La eurodiputada luxemburguesa Maudy Delvaux ha elaborado un informe sobre una revisión de las famosas Leyes de la Robótica que ha sido aprobado este mes de enero por la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo. El informe recomienda al Parlamento Europeo legislar mediante una Directiva las reglas que tienen que cumplir los androides, de los que existen en estos momentos 1,4 millones de ejemplares en funcionamiento en todo el mundo: drones, vehículos autónomos, robots industriales, robots de asistencia, de enseñanza o de entretenimiento.
¿El motivo? Que la robótica ya está aquí. Han aparecido en Japón hotel atendido íntegramente por robots, robots-cirujano que ejecutan algunas operaciones mejor que los humanos, coches autónomos que van a empezar a probarse en el caos circulatorio de la India, drones japoneses cazadores de drones, robots militares y empresas que han susituido 60 000 trabajadorespor autómatas.
Son sistemas que incorporan inteligencia artificial y que ajustan su funcionamiento a los resultados que obtienen. Plantean muchas preguntas, como ¿qué hacemos si envían a millones de personas al paro?¿quién asume la responsabilidad de los daños y perjuicios causados por su mal funcionamiento?¿cómo prevenir la aparición de robots delincuentes?¿debe haber límites para las funciones que pueden desempeñar?¿pueden ser socorristas, soldados, bomberos, policías o gardianes de prisión?¿y cirujanos?
Las famosas Tres Leyes de la Robótica, de las que ya se ha hablado aquí, fueron enunciadas por Isaac Asimov en un ejercicio de anticipación en su libro Yo, robot:
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o con la Segunda Ley.
El informe de Delvaux incluye esas tres leyes como obligatorias para todos los robots, a los que asigna una personaidad electrónica, similar en muchos aspectos al concepto de personalidad jurídica de las empresas, y añade otras condiciones curiosas, como que todo robot:
- Debe tener un botón de apagado, para casos de emergencia, mal funcionamiento o si resulta peligroso.
- Deber poder ser reprogramado en caso de que su software no funcione como se espera.
- Debe tener un seguro obligatorio para hacer frente a daños y perjuicios. En algunos casos será responsable el fabicante y en otros el propietario.
- Debe pagar impuestos, para que la socidedad sea sostenible cuando un gran porcentaje de trabajadores haya sido sustituido por robots.
- Debe ser claramente identificable en todo momento como robot, para evitar que las personas desarrollen vínculos emocionales con ellos.
También se plantea a los Estados miembros la implantación de una Renta Básica Universal, como ya está ensayando Finlandia, para solucionar el problema qe puede llegar a presentarse si miles o millones de robot dejan a una parte considerable de la población sin empleo.
Una noticia que junto a otras, como que es posible que dentro de poco podamos conocer nuestro código genético por 100 euros, nos demuesra que el futuro ya está aquí. Aunque con un poco de retraso, por fin ha empezado el siglo XXI. A partir de ahora, los autores de ciencia-ficción lo van a tener cada vez más difícil para adelantarse a la realidad.
Una noticia que junto a otras, como que es posible que dentro de poco podamos conocer nuestro código genético por 100 euros, nos demuesra que el futuro ya está aquí. Aunque con un poco de retraso, por fin ha empezado el siglo XXI. A partir de ahora, los autores de ciencia-ficción lo van a tener cada vez más difícil para adelantarse a la realidad.
Hotel completamente robotizado en un parque temático japonés
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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