Título: El cine según Hitchcock
Autor: François Truffaut
Páginas: 432
Editorial: Alianza
Precio: 14,20 euros
Año de edición: 2010
Hay pocos libros que hayan sido clave en la historia y evolución del cine y éste es uno de ellos. Resume la entrevista de ocho días que le hizo en el año 1962 un crítico de cine llamado François Truffaut, que ya había dirigido nada menos que «Los cuatrocientos golpes», «Tirad sobre el pianista» y «Jules et Jim», al gran Alfred Hitchcock, que estaba acabando de montar «Los pájaros».
Por aquel entonces, Hitchcock era un profesional solvente respetado en Hollywood y casi un desconocido en su país natal, pero no el genio admirado, proablemente el mejor director de cine en activo, en que se convirtió después de esa entrevista. Fué un encuentro que cambió su figura e hizo que el mundo entero se rindiese a sus pies y reconociese el enorme talento del mago del suspense.
Dos genios, dos mostruos del cine, frente a frente durante horas hablando de qué es el cine, cómo se hace una película, laimportancia del montaje, de qué es el suspense, de cómo se dirige a las actrices, del macguffin, de sus gustos y obsesiones, y de mil cosas más.
Hay pocos libros que hayan sido clave en la historia y evolución del cine y éste es uno de ellos. Resume la entrevista de ocho días que le hizo en el año 1962 un crítico de cine llamado François Truffaut, que ya había dirigido nada menos que «Los cuatrocientos golpes», «Tirad sobre el pianista» y «Jules et Jim», al gran Alfred Hitchcock, que estaba acabando de montar «Los pájaros».
Por aquel entonces, Hitchcock era un profesional solvente respetado en Hollywood y casi un desconocido en su país natal, pero no el genio admirado, proablemente el mejor director de cine en activo, en que se convirtió después de esa entrevista. Fué un encuentro que cambió su figura e hizo que el mundo entero se rindiese a sus pies y reconociese el enorme talento del mago del suspense.
Dos genios, dos mostruos del cine, frente a frente durante horas hablando de qué es el cine, cómo se hace una película, laimportancia del montaje, de qué es el suspense, de cómo se dirige a las actrices, del macguffin, de sus gustos y obsesiones, y de mil cosas más.
Truffaut y Hitchcock
Una gozada para todos los amantes del buen cine y un libro que yo recomendaría leer, o al menos hojear, a todo el mundo por cultura general. Se cumplen ahora 50 años de su publicación en 1966 y para celebrarlo se acaba de estrenar un documental de 80 minutos dirigido por Kent Jones en el que se resume el contenido del libro, se oyen parte de las grabaciones originales, se muestran las fotos que hizo Philippe Halsman y se recogen las opiniones de una veintena de directores actuales. Una maravilla.
Aquí podéis ver el avance de la película:
Aquí podéis ver el avance de la película:
La mujer que aparece es la traductora de Truffaut, que no, no sabía inglés suficiente. Me temo que es un libro obligatorio, que tenéis que leer. Y desde luego,lo que sí son imprescindibles son las películas de estos dos genios del cine, buscadlas y vedlas donde estén disponibles porque son auténticas joyas.
Alfred HItchcock (Londres, 1899-1980) (los apellidos ingleses suelen ser divertidos y éste me parece que significa algo así como «coger a un gallo en autostop») es uno de los grandes directores de la Historia del cine, autor de quince o dieciséis obras maestras y de más de cincuenta películas, a un increíble ritmo de una al año.
Introdujo innovaciones muy importantes, como la gestión del suspense, los movimientos de cámara imitando el punto de vista de una persona (con lo que obligaba al espectador a convertirse en voyeur), el empleo de información subliminal para inquietar al público y una habilidad en el montaje sobresaliente. Sus tramas son siempre perturbadoras, incluyen el crímen, una protagonista rubia, elementos del psicoanálisis, la violencia psicológica y una fuerte carga erótica.
Tambien era un genio promocionándose a sí mismo. Se puede decir que inventó el cameo, al aparecer de pasada en casi todas sus películas y llevo a cabo varios «más difícil todavía» con auténtica maestría, como filmar toda una película prácticamente en un solo plano y en tiempo real («La soga»), convertir a un impedido en un detective de acción («La ventana indiscreta») o hacer toda una cinta en una barca («Náufragos»).
François Truffaut (París, 1932-1984) es otro de los grandes genios del cine y probablemente una de las personas que más ha influido en su Historia por dos cosas: «descubrió» a Hitchcock y fué una figura clave en el movimiento cinematográfico llamado la nouvelle vague, punto de partida de prácticamente lo mejor del cine europeo que se ha hecho después, ese cine sutil en el que predominan la naturalidad, los sentimientos y las emociones frente a la pura acción.
Curiosamente, este director francés fué uno de los que sentó las bases de la diferencia entre el cine europeo y el de Hollywood, que puede representarse perfectamente mediante la figura de su admirado Hitchcock.
Era un crítico muy influyente de la revista «Cahiers du Cinéma», cuando un director que había sido víctima de una crítica especialmente dura le dijo que no tenía derecho a criticar de esa manera si no era capaz de dirigir una película. Truffaut le contestó que era perfectamente capaz de hacerlo y para demostrarlo dirigió «Los cuatrocientos golpes» (1959).
Alfred HItchcock (Londres, 1899-1980) (los apellidos ingleses suelen ser divertidos y éste me parece que significa algo así como «coger a un gallo en autostop») es uno de los grandes directores de la Historia del cine, autor de quince o dieciséis obras maestras y de más de cincuenta películas, a un increíble ritmo de una al año.
Introdujo innovaciones muy importantes, como la gestión del suspense, los movimientos de cámara imitando el punto de vista de una persona (con lo que obligaba al espectador a convertirse en voyeur), el empleo de información subliminal para inquietar al público y una habilidad en el montaje sobresaliente. Sus tramas son siempre perturbadoras, incluyen el crímen, una protagonista rubia, elementos del psicoanálisis, la violencia psicológica y una fuerte carga erótica.
Tambien era un genio promocionándose a sí mismo. Se puede decir que inventó el cameo, al aparecer de pasada en casi todas sus películas y llevo a cabo varios «más difícil todavía» con auténtica maestría, como filmar toda una película prácticamente en un solo plano y en tiempo real («La soga»), convertir a un impedido en un detective de acción («La ventana indiscreta») o hacer toda una cinta en una barca («Náufragos»).
François Truffaut (París, 1932-1984) es otro de los grandes genios del cine y probablemente una de las personas que más ha influido en su Historia por dos cosas: «descubrió» a Hitchcock y fué una figura clave en el movimiento cinematográfico llamado la nouvelle vague, punto de partida de prácticamente lo mejor del cine europeo que se ha hecho después, ese cine sutil en el que predominan la naturalidad, los sentimientos y las emociones frente a la pura acción.
Curiosamente, este director francés fué uno de los que sentó las bases de la diferencia entre el cine europeo y el de Hollywood, que puede representarse perfectamente mediante la figura de su admirado Hitchcock.
Era un crítico muy influyente de la revista «Cahiers du Cinéma», cuando un director que había sido víctima de una crítica especialmente dura le dijo que no tenía derecho a criticar de esa manera si no era capaz de dirigir una película. Truffaut le contestó que era perfectamente capaz de hacerlo y para demostrarlo dirigió «Los cuatrocientos golpes» (1959).
Truffaut y Hitchcock
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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