión «compartir el pan y la sal»; que el Mar de Omán ya estaba entonces infestado de piratas, igual que ahora; que en Persia había todavía adoradores del fuego que creían en el mazdeísmo de Zoroastro, la religión de la antigua Mesopotamia; que la poesía es una tradición árabe muy antigua y arraigada («la poesía es el arma suprema de los árabes»); que en algunos lugares se valoraba más e tener hijas que hijos; que la luna de miel eran 40 días y 40 noches; que Japón era el país más remoto, en el que se situaban los monstruos más extraños; que la rivalidad entre China y Japón es milenaria, o que aquí aparecen las primeras historias de amor entre lesbianas con toda naturalidad.
Un libro delicioso, muy entretenido, lleno de fantasía e imaginación, que hará las delicias de todos y sirve de contrapunto a las famosa aventuras de Sindbad el marino. Es a la vez un libro de aventuras con todo el sabor mágico de las historias orientales y un curioso documento que, con ayuda de las notas de Khawam, nos da unas cuantas claves históricas y geográficas del periplo de este viajero del pasado. Muy interesante y divertido.
Rene R. Khawam (Alepo, 1917-2004), nacido sirio y nacionalizado francés, es uno de los mejores arabistas europeos. Nació en una familia cristiana de origen caucásico. Estudió francés en el colegio de los maristas y en 1947 emigró a Francia como profesor de esa lengua.
Ha realizado numerosas traducciones del árabe y es famosa su versión de «Las mil y una noches». Su especialidad es conservar el ritmo original de los versos y las frases árabes. En 1996 recibió el Gran Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra.
Rene R. Khawam (Alepo, 1917-2004), nacido sirio y nacionalizado francés, es uno de los mejores arabistas europeos. Nació en una familia cristiana de origen caucásico. Estudió francés en el colegio de los maristas y en 1947 emigró a Francia como profesor de esa lengua.
Ha realizado numerosas traducciones del árabe y es famosa su versión de «Las mil y una noches». Su especialidad es conservar el ritmo original de los versos y las frases árabes. En 1996 recibió el Gran Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra.
Rene R. Khawam
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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