Título: Munch
Autora: Ulrich Bischoff
Páginas: 96
Editorial: Taschen
Precio: 7,59 euros
Año de edición: 1999
Reconozco que el pintor y grabador noruego Edward Munch (Løten, 1863-1944) era para mí hasta ahora un gran desconocido. Solo había contemplado su obra más famosa, «El grito» (1893), de la que por cierto hay una cuantas versiones, y a pesar de que es su obra maestra, quedarse solo con eso es poco, muy poco para un artista que dejó al morir unos 1000 cuadros, más de 15 000 grabados, 4500 dibujos y acuarelas, y alguna que otra escultura.
Se trata en realidad de un pintor complejo, virtuoso pintando y grabado, dueño de una técnica exquisita, que ejecutó, por ejemplo, retratos clásicos de una perfección y expresividad asombrosa, y que como pintos tradicional demostró una enorme valía. Sin embargo, es mucho más conocida su faceta rompedora e innovadora como pintor expresionista.
Si os pasa lo mismo que a mí, que solo conocéis «El grito», os recomiendo que vayáis a ver la exposición sobre este genial pintor que ha abierto el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, hasta el 17 de enero. Todavía estáis a tiempo.
Autora: Ulrich Bischoff
Páginas: 96
Editorial: Taschen
Precio: 7,59 euros
Año de edición: 1999
Reconozco que el pintor y grabador noruego Edward Munch (Løten, 1863-1944) era para mí hasta ahora un gran desconocido. Solo había contemplado su obra más famosa, «El grito» (1893), de la que por cierto hay una cuantas versiones, y a pesar de que es su obra maestra, quedarse solo con eso es poco, muy poco para un artista que dejó al morir unos 1000 cuadros, más de 15 000 grabados, 4500 dibujos y acuarelas, y alguna que otra escultura.
Se trata en realidad de un pintor complejo, virtuoso pintando y grabado, dueño de una técnica exquisita, que ejecutó, por ejemplo, retratos clásicos de una perfección y expresividad asombrosa, y que como pintos tradicional demostró una enorme valía. Sin embargo, es mucho más conocida su faceta rompedora e innovadora como pintor expresionista.
Si os pasa lo mismo que a mí, que solo conocéis «El grito», os recomiendo que vayáis a ver la exposición sobre este genial pintor que ha abierto el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, hasta el 17 de enero. Todavía estáis a tiempo.
Allí encontraréis una selección de ochenta cuadros, algunos tan inquietantes como esta «Melancolia», en la que una campesina se queda con la mirada fija en el infinito.
Era un pintor obsesivo, tiene serie enteras de cuadros del mismo tema, con el mismo título («Melancolía», «Angustía», «Muerte», «Pánico», «La mujer vampiro»...) y que están pintados en un periodo de diez o quince años. y desde luego, no es una exposición alegre; parece que se dedica a explorar y analizar, eso sí ,siempre con mano maestra, lo más angustioso y deprimente del alma humana. Sin embargo, aunque la mayoría de obras de esta exposicion parecen hechas por un psicótico, hay piezas de una belleza sobrecogedora, como este nocturno, que es mi favorito.
Nocturno (1900)
También hay un cuadro en el que una pareja se besa que refleja muy bien la unión amorosa. Pero hay que reconocer que los cuadros expresionsitas, los que han hecho famoso a Munch son telas atormentadas y complejas, como este tremendo autorretrato.
Autorretrato (1926)
En cualquier caso, creo que se trata de un pintor genial y sorprendente, buenísimo, que se atrevió a finales del siglo XIX a desafiar todas las convenciones artísticas con una valentía admirable (pintó una madona en el momento de la concepción), adelantándose a muchos de los ismos que vendríam después y obteniéndo unos resultados extraordinarios. Vale la pena conocer a Munch. Hay que conocer a Munch.
Si vais a ver la exposición, os recomiendo que os detengáis un rato en la tienda para hojear los libros en los que se puede ver buena parte de su inmensa y amplísima obra. Por mi parte, os recomiendo el libro de Taschen, que ofrece una buena síntesis de su obra a un precio muy moderado.
Y en cualquier caso, podéis ver en la red la publicación interactiva sobre esta muestra y en este enlace podéis acceder a una visita virtual que recorre todas las salas de la exposición.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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