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viernes, 11 de marzo de 2016

Perro come perro - Edward Bunker


Título: Pero come perro
Autor: Edward Bunker

Páginas: 339

Editorial: Sajalín
 
Precio: 20 euros


Año de edición: 2010

Publicada originalmente en 1995, ésta es la cuarta novela de Edward Bunker, un exconvicto y delincuente contumaz con un gran talento para escribir sobre los bajos fondos desde dentro. Es una novela negra dura, real y en blanco y negro, que cuenta las andanzas en Los Ángeles de tres compañeros que se graduaron en el reformatorio y hacen trabajos juntos: Troy, el listo, Diesel el gigante y Mad Dog, el violento desquiciado.

Después de unos primeros capítulos que parecen escritos en papel de lija, se va desgranando página a página la biografía de los tres protagonistas, con buen ritmo, un estilo directo que no se entretiene en florituras y suficiente acción como para tres o cuatro novelas convencionales. La historia no es precisamente de color de rosa y lo malo es que el autor sabe de lo que escribe, así que la trama tiene mucha más autenticidad de lo que nos gustaría y, de una manera u otra, tiene bastante de autobiografía y mucho de documental.

Leer este libro es una pequeña bajada a los infiernos, al submundo violento, cruel, deformado y aberrante de la delincuencia estadounidense, en un país donde si cometes tres delitos te cae la perpetua y quien lleva ya dos condenas, anda por la vida armado hasta los dientes y preparado para matar al primer policía que se le acerque. En EE. UU. hay tres millones de convictos y exconvictos enredados en la maquinaria de la libertad condicional, un 10 % de la población, la gestión de muchas prisiones está en manos privadas y es normal que la gente vaya armada por la calle.

Además de ofrecernos una apasionante novela de intriga y una crónica de la vida de un delincuente, este libro ofrece una visión de un país desde un punto de vista radicalmente diferente, crítica social incluida, el mundo de los que les tocan malas cartas en el primer reparto y ya no tienen prácticamente ninguna oportunidad de llevar una vida normal. Llama la atención el racismo de algunas páginas (los negros sí que son marginales, violentos y de poco fiar), que parece que la moda de la ropa muy holgada viene de los reformatorios donde todo es talla grande, la descripción de «La Mesa», la carcel de Tijuana, la profesionalidad bien entendida («Nadie trabaja más duro que él para ser un criminal»), la dureza de la Ley de delitos graves o la sabiduría de algunos refranes carcelarios («Los tipos duros acaban bajo tierra»).

Un libro fascinante, duro y despiadado de un autor de culto, que nos sumerge en una realidad delirante, pero auténtica. Como se decía en una colección de libros esotéricos, «Hay otros mundos, pero están en éste». Una novela muy buena que os recomiendo a todos, un trozo de telento puro salido de la prisión. 

Edward Bunker (Hollywood, 1933-2005) fué un niño inteligente, pero sufrió las consecuencias de crecer en una familia desestructurada de alcohólicos y fué también un chico difícil. Pasó por el reformatorio siendo muy joven y al salir, con tan solo dieciséis años, inició una sólida carrera delictiva que incluía el atraco a mano armada y el tráfico de drogas. Después de varios periodos en la cárcel alternados con temporadas delinquiendo en la calle, le cayeron diez años en la prisión de San Quintín y eso, cambió su vida.

Allí se hizo lector compulsivo, se cepilló la biblioteca de la penitenciaría leyendo hasta veinte horas al día y comenzó a escribir. Cuando salió de la cárcel, era un exconvicto con una novela que nadie quería publicar y un parado a quien nadie quería dar trabajo. Acabó falsificando cheques, extorsionando y pasando otros siete años en San Quintín, donde volvió a leer y a escribir obsesivamente. 

El ciclo prisión, libro-no-publicado, libertad, paro, delito y vuelta a empezar se repitió varias veces hasta que, con cuarenta años, consigió publicar su primera novela «No hay bestia tan feroz». Luego vendrían los artículos en revistas sobe la vida carcelaria, la versión cinematográfica de esa novela («Libertad condicional», 1977) protagonizada por Dustin Hoffman, seis libros más, los papeles en 22 películas, como «Reservoir Dogs» y «13 monos» y por fín, una vida apacible, con un matrimonio y un hijo incluidos. 

 
Edward Bunker

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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